El nacionalismo parece ser un mal que siempre vuelve. En vez de tratar de radicalizar a nuestros hijos podríamos explicarles que las banderas no son más que trozos de telas de colores, no elementos hechos para odiar a los que no las compartan.
El nacionalismo parece ser un mal que siempre vuelve. En vez de tratar de radicalizar a nuestros hijos podríamos explicarles que las banderas no son más que trozos de telas de colores, no elementos hechos para odiar a los que no las compartan.