El estallido de la guerra llegó a Ucrania el pasado 24 de febrero, el miedo llegaba a los 43 millones de ciudadanos ucranianos. Desde ese mismo día, la empatía llego a España de la mano de un grupo de madrileños.  

La madrugada del 24 de febrero, Putin, anunció el inminente ataque masivo a su país vecino. La compasión de un grupo de españoles hizo que el 4 de abril emprendieran su camino a Cracovia, país vecino de Ucrania.  

El origen del conflicto

El origen de este conflicto comenzó después de la II Guerra Mundial, el `Telón de acero´ separaba a países capitalistas y comunistas. Ucrania formaba parte de la Unión Soviética, pero tenía ciertos acercamientos a Occidente. En 2014, el conflicto se comenzó a agravar ya que, Rusia invadió el territorio ucraniano de la península de Crimea. El principal objetivo de Putin es que Ucrania no pertenezca a la Unión Europea ni a la OTAN. En 2021, ya se empezaron a trasladar tropas rusas al territorio ucraniano.

La cara más solidaria

Al anunciar su viaje, todo el mundo comenzó a volcarse en el caso. La ONG presente en la frontera ucraniana les habían dicho todo lo que necesitaban, la gente empezó a comprar productos de primera necesidad para que los llevarán allí, además de 6000 euros en medicamentos.   

La solidaridad llegó a todos, tres empresas subvencionaron el viaje ofreciendo sus furgonetas de carga. Un total de 9 vehículos partieron su camino hacia la compasión y la solidaridad. Su objetivo era llegar lo antes posible, por lo tanto, los conductores hicieron turnos de conducción para hacer frente a los 2734 kilómetros que tenían por delante.  

Dos días después, llegaron a la capital polaca. Lo primero que hicieron fue descargar todo lo que tenían en los vehículos en almacenes en propiedad del ayuntamiento de Cracovia. La carga de uno de los almacenes iba a ser distribuida por Ucrania y otro para las personas en Polonia que tuvieron que huir de su país. Dos días más tarde, le confirmaron que los 6000 euros en medicamentos habían sido distribuidos por Mariúpol, una de las ciudades más castigadas en el conflicto.

El material llega a Polonia. Foto: Sergio Camuñez.

A parte de dejar la carga para los ucranianos, su otro objetivo fue traer a familias ucranianas a España para huir del horror de la guerra. Se hicieron 400 kilómetros para llegar a Varsovia y seguir buscando personas que quisieran venir a España. La estación de tren de Varsovia estaba llena de ucranianos deseando huir y buscar oportunidades en otro sitio. Había instalado un comedor y estaba muy lleno. Un voluntario español instalado en Varsovia habló con el grupo y les ayudo con el listado de gente que querría venir a España.  

Vuelta a España

Ese mismo día, emprendieron su viaje de vuelta a España. La situación fue algo difícil porque las familias ucranianas venían de unos meses muy complicados en su país. La desconfianza reinaba en ellos, podrían dudar de las buenas intenciones que estaban teniendo este grupo de españoles.  

Tres días consecutivos de viaje, acabaron con buenas noticias, carga entregada para los ucranianos y con familias en España con nuevas oportunidades de cara a su futuro y huyendo del conflicto. Las familias han sido acogidas en Alicante, Almería, Lisboa, Málaga, Pamplona, Vitoria y Madrid.  

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