Guillem Clua es un reconocido dramaturgo español con grandes éxitos a la espalda como SmileyLa Golondrina o La piel en llamas. También es conocido por sus historias de Twitter, como #EmilyXaver, y por ser un gran defensor de los derechos LGTB. Ahora está viviendo un magnífico momento profesional, ya que, sin ir más lejos, actualmente podemos ver su nueva obra “Justícia” en la Sala Gran del TNC con actores de la talla de Josep María Pou y Vicky Peña. En esta obra, nos presenta un repaso de los momentos decisivos de la vida de Samuel Gallart, un reconocido juez y ex político, como espejo de nuestra historia y de la lucha contra nuestro propio pasado y nuestras identidades.

¿Cómo fue el proceso de escritura de esta obra de tremenda actualidad y con un gran contenido político?

Todo comenzó con una llamada de Xavier Albertí, que me encargó un texto para la Sala Gran del TNC y no había ninguna condición ni de presión. Enseguida le dije que sí. Tenía claro que quería una obra grande y muy épica. Quería que la obra hablase de nuestra identidad, de nuestra clase política y como habíamos llegado hasta la actualidad teniendo en cuenta todo nuestro pasado.

Para mí el teatro no te ofrece respuestas, sino que plantea preguntas y después el espectador llega a sus propias conclusiones

¿Cree que su formación en periodismo le ha ayudado en la escritura de este tipo de obras?

Sí, yo creo que el teatro tiene la obligación de hablar de nuestra realidad, de hablar de todo lo que pasa en la calle. Tanto si haces una obra política como de entretenimiento, al final siempre estás hablando de una realidad que la gente conoce. A mí me gusta el teatro donde la gente se ve reflejada con su día a día, con sus referentes. Por eso, creo que el periodismo tiene mucho que ver. Estoy muy atento a todo lo que pasa en el mundo y a menudo veo situaciones que no entiendo y cuando no las entiendo necesito escribir sobre ellas. Además, me cuesta cada vez más encontrar respuestas. Para mí el teatro no te ofrece respuestas, sino que plantea preguntas y después el espectador llega a sus propias conclusiones.

¿Qué opina de la situación actual del periodismo?

Está en una crisis muy grave. Antes el periodismo era un refugio para saber una verdad de unos determinados hechos, porque está claro que la objetividad total no existe, pero siempre había la certeza que en lo que leías había una solidez que se podía defender. Ahora mismo esto no existe. Hay unos intereses muy determinados para que esto no exista y las mentiras literales se publican y se difunden sin que pase nada.

En el momento que estamos ahora de radicalismos, necesitaba crear un diálogo entre estos dos personajes en tiempo real donde decidiesen caminar por un terreno común.

Ahora tiene girando por toda España otra gran creación suya La Golondrina, una obra donde llama mucho la atención el proceso de cómo va desgranando la historia de forma que el espectador siempre se queda con ganas de más. ¿Cuál ha sido su proceso a la hora de escribirla?

Me inspiré en una noticia real de un atentado terrorista en un bar LGTBI en Orlando y fue un proceso muy diferente al de Justícia, ya que quería que fuese algo íntimo de dos personajes. Además, está basada en la historia real de una madre que se entera que su hijo es gay cuando le llama la policía diciéndole que ha muerto. Por eso, el proceso giró entorno a esta historia, preguntándome como sería la relación de la madre y su hijo, y de la necesidad de hacer que estos dos personajes tan antagónicos se encontrasen y decidiesen coger el camino de la reconciliación mutua. De este modo, en el momento que estamos ahora de radicalismos, donde se vive la política como un partido de fútbol, necesitaba crear un diálogo entre estos dos personajes en tiempo real donde decidiesen caminar por un terreno común.

En La Golondrina también hace referencia al miedo, al miedo a no atreverse, al miedo a preguntar, al miedo a ir más allá. ¿Cree que vivimos con miedo?

Sí, precisamente por eso escribí la obra. En el momento anterior a la escritura de esta obra, que era antes del 2016, estábamos viviendo una época muy dulce en la comunidad LGTB. Ya con la ley del matrimonio igualitario asentada, se comenzaron a aprobar leyes que protegían el colectivo, poco a poco era como si ya lo hubiésemos conseguido todo. Estábamos en una época de complacencia, de pensar que ya no podíamos ir hacia atrás. Pero luego hemos visto que han pasado cosas tan graves como que un hombre entre en un bar y mate a 50 personas por el hecho de ser LGTB, que partidos de ultraderecha que cuestionan esto tengan un amplio soporte social o que las agresiones de personas LGTB aumenten en la calle. Por tanto, como tú dices, ha crecido el miedo, y por eso, yo tenía que escribir sobre esta situación, para recordar que esto sigue pasando.

Barcelona siempre ha sido la ciudad de referencia en el teatro a nivel español y ahora lo está dejando de ser

La temática del amor también está en otras obras como en Smiley, la cual próximamente estrenará su secuela en el mítico Club Capitol, que desafortunadamente cerrará las puertas este verano. ¿Qué opina de la situación actual del teatro, irán cerrando cada vez más salas?

Que cierre el Club Capitol, desgraciadamente, forma parte de una tendencia y lo peor es que parece que nadie haga nada para evitarlo. Este es un problema muy grave y por parte de la administración hay una dejadez absoluta. Están convirtiendo Barcelona en una tienda para turistas y están rompiendo el tejido cultural de una forma muy bestia. A parte de los espacios, también falta política cultural en general. Se tiene que ayudar más a la creación contemporánea, se tiene que subvencionar más el teatro. Se están dejando de hacer muchas cosas esenciales por parte de todas las administraciones. Además, es un problema nuestro porque en Madrid esto no está pasando. Vivo en Madrid desde hace 6 años y allí está pasando todo lo contrario, se están abriendo nuevos teatros, se está dinamizando el panorama cultural y se están haciendo las cosas muy bien y es una pena. Barcelona siempre ha sido la ciudad de referencia en el teatro a nivel español y ahora lo está dejando de ser.

Ha sido una de las cosas más satisfactorias que he hecho nunca a nivel creativo

También es muy conocido por sus hilos de Twitter como el de Emil y Xaver que tiene más de 33 mil retweets y 66 mil Me gusta.  ¿Cómo se decidió a crear esta historia y a explicarla a través de Twitter?

Cada historia que se me ocurre me reclama un formato determinado y en este caso fue instantáneo. Estaba en esta tumba, que existe de verdad, y le hice una foto porque me preguntaba cómo era posible que hubiese dos soldados enterrados. Así que decidí que quería escribir algo pero que fuese muy inmediato, algo que a la semana siguiente la gente pudiese disfrutar. Además, llevaba tiempo con interés por el formato del hilo de Twitter. Al principio, pensaba que sería una cosa de cuatro días, que lo explicaría rápido, pero la cosa se fue complicando y fui añadiendo elementos al ver que todo era cada vez más grande. Además, ha sido una de las cosas más satisfactorias que he hecho nunca a nivel creativo. Es curioso que una cosa con la que no he cobrado nada y que ha sido tan libre me haya dado respuestas tan positivas de la gente. Aunque también cuando acabé la historia se creó mucha polémica porque la gente se pensaba que era verdad y no sabía que era ficción.

¿Veremos a Emil y Xaver en persona, en una serie de Netflix, en un libro…?

Tengo ofertas. Tengo ofertas de muchos tipos: de novela, de novela grafica… pero aún no he concretado nada. Quiero que sea algo muy especial y no descarto que en el futuro tenga una segunda vida.

About The Author

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.