No hay madrileño que no conozca la calle. Bien para «subir» a Gran Vía, para «bajar» a Sol. La calle Montera, que tiene sus orígenes en dos leyendas. Una que dice que al Rey Sancho IV se le cayó su montera al llegar a la altura de la actual calle por ir bebido. La otra, dice que se debe a la mujer de un hombre de Montero de Espinosa que tenía por mote ‘la Montera’, cuya belleza producía desórdenes públicos en sus paseos por la villa, configura una de las principales arterias del centro de la capital. Al menos desde 1658, cuando se plasmó la calle en el Plano de Teixeira, al Sur de la Red de San Luis.

En el siglo XVIII la calle Montera se convirtió en una calle de lujo donde las personas más elegantes de la ciudad se dejaban ver. A finales del siglo XIX, la calle es testigo del monumental cambio que sufrió la Puerta del Sol hasta llegar a 1920. En esa fecha, Valle Inclán hacía mención a la calle fijando una de las escenas de ‘Luces de Bohemia’ en la taberna Pica Lagartos, que a día de hoy da nombre a una famosa terraza de Gran Vía. Justo en esa época se pone patas arriba, pues el Metro tenía que pasar por debajo, llegando hasta su última gran reforma, su peatonalización en 2009.

Pero, sin duda, el aspecto que más conocemos de una de las calles más icónicas de la Villa, es el actual. Montera se ha convertido en una calle en declive donde los viandantes se encuentran con muchos cierres echados. No sin olvidar el problema endémico de prostitución, que sufren vecinos y comerciantes desde hace años.

Ha habido multitud de intentos de erradicar la prostitución de la calle, sin ningún éxito. La última intentona viene de la mano de un hotel de lujo. En los números  25, 27, 29 y 31, los obreros ya han comenzado las obras que transformarán los desaparecidos cines Acteón, la zapatería Los Guerrilleros, el bingo Montesol, la juguetería Rosa Negra y la sala de fiestas Wind, con unas obras que durarán hasta 2021, con un coste de 12 millones de euros.

Los comerciantes no estamos en contra de que ejerzan, sino de lo que generan

Los comerciantes se muestran optimistas ante la creación del hotel «debería de erradicarse la prostitución porque la imagen de la calle no va a la par de lo que pretende hacer» apunta una trabajadora de una zapatería contigua a las obras. Aunque matiza: «Los comerciantes no estamos en contra de que ejerzan, sino de lo que generan».

Los comerciantes también insisten en lo desmejorada que está la calle: «han hecho la reforma de la Gran Vía y la han dejado muy bonita, pero esta calle está abandonada«, cuenta una dependienta. También manifiestan su preocupación por las dos grandes obras que se producen en la calle «entre las obras del metro y las del hotel, pasa menos gente por la calle y las ventas caen». Preguntados ante la fórmula que haga que la calle luzca como sus calles vecinas, todos coinciden «lo que hace falta es que haya negocios con cierta calidad, no solo de restauración».

La comisaría no hace nada, solo sirve para multar, no para prevenir y estar donde tienen que estar

Ellas alegan que prefieren estar allí por cuestiones de seguridad. «En la calle siempre hay gente y policía. Si en un club hago una «travesura» me despiden» cuenta una de ellas. Además insisten en que ellas no ejercen en la calle, por lo tanto «no causan ningún problema» porque, dicen «no nos metemos con nadie».

Los comerciantes de la calle también se lamentan por la situación actual de la calle, a la que culpan en gran parte a la comisaría de la Policía Municipal. «No hacen nada, dejan que aquí haya borrachos que vienen con las chicas y ante cualquier cosa te mandan a la comisaría de la calle Leganitos» cuenta un comerciante de la calle. «La comisaría no hace nada, solo sirve para multar, no para prevenir y estar donde tienen que estar» declara el propietario de un comercio cercano a la comisaría.

Los vecinos, conscientes de la problemática de la calle insisten en que las chicas no generan grandes problemas. «Ellas no molestan a nadie ni se acercan a nadie, solo a aquellos que requieren sus servicios» apunta Fran, que lleva viviendo siete años en la calle.

Los grupos municipales ¿Qué hacen con la prostitución?

El pasado enero, el Grupo Municipal Socialista hizo una propuesta de ordenanza contra la prostitución desde la Comisión Conjunta de Equidad, Derechos Sociales y Empleo y Salud, Seguridad y Emergencias para abolir la prostitución en la ciudad. En ella tanto C’s como el PP decidieron votar en contra, y Ahora Madrid, partido que tiene el bastón de mando, abstenerse.

Las ordenanzas que sancionan lo que hacen es poner más en peligro a las mujeres en vulnerabilidad y no hacen eliminar la prostitución ni reducir la demanda

El Equipo de Gobierno ha interpuesto 43 enmiendas en base a dos informes de la Asesoría Jurídica. Además, el Área de Género y Diversidad considera que la medida “limita los derechos de las mujeres y las criminaliza”.

Por si fuera poco, el Ayuntamiento se encuentra realizando un ‘Plan Operativo contra la trata de mujeres y otros abusos de derechos humanos en contextos de prostitución’. Con él se pretende mejorar la detección, atención integral y protección de las víctimas de trata y prostitución coercitiva, así como los derechos de otras mujeres en contextos de prostitución.

Para Celia Mayer, delegada del Área de Género y Diversidad hay que «abordar la prostitución como un enfoque puramente social y de derechos«. Y añade: «las ordenanzas que sancionan lo que hacen es poner más en peligro a las mujeres en vulnerabilidad y no hacen eliminar la prostitución ni reducir la demanda».

Hemos intentado contar con la opinión del resto de grupos municipales que están en el Ayuntamiento. Finalmente, PSOE, C´s y PP han declinado participar en el reportaje.

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