El proceso para desarrollar el experimento en el que los 38 cachorros de Beagle serán ejecutados hasta que su jaula quede vacía, ya ha comenzado. Pero nunca quedará vacía.

«Estamos aquí por los animales»

En el Paseo que recorre la Gran Vía principal, se escucha el grito de «estamos aquí por los animales». Piden una «ciencia con conciencia». Algunos viandantes detienen su rumbo, expectantes al llanto de los que defienden los derechos de los animales. Sacan sus móviles para grabar la protesta que sucedió el pasado domingo 6 de marzo, fecha en la que la Universidad de Barcelona aseguró que comenzarían el experimento científico.

Otros fruncen la mirada y miran la convocatoria con incredulidad y desprecio, mientras se escuchan susurros. «Se quejan por todo», critica en voz baja un varón junto a su acompañante. Lo cierto es que seis cachorros de perro morirán este mes. Y probablemente, el próximo mes, lo harán otros seis, y así sucesivamente, hasta que la jaula de los 38 cachorros se encuentre vacía. 

«Dicen que es necesario hacer necropsias para el estudio de histopatología; no hace falta matar a los perros para estudiar sus órganos, al igual que no nos matan a nosotros cuando nos hacen una biopsia», sostiene Iglesias.

Ana Iglesias, organizadora de la convocatoria, durante el manifiesto de la protesta explicó que «a los beagles del experimento de toxicidad se les forzará a ingerir, durante 28 días, un fármaco a través de sondas nasales y gástricas, es decir, les meterán un tubo a la fuerza hasta el estómago«. «Dicen que es necesario hacer necropsias para el estudio de histopatología; no hace falta matar a los perros para estudiar sus órganos, al igual que no nos matan a nosotros cuando nos hacen una biopsia», sostiene Iglesias.

 

«Interés puramente económico» 

El miércoles 2 de febrero, la Universidad de Barcelona confirmó que los 38 cachorros beagle, de apenas ocho meses de edad, serán sacrificados tras participar en un ensayo clínico de un fármaco antifibrótico. La UB explicó que el tratamiento se desarrollará en la sede del Laboratorio Vivotecnia Research en la capital madrileña y que, durante la primera parte del estudio, se administrará este fármaco a seis cachorros de perro. Según las palabras de la institución a la Agencia Efe, los seis primeros no serán sacrificados y serán puestos en adopción.

Varios representantes del Partido Animalista contra el Maltrato Animal (Pacma) se reunieron a principios de marzo con los responsables del Parque Científico de Barcelona. Cristina García, la vicepresidenta del partido, salió de la reunión «muy preocupada e indignada» porque se percató de la falta de voluntad de la entidad para paralizar el proceso y destacó el «interés puramente económico». Asimismo, explicó que la institución no tiene la intención de garantizar la adopción de los seis primeros cachorros, por lo que, la decisión queda en manos del Laboratorio Vivotecnia, anteriormente acusado por maltrato animal en sus instalaciones tras las declaraciones de Carlota Saorsa en abril.

Ana Iglesias, organizadora de la convocatoria, leyendo el manifiesto en la Puerta del Sol.

Un proyecto financiado con fondos públicos

La empresa que avala el proyecto forma parte del PCB bajo el programa Retos Investigación, del Ministerio de Ciencia e Innovación. Según los científicos del Parque, antes de probar el tratamiento en personas es obligatorio realizar un estudio de toxicidad en dos especies de mamíferos. Señalan que es “imperativo” que una de las dos no sea una roedora. También, añaden que no se conoce ningún método alternativo en la actualidad al uso de los animales que pueda sustituir esta metodología.

Desde Código Público, hemos preguntado tanto a la Universidad de Barcelona, al Parque Científico de Barcelona y al Laboratorio de Vivotecnia por si nos podrían facilitar las legislaciones a las que se sostienen en el marco europeo. Así como las aclaraciones respecto a la adopción de los seis primeros cachorros que iban a poner a disposición. Sin embargo, este medio no ha recibido respuesta por su parte.

Una manifestante sostiene un cartel en el que indica que «el 92% de medicamentos y vacunas fallarán en humanos».

 

Sin respuestas

«Llevan décadas gastando billones de dólares y euros para investigar el cáncer y no solo no se erradica la enfermedad, sino que cada vez hay más casos; lo mismo con las demás enfermedades», manifestó Ana Iglesias durante la concentración. En 2021, se registraron 276.239 casos detectados por cáncer, frente a los 280.101 que la Sociedad Española de Oncología Médica prevé apuntar este año.

“Estas alternativas son en las que hay que trabajar y mejorar; jamás se ha conseguido reproducir una enfermedad humana en un animal, son modelos en los que reproducen artificialmente los síntomas de las patologías en una especie totalmente distinta, y eso no funciona ni va a funcionar nunca”, continúa la organizadora de la convocatoria.

Desde Código Público, hemos preguntado tanto a la Universidad de Barcelona, al Parque Científico de Barcelona y al Laboratorio de Vivotecnia por si nos podrían facilitar las legislaciones a las que se sostienen en el marco europeo. Así como las aclaraciones respecto a la adopción de los seis primeros cachorros que iban a poner a disposición. Sin embargo, este medio no ha recibido respuesta por su parte.

Varios manifestantes sujetan un cartel en el que señalan «entregadnos a los beagles».

La vía jurídica tampoco ha funcionado

La vía jurídica tampoco ha funcionado. El juzgado de lo contencioso número 6 de Barcelona ha rechazado el pasado miércoles 2 de marzo, llevar a trámite las medidas solicitadas por la asociación animalista LEX ANIMA para suspender el proyecto de las instituciones públicas. En el auto, los magistrados han inadmitido la petición por ajustarse a las exigencias de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa en materia de medidas cautelares.

La inocencia es lo último que se pierde, los animales nunca pierden la suya; hay que hacer que la gente abra los ojos porque nosotros sabemos lo que hacen, y se aprovechan de lo puros que son”, confiesa casi entre lágrimas una manifestante durante la protesta. El proceso para desarrollar el experimento, en el que los 38 cachorros de Beagle serán ejecutados hasta que su jaula quede vacía, ya ha comenzado. Pero nunca quedará vacía.

«Vivotecnia, la casa del terror», indica un cartel.

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