El Paseo del Prado no ofrece su imagen habitual. Frente al Museo del Prado se alzan desde hace dos meses 75 tiendas de campaña, las más baratas del Decathlon de Atocha. ¿El motivo? la lucha por los derechos de las personas sin techo.

El lugar de la acampada se encuentra frente al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en pleno Paseo del Prado de Madrid. Comenzaron el pasado 16 de abril, cuando solo eran 50 personas y poco a poco han ido aumentando el número de manifestantes hasta llegar a las 120 donde reclaman una vivienda y un trabajo digno, principios fundamentales de la Constitución, que según dicen, actualmente se están vulnerando al haber gente viviendo en la calle.

Entre los carteles colocados por la acampada se pueden leer datos que harían echarse las manos a la cabeza a cualquiera: «32.000 personas sin hogar, 65% con estudios de secundaria, 15,4% jubilados o pensionistas, sólo 3.5% puede trabajar”, algo que según nos cuentan, achacan al no poder contar con una vivienda donde poder, entre otras cosas, asearse.

El 63% de las personas que habían sufrido algún delito de odio no acudieron después a ningún tipo de servicio u organización especializada.

La acampada, que lleva ya unos dos meses frente al Ministerio, lejos de hacerse más pequeña crece día a día. Cada vez son más los que se concentran en el Paseo del Prado, lleno de carteles reclamando sus derechos.

Su protesta se inició en plena campaña electoral, en la que se hicieron escuchar. Una representación acudió a la puerta de los estudios de Prado del Rey donde se celebraba el debate electoral para las elecciones generales, donde pedían que los políticos se acordaran de ellos. Ninguno de los candidatos se hizo eco de sus protestas. Ni en el debate de la pública, ni en el de Atresmedia, en el que también estuvieron. Además, organizaron una protesta en plena jornada de reflexión frente al Congreso de los Diputados para pedir que se cumplan los derechos de este colectivo.

Los datos oficiales

Pese a todo, los datos son preocupantes. El noveno Recuento de personas sin hogar de Madrid ha arrojado que en la capital hay 2.772 personas sin hogar, de las que al menos 650 duermen en la calle y 234 se encuentran alojadas en centros de acogida temporal para inmigrantes. Además, el 73% de estas personas son hombres, y tienen una media de edad de 47,1 años. Seis de cada diez son extranjeras.

El miedo, la ira y la sensación de indefensión se apoderan de las personas sin techo al sufrir una agresión.

Comparando con otros recuentos, las personas que duermen en la calle han aumentado un 25%, mientras que las alojadas en los centros municipales han aumentado de 1.121 a 1.250, es decir, un 11,5% más.

Por primera vez se han añadido al recuento las personas que duermen en asentamientos, en total 189, que suman 3.006 personas sin techo en Madrid.

En cuanto a las zonas donde estas personas se encuentran el distrito Centro se lleva la palma. El 41.5% de los sin techo se encuentran en esta zona de la capital, el 23,7 % de ellas afirman tener un trabajo. Sin embargo, la inmensa mayoría (más del 90%) lo hace sin contrato.

La inseguridad: un problema latente

El 55% de las personas contabilizadas han sido víctimas de algún delito desde que viven en la calle. De estas, solo el 30% han sido denunciadas a la Policía. Se trata de delitos de odio debido a «agresiones cuyo motivo es la situación de calle de la víctima; la persona recibe daño por el hecho de estar sin hogar.» según indica la Asociación Bokatas.

Son datos que se reflejan en diferentes encuestas. Por ejemplo, el Observatorio de Delitos de Odio contra Personas Sin Hogar, Hatento, hizo un estudio en 2015 donde llegaron a la conclusión de que el 47% de las personas entrevistadas confirmaron haber sufrido, al menos, un delito de odio. El 81% de estos casos, habían pasado por esa experiencia en más de una ocasión. El miedo, la ira y la sensación de indefensión se apoderan de las personas sin techo al sufrir una agresión.

El mismo estudio arrojaba que el 63% de las personas que habían sufrido algún delito de odio no acudieron después a ningún tipo de servicio u organización especializada. El 43% consideraban que no iba a servir para nada y el 19% no confiaba en ningún servicio.

El futuro de la protesta

Pese a todo, ellos siguen acampando por conseguir sus derechos. Algo que, según dicen tiene fácil solución. Tal y como cuentan, el problema se atajaría si el Ministerio usa todos sus recursos. De momento, lo único que han conseguido es que desde el Ministerio se les reciba para escucharles. Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid se ha comprometido a no desalojarles porque, dicen, es una protesta pacífica. Mientras tanto, avisan de que su acampada será indefinida hasta obtener una solución.

About The Author

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.