El centro productivo Zumosol, uno de los mayores de toda Europa, tiene a una gran parte de sus trabajadores en una situación precaria y desesperados ante la falta de actuaciones.

Fernando Trujillo es uno de los tres representantes de estos empleados, en la entrevista que concedió a este medio, expuso como su día a día acampados en el parking de la empresa se había vuelto insostenible.

La llegada a Córdoba de las altas temperaturas, con más de 43 grados, les dificulta cada vez más que puedan continuar sus reivindicaciones; a este nuevo inconveniente se le suma la necesidad de conciliación familiar. Puesto que es imposible que los 38 afectados se encuentren agrupados alrededor de las infraestructuras, deben coordinarse entre ellos mediante turnos rotatorios.

“Normalmente hay 7 u 8, incluso a veces solo 1” explicó Trujillo cuando se le preguntó sobre el número de trabajadores que se encontraban presentes en el día a día de la huelga.

¿Por qué encerrarse en un parking?

El factor clave de está huelga no reside en sí en el número de empleados que “custodian” las infraestructuras, sino en que siempre exista la presencia de alguno de estos protestantes.

Ante la falta actual de indemnización por parte la empresa, los trabajadores luchan por impedir que se venda la maquinaria que podría servir de activo para pagar sus indemnizaciones tras el proceso judicial; no pueden arriesgarse a que los directivos se justifiquen por la falta de liquidez.

El declive de una gran empresa

La compra de Zumosol en 2013, por el holding familiar turco Toksöl, supuso el inicio de un declive que continuará hasta la actualidad. La adquisición por parte de esta empresa farmacéutica del negocio de zumos perteneciente a leche Pascual, generó una caída importante en el negocio ante la falta de experiencia en este sector.

En 2019, las claras evidencias de los problemas latentes en Zumosol y la imposibilidad de realzarla de nuevo por sus propios medios, llevó a la división de la empresa en dos: la zona de envasado y la de exprimido;  más tarde se procedió a su venta. Sin embargo, los empleados sospechan que para la zona de envasado se creó una empresa pantalla para liquidar a los trabajadores.

Libertad de expresión o censura encubierta

Trujillo junto con el resto de sus compañeros lleva más de 12 meses abogando el apoyo de las administraciones públicas para lograr que se aplique la ley ante su caso.

Han sufrido cómo se han llevado a cabo continuas reclamaciones para posponer los juicios, el último fue postergado de abril a septiembre y aún se encuentran con la incertidumbre de otro posible aplazamiento.

Si bien se trata de un lento proceso judicial, los trabajadores ya han visto pequeños avances con una investigación de la Guardia Civil que ha imputado a ambos compradores de la empresa y por la que se abre la posibilidad de que alguno entré en la cárcel cuando esto finalice.

Sin embargo, a nivel mediático su caso no recibe el apoyo esperado, sin saber la verdadera causa, los trabajadores sospechan de la influencia de Zumosol para impedir que sus reclamaciones tengan mayor impacto. La falta de cobertura por parte del gobierno de Andalucía, es uno de los muchos indicios que les llevan a estas suposiciones junto con la escasez de medios que quieren cubrir su denuncia.

Alerta establecida en Twiiter
Alerta establecida en Twiiter

Periodismo ciudadano

Los trabajadores hacen una llamada a la intervención ciudadana para que se haga eco de su situación.

Las redes sociales están siendo su principal herramienta de denuncia: en ellas manifiestan su anulación de alta en la seguridad social, pero con la ausencia de la baja en esta misma; así como encontrarse en el “limbo” puesto que no los reincorporan ni los despiden.

facebook trabajadores afectados Zumosol

twitter trabajadores Zumosol

“No estamos en una república bananera, estamos en España”, con esta frase Trujillo definía el sentimiento que le producía verse en tales circunstancias dentro de país.

Trujillo junto con sus compañeros, ante la pérdida de esperanzas en las administraciones públicas, mantiene la fe en la divulgación por parte de la población; confían en las actuaciones del periodismo ciudadano mediante la subida de fotos, vídeos y situaciones parecida que expongan lo que los medios oficiales no pueden o quieren mostrar.

Desde su posición como operarios hacen una última petición dirigida a los consumidores: la necesidad de pensar en lo que está sucediendo más allá de los supermercados, a pie de calle, en las plantas de Zumosol. Su último deseo es la puesta en práctica del apoyo y la consideración ciudadana hasta que se lleve a cabo la regulación exigida.

¿Quién es el primo de Zumosol al que los trabajadores acusan de no pagarles las nóminas?

Sergio Medialdea recibió este apodo a partir del spot de 1993 que sirvió para denunciar el acoso escolar, y en el cual “el primo de Zumosol” era el personaje que defendía a los niños y adolescentes.

Foto cedida por Trabajadores Afectados Zumosol

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