Manual para seguir el 3N

El próximo 3 de noviembre en Estados Unidos se juega la carrera por la presidencia de la primera potencia mundial. Las idas y venidas de la campaña presidencial son seguidas todo el mundo, ya que quién se siente en el Despacho Oval durante los cuatro próximos años marcará el rumbo del futuro para todo el planeta.

Lágrimas en la lluvia

Diariamente olvidamos información de la que no nos percatamos y probablemente no volveremos a tomar consciencia de esos recuerdos jamás. En el fondo, cada uno de nosotros puede experimentar lo que un paciente de Alzheimer en una escala infinitamente reducida y sin manifestarlo de cara al mundo. La memoria es frágil como la cerámica pero maleable como arcilla en el torno. Y es que la debilidad de cada uno de nosotros se manifiesta ahí, en la construcción a fuego lento de nuestra personalidad, en la importancia que cada momento tiene de cara al futuro y en cómo somos capaces de cambiarlo y modificarlo todo en silencio como la programación de una máquina.

El peso de una corona

En los tiempos modernos la figura de una monarquía como jefatura del Estado es un anacronismo. Esto no es un juicio político, sino una realidad que las Casas Reales vigentes en Europa han asumido e interiorizado.  Para sobrevivir en un contexto europeo en el que la República es la norma, las 8 grandes monarquías que se mantienen han necesitado de encontrar mecanismos para dar sentido a su pervivencia. ¿Pero qué peso tiene una corona hoy en día?

¿Qué puedo aprender de Vox?

Para vencer no solo hace falta que parte de mis posiciones superen racionalmente a la contraria, sino que de aquellas que no se puedan vencer o que cuestionen directamente las mías tendré que aprender bien para asumirlas o bien para adaptar mis posiciones. Por lo tanto, a mí, persona que se dice de izquierdas, me gusta pararme a mirar las tesis más opuestas que hay en el contexto actual para ver cómo puedo aprender de ellas. Y así me pregunto, ¿qué puedo aprender de Vox?

Dad las buenas noches al malo

Es necesario dar al protagonista una personalidad con la que el espectador pueda empatizar, y al mismo tiempo, que sus acciones sean reprobables moralmente. La complejidad de tal operación nos ha dejado con grandes retratos como Michael Corleone en El Padrino, Tony Montana en Scarface (que se note que me gusta Al Pacino) o Henry Hill en Goodfellas. Por tanto, el presente artículo busca desmembrar como se escribe a un buen mafioso, que dice más de la realidad que de la ficción.

Feel the Bern

Con los resultados de los caucus del Partido Demócrata en Nevada escrutados a un 60%, el candidato Bernie Sanders ganaba con un 46% de los votos, más del doble que el segundo, el exvicepresidente Joe Biden. Tras ganar también las primarias de New Hampshire y el voto popular en el […]