“¿Qué ha pasado con Sofía Ellar?” ha sido la pregunta más repetida de las últimas semanas y es que la cantante ha sorprendido a sus fans en redes sociales con un cambio radical. Durante días, la artista dejó atrás su esencia, su melena rubia y su ropa de colores para teñir su mundo de tonos oscuros. Respuestas agrias y distantes, pelo negro, piercing y tatuajes conformaron a una nueva Sofía, al más puro estilo femme fatale, que se hacía llamar Madame. Pero, ¿qué hay detrás de este alter ego de la cantante? ¿Qué ha sido de esa “niña cansada de oficinas”?

“Yo lo siento mucho, pero habéis sido partícipes de un experimento social”, cuenta Sofía, que no Madame, ante las miradas de asombro de los espectadores del Cine Callao.

Ataviada con un vestido elegante y bajo la luz de los focos, la cantante cruza el pasillo de butacas y se sienta en primera fila. Es la noche del estreno de su nuevo proyecto musical y la sala está tan abarrotada como ansiosa por conocer qué se trae la artista entre manos.

Las luces se apagan y el cine se ilumina con un videoclip en forma de corto en el que Sofía Ellar presenta una trilogía musical bajo el título de “Mademoiselle Madame”, “Fama” y “El Último Johnny Bravo”. Con un ritmo electrónico, alejado del más puro estilo “Ellar”, los singles muestran a una mujer perdida, asomada al vacío y consumida por unas malas influencias que le llevan a terminar con una pistola entre las manos.

Tras la reproducción, la artista sube al escenario y, casi recreando la escena en la que Miley Cyrus se quita la peluca de Hannah Montana, Sofía Ellar se despoja de la suya, del piercing y de los “tacones de princesa”. Y así, de nuevo con sus bucles dorados, confiesa que ella no ha cambiado, y que Madame es parte de un experimento social.

Su alter ego representa la figura de alguien que ha caído al abismo, que ha perdido su esencia y que necesita ayuda. Tanto es así que lo quiso llevarlo al extremo y hacer creer a su público que se había convertido en ella para ver cómo este actuaba. Sin embargo, “transformada” en una mujer perdida y sin su esencia, recibió más críticas que apoyo, más juicios que preocupación. “Los cambios son necesarios, pero lo que es importantísimo es no perder la esencia y Madame me estaba comiendo por completo”, confiesa.

El proyecto Mademoiselle Madame surge cuando la artista se da cuenta de que ha creado 3 canciones completamente diferentes a todo su repertorio musical y que no encajan en un álbum. Además, a esto se le suma su “frustración por ser actriz” que le acompaña desde niña. “Siempre me ponían de árbol de Navidad en las funciones del colegio”, cuenta entre risas. De esta forma, vio en su proyecto una oportunidad de dar rienda a, como ella dice, otra de “sus locuras”.

Mademoiselle Madame es la antesala a su nuevo álbum “Libre” que verá la luz próximamente y con el que reivindica que “el arte es libre”. Por tanto, Sofía, la de siempre, no se ha ido. Vuelve más fuerte que nunca, aunque eso sí, sin perder su esencia, ni sus pino puente tras cada actuación.

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