La octogenaria feria pulveriza récords sorteando adversidades de todos los tipos. – Por Ciro Gutiérrez Hernández.

Vuelve la Feria del Libro, y lo ha hecho a lo grande. A sus ochenta y un años, la Feria del Libro de Madrid está como nunca. Algunos vaticinaban su final con la llegada de la Covid-19, y la no celebración de la edición del año dos mil veinte pareció darles la razón. Aunque sólo momentáneamente. Tras un ajetreado dos mil veintiuno, llegó la edición número ochenta de esta fiesta del libro y se vió que estos no tenían razón. Poco a poco, la tímida y precavida gente se fue acercando a las casetas, con la precaución y el miedo al virus por bandera, recuperando una normalidad enmascarada. 

Datos, datos y más datos.

Sin embargo, la sorpresa ha sido mayor cuando este año no solo se ha perdido, casi por completo, el miedo al virus, sino que además esta nueva normalidad viene acompañada del adjetivo arrollador. Se han batido marcas de asistencia y de beneficio por parte de las librerías, editoriales y demás comercios. Vuelve la Feria del Libro y no podría ser de otra manera. Si nos fijamos en los datos ofrecidos por las fuentes gubernamentales, la asistencia rozaría los tres millones cien mil ciudadanos, que acudieron a la cita con este evento dado entre los días 27/05/2022 y 12/06/2022. Esto supone un aumento del dos porciento con respecto al récord, el cual sustentaba la edición celebrada en dos mil diecinueve.

En relación con los datos económicos, las cifras ofrecidas por los comercios nos hablan de un gasto por parte de las familias de 10.207.000 euros. Aquí toca hacer un pequeño matiz: estos datos son el resultado de la compilación de los resultados ofrecidos por 356 comercios de un total de 423, lo que nos hace pensar que la cifra real es mayor. Sea como fuere, esto se traduce en un dos por ciento de aumento con respecto al año dos mil diecinueve. Otro tanto anotado. 

De los datos a los datados.

Y de tanto en tanto, esta edición también se apunta una victoria para alardear: la paridad del número de autores firmantes con las autoras es casi absoluta. De un total de 4.018 escritores, 2.182 eran hombres y 1.836 eran mujeres. Éxito rotundo. Motivo de celebración ya que en este mundo actual, donde se valoran los avances en igualdad, este debe de ser uno de los de mayor orgullo. La igualdad real en el ámbito de la cultura manda un poderoso mensaje a las demás áreas donde este objetivo no se está consiguiendo.

Vuelve la Feria a La Casa de las Fieras.

Vistos los datos, fijémonos ahora en el culpable de estos resultados, en el responsable de semejantes cifras: el lector. Esta fiera ha sido fiel, demostrando una vez más que aquel augurio que hablaba del fin de la lectura convencional, la de los libros de papel, ha de esperar un poco más para cumplirse. Además, todas las especies de esta familia de fieras han acudido a la cita sin falta alguna.

Por un lado aparecieron, y en abundancia, las familias. Con todos los miembros, las familias echaron los días recorriendo el Paseo de Coches, cediendo ante los deseos de sus hijos por un nuevo cómic, libro o historieta, y también (¿por qué no?) ante algún capricho. Una ramificación de esta especie son los «mirandas», individuos solitarios o grupos que se dedican a pasear frente a los puestos sin más intención que la de recorrer con la mirada los títulos, asentir con la cabeza al reconocer un autor o un ejemplar de éxito y continuar su paso como si con ellos no fuera el asunto. Gracias mirandas, la feria no sería nada sin vosotros.

Por otra parte, no faltaron a la cita los editores. Con editores no me refiero a los miembros de las editoriales, sino a aquellos que se acercan por los puestos de estas, donde buscar novedades entre sus filas o preguntar por antiguas y escasas ediciones. Estos, aunque exclusivos con sus elecciones, aportan un mayor ritmo al desarrollo de la feria, ya que se mueven con premeditación y circulan con paso decidido invirtiendo el tiempo justo y necesario para sus quehaceres.

Lo convencional siempre triunfa.

Sin embargo, el grupo más numeroso es el de los lectores convencionales: aquellos que acuden con una o dos ideas en la cabeza, que ven a un autor al que aprecian y acuden a su mirada con cara tímida y voz quebrada, que disfrutan del placer de pasear por el Retiro y además llevarse un pedazo de cultura a su casa, celebrando la vuelta de la Feria del Libro.

Si alguno de los lectores se siente identificado con alguno de los especímenes mencionados que no entre en pánico: no hay razón alguna para sentirse menospreciado o criticado, debido a que todos componen la armonía del público que hace de la feria la Feria. Son todos una parte del mecanismo que conforma la literatura e impulsa a los demás a no desistir y ser partícipes, en futuras ediciones de la Feria o en el día a día, del espectáculo que presenta nada más y nada menos que un libro. Después de este año, se puede afirmar con rotundidad que vuelve la Feria del Libro.

 


Referencias:

https://www.elconfidencial.com/cultura/2022-06-13/la-feria-del-libro-de-madrid-cierre_3441108/

Tres millones de visitantes gastan 10 millones de euros en la Feria del Libro de Madrid

About The Author

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.