Siempre se ha considerado la poesía como uno de los medios más directos para entender la sociedad. Pero no siempre se le ha dado la importancia que debería. En este siglo XXI han nacido una enorme cantidad de poetas y ahora mismo en España existe una gran revolución poética. Enormes multitudes son las que han conseguido llenar recitales y jam sessions, donde los poetas han podido dar rienda suelta a sus palabras.

Actualmente se viene criticando mucho a estos nuevos escritores, a esta generación que ha nacido de las redes, a estos poetas mainstream. Pero hay algo que no podemos poner en duda, y es que han conseguido aumentar las ventas de este género como no se había visto nunca en España. Muchas editoriales han creado sellos específicos y se han sumado al carro de la poesía urbana. Otras se han adentrado en esos libros que mezclan narraciones, con pequeños poemas, algo así como diarios mixtos del artista. En su gran mayoría para probar este nuevo mercado. Es innegable que la poesía está de moda, al menos entre la juventud española.

Por consiguiente, los críticos y estudiosos de la literatura se han preguntado cómo es esta poesía y de dónde viene. Tal y como expresa Jesús Ruiz Mantilla (1) en su artículo, esta generación de escritores no están resentidos con un determinado grupo o están arraigados a una corriente literaria. Al contrario, se acogen a la forma que más les guste o les convenga según la poesía que quieran escribir.

«Por primera vez no hemos sentido necesidad de matar al padre (la poesía de la experiencia) o reivindicar al abuelo (los novísimos). Esa transición pacífica se da porque no han existido banderas, ni escuelas, ni facciones enfrentadas. No hemos declarado ninguna guerra literaria» Rodríguez Marcos (1)

Como comenta uno de los escritores que cita el autor en su artículo quizás es que a estas nuevas voces les falta un referente claro. Alguien que marque la tendencia o esa persona que cree esa nueva forma de escribir. Que pueda definir claramente a esta nueva generación para que se engrandezcan y no se dispersen entre todos. Uno de los grandes problemas que están teniendo todos estos nuevos poetas es la pluralidad de voces que hay en el mercado. Antiguamente se contaba con un público más reducido, quizás también más elitista en cuanto a poesía. Mucho más selectivo, los lectores tenían un pequeño margen en el que elegir.

Eso no pasa ahora, encontramos numerosas editoriales independientes, que apuestan por esa pluralidad de voces en su catálogo. Antologías con esos nuevos poetas para darse a conocer. Muchos de ellos optan por autopublicarse sus propias obras para ofrecerlas al mundo. Y otros tantos aprovechan las redes sociales para crear su pequeña comunidad de lectores, que en muchos casos le consiguen un contrato editorial. Precisamente esta multitud de opciones puede hacer que el lector se vea perdido y abrumado, al igual que el escritor. Y a veces da la sensación de que la poesía se ha vuelto el nuevo rock and roll como dice Irene X (2). Ya que muchos de estos autores se han convertido en verdaderas estrellas de rock, llenando recitales y firmas de libros. Teniendo miles de seguidores.

Debido a todos estos asuntos, es lógico que nos planteemos si la poesía es una moda pasajera o si se está tratando con el mimo y el respeto que debería. En muchas ocasiones, nos encontramos con poemas con muy poca fuerza, sin grandes imágenes. Nos puede dar la sensación de que escriben cualquier frase normal y le van dando al enter para que conforme los versos. Este es uno de los grandes problemas de esta nueva generación, se está creando una tendencia al ‘todo vale’. Cualquier cosa que se escriba con intenciones poéticas es poesía. Obviamente, esto no ocurre con todos los artistas, hay autores que merecen la pena, que apuestan por grandes símbolos, por la experimentación y el choque que producen sus palabras. Es lógico que estos nuevos escritores se encuentren un poco perdidos, ya que en esta sociedad capitalista en la que vivimos cuentan más los números de ventas que la calidad.

Y además está muy presente la condición mediática, ya que muchos de estos poetas han publicado por el mero hecho de ser gente influyente en las redes sociales o contar con muchos seguidores. Tal y como dice Martín Lopez-Vega (1):

«Uno de nuestros graves problemas es la ausencia de discusión estética. Hay poetas muy distintos, pero también mucha desgana por pensar»

Hay que plantearse antes de escribir que la poesía es mucho más que un sentimiento puro y desgarrador, que se vale de imágenes potentes para llegar al lector. Que se sirve de mucho más que de una forma exterior. Actualmente no existe esa necesidad de una forma prefigurada pero sí se debería intensificar la preocupación por el modo en el que escribimos. Por ir más allá, ser valientes y disfrutar del experimento. Tener la suficiente astucia para poder trabajar en las palabras, tachar las veces que haga falta y rehacer un verso mil veces hasta que sea perfecto.

Por consiguiente, cada poema se tiene que ver en su contexto. No se puede juzgar a un artista por sus antecesores, sino por su obra. Es cierto que a muchos de estos poetas les falta quizás más técnica o lecturas a la espalda, pero hay que tener fe y creer que van a mejorar. Y que quizás los teóricos actuales no podamos verlo aún con la suficiente lejanía como para poder entenderlo a la perfección. Hay grandes artistas que se han entendido y valorado a posteriori.

«No deja de parecerme llamativo que la poesía esté de moda en un mundo en el que nada rima con todo. Supongo que tiene que ver con el hecho de que, al estar el futuro tan encima y con tan poca gracia, buscamos refugio dentro de algunas palabras» Ajo.(1)

En definitiva, la poesía siempre va a ser el termómetro de una sociedad. Una de las mejores maneras de ver cómo las personas sentimos nuestro propio tiempo. Cómo nos recogemos en las palabras y encontramos ese pedazo de esperanza. Nos podemos descubrir a nosotros mismos con unos versos. Cómo somos capaces de comprender el mundo, o al menos intentarlo. Luchemos a favor de la poesía.

 

Los textos que se han comentado y han servido de apoyo para el artículo:

(1) Ruiz Mantilla, Jesús. Poetas de aquí y ahora. EL PAÍS. (13 de junio de 2010)

https://elpais.com/diario/2010/06/13/eps/1276410415_850215.html

(2) Aguilar, Andrea. Versos para multitudes. EL PAÍS. (22 de marzo de 2017)

https://elpais.com/cultura/2017/03/20/actualidad/1490038585_644569.html

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