A escasas dos semanas para que la Academia de Hollywood entregue sus premios anuales, te explico los 5 pasos que cualquier candidato debe seguir para hacerse con la estatuilla.

1. Construye una buena narrativa a tu alrededor

El que crea que todavía se premia a quien más lo merece está completamente equivocado. Un buen trabajo ya no es garantía de absolutamente nada. Cada vez más, las categorías actorales las gana quien dé una mejor historia a los votantes de por qué se merece el premio.

Sin ir más lejos, la más que probable ganadora de este año, Glenn Close, se alzará con la estatuilla por ser una actriz veterana y querida con 6 nominaciones a sus espaldas y ninguna victoria. ¿Hay algo más atractivo que premiar a una leyenda viva?

Esta técnica es una de las más factibles en los últimos años. Por citar otro ejemplo notable, Leonardo DiCaprio se llevó el premio hace unos años con probablemente la peor actuación de su carrera por encima de sus muy superiores compañeros. ¿Que cómo lo consiguió? Haciendo creer a los votantes que él también era una leyenda de la actuación y que era injusto que no se lo hubieran reconocido aún.

Hagamos como que este premio es por El Lobo de Wall Street, ¿vale?

2. Que no te pierdan de vista

La carrera al Oscar debería convalidarte el hacer una maratón. Y si no, que se lo digan a Emma Stone. La La Land se estrenó en el Festival de Venecia a principios de septiembre. Los Oscars se celebraron a finales de febrero del año siguiente. En esos casi 6 meses de campaña, la actriz asistió a todo evento habido y por haber. De verdad, que no se perdió ni uno. Y cómo no, los votantes no pudieron sacársela de la cabeza. Normal que al anunciar su nombre soltara un resoplido de alivio que tenía más de “por fin puedo pasar un domingo en casa”  que de cualquier otra cosa.

Ya con su premio, Emma descansaba por primera vez en medio año

3. Toma las riendas de tu campaña

En 2010, The Fighter estaba cosechando algunas de las mejores críticas del año para su reparto. Cuando llegó la hora de ajustar el presupuesto de la campaña de cada actor, Leo vio que el estudio había decidido que una actriz de reparto alrededor de los 50 años no merecía una promoción tan grande como el resto. ¿Y qué hizo ella? Sacó todos sus ahorros del banco y pagó una serie de anuncios en las publicaciones más importantes de la industria: “Para vuestra consideración. Melissa Leo” y una foto de la actriz. Nada de citar críticas, ni siquiera el título de la película. Simple y directo. Y al final, terminó llevándose la estatuilla a casa y dejando en ridículo a los grandes publicistas con los que contaban el resto de nominadas.

Melissa Leo estaba tan emocionada que tuvieron que censurarle una palabrota en pleno discurso

4. Evita las polémicas a toda costa

Si en el primer punto os destacaba la importancia de tener una historia que funcione a tu favor, aquí os digo que es igual de importante no contar con ningún motivo en tu contra.

¿A que el nombre de Nate Turner no os suena de nada? Bueno, pues hace tres años estaba en boca de toda la industria por El nacimiento de una nación, película que dirigía, escribía y protagonizaba, y que estaba destinada a arrasar en la temporada de premios. Hasta que un día salió a la luz la supuesta violación que Turner había cometido durante su tiempo en la universidad (y cuya víctima se había suicidado después) y todo Hollywood decidió olvidarse por completo de él.

Algo parecido está ocurriendo con Bohemian Rhapsody, cuyo director, Bryan Singer, fue despedido por las acusaciones de violación que lleva años acarreando. El equipo de la película está intentando evitar hablar del director a toda costa porque saben que eso perjudicaría sus opciones de premio y, sinceramente, ojalá lo haga. Academia, Bohemian Rhapsody es muchas cosas, entre las cuales no se encuentra ser una buena película.

¿Conseguirá Rami Malek hacerse con la estatuilla el próximo 24 de febrero?

5. No hagas caso a ninguno de los pasos anteriores

Sylvester Stallone llevaba 40 años siendo Rocky y perdió. Mo’Nique se lo llevó sin salir de casa. A Diana Ross la criticaron por no hacer caso a su publicista y ser una pesada con su campaña. Y a Casey Affleck se lo dieron hace dos años aun estando acusado de varias violaciones.

No hay ninguna estrategia infalible para ganar el Oscar (si dejamos de lado a Harvey Weinstein haciendo bullying a medio Hollywood y violando e intimidando a la otra mitad). Y es que, a veces, la Academia sí que termina premiando a quien de verdad más se lo merece. O simplemente, a quien le sale de las narices.

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