Si pudiéramos tener contacto con otra vida extraterrestre, ¿Cómo sería? ¿Podríamos comunicarnos con ella?

Conforme van avanzando los avances científicos tenemos más cerca el posible contacto con un alienígena. Desde la llegada a la Luna esto ha sido un pensamiento continuo en la sociedad. Si llegamos a ellos, ¿qué opciones hay de entendernos? ¿podremos hablar con ellos? De ser así, ¿cómo sería?

Estas cuestiones son las que se plantea Stanislaw Lem en Solaris. Esta novela fue publicada en Polonia en 1961. Esta novela es la más famosa del autor debido a la adaptación de Andréi Tarkovski (1972)  y al premio que le otorgaron a la misma en el festival de Cannes.  El polaco es uno de los autores principales del género de ciencia ficción, uno de los pocos que no es de habla inglesa. Además sus libros son considerados la base de este género debido  su continuo pensamiento filosófico y reflexivo de la sociedad.

Sinopsis de la novela:

Solaris, Stnislaw (Impedimenta, 2012)

Kris Kelvin acaba de llegar a Solaris. Su misión es esclarecer los problemas de conducta de los tres tripulantes de la única estación de observación situada en el planeta. Solaris es un lugar peculiar: no existe la tierra firme, únicamente un extenso océano dotado de vida y presumiblemente, de inteligencia. Mientras tanto, se encuentra con la aparición de personas que no deberían estar allí. Tal es el caso de su mujer -quien se había suicidado años antes-, y que parece no recordar nada de lo sucedido. Stanislaw Lem nos presenta una novela claustrofóbica, en la que hace un profundo estudio de la psicología humana y las relaciones afectivas a través de un planeta que enfrenta a los habitantes de la estación a sus miedos más íntimos.

La pluma de Stanislaw está cargada de un humor negro y mucha ironía.

Aunque a veces se puede llegar  hacer pesada la estructura de la novela, ya que incluye muchos capítulos en los trata de explicar de un forma científica cómo está compuesto ese planeta y cómo funciona esa gran masa oceánica. Nos ofrece un estilo puramente realista, muy detallado típico de los autores de estos años. Pero también nos devuelve un mirada amplia en cuanto a la profundidad de los personajes.  Nos lleva de la mano por todos los recovecos del pensamiento y los sentimientos del protagonista, el doctor Kelvin.

“El ser humano ha emprendido el viaje en busca de otros mundos, otras civilizaciones, sin haber conocido a fondo sus propios escondrijos, sus callejones sin salida, sus pozos, o sus oscuras puertas atrancadas.»

En la mayoría de ficciones nos encontramos con un contacto extraterrestre antropomorfo o al menos con el que somos capaces de comunicarnos. Pero Stanislaw nos propone un contacto con una un único ser, que no comprende de individuos, una mas oceánica que trata de comunicarse a través de un ser del pasado. Para Kelvin es su exmujer ya muerta, de esta forma le da una vuelta al concepto clásico del doble y también del fantasma.

El doble como reflejo del pasado

Cada científico recibe la visita de una persona de su pasado que desgraciadamente ya no vive, y estos seres son creados a partir de la memoria de cada uno de ellos. Su comportamiento, rasgos físicos, todo está calcado de sus recuerdos. ¿nos encontramos ante una copia exacta? Sí y no. Haley es capaz de razonar de entender que no es quien pretende ser, sino una copia de la real.

“Quizás el océano había logrado trastocar mi cerebro, me había sumergido en un mar de alucinaciones y, si era así, resultaba inútil malgastar las fuerzas en vanos intentos por resolver tantas adivinanzas, por desvelar el misterio de tantas realidades inexistentes.”

Stanislaw trata temas profundamente humanos, tales como la muerte, el existencialismo y la culpabilidad. Con el personaje de Haley podemos comprender cómo se siente un doble sabiendo que su propia existencia es falsa, está cread a base de los recuerdos que Kelvin gurda de su verdadera mujer, a la que dejó morir. Además con el protagonista podemos ver cómo va desarrollando sentimientos por esta falsa y renovada mujer a la que tanto amaba en el pasado. Ella es capaz de reconocer todo lo que está pasando, es capaz de reaccionar y evolucionar ante ello. Esta situación con los dobles se torna terrorífica.

¿Es Solaris una lección de lo que no debemos hacer?

Esta compleja novela de ciencia ficción nos hace preguntarnos a los lectores hasta qué punto podríamos llegar por volver a ver a un ser querido, si nos volveríamos locos por ese doble. Además de plantearnos la existencia propia de un ser tan avanzado como es el mar de Solaris. Ya hemos visto en ficciones como La llegada, que no siempre es fácil comunicarse con otro ser y menos con lenguajes tan opuestos. Esto es lo que remarca Stanislaw. El contacto con un extraterrestre, con un planeta entero completamente distinto no tiene porqué ser fácil, ni pacífico. ¿Qué nos deparará el futuro? ¿Estaremos preparados par enfrentarnos alguna vez con un ser tan complejo como Solaris? 

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