Sakhir se ha convertido en la parada indiscutible de la Fórmula 1 en Oriente Medio. Dieciséis años desde su debut en 2004 con una única ausencia en 2011, el paso por el desierto de Bahréin deja infinidad de recuerdos. Además, esta temporada se suma a los circuitos de Austria y Reino Unido como sede de dos grandes premios, una oportunidad que surge en un calendario atípico. Pero, sin duda alguna, este año Bahréin ha sido escenario de milagros y pesadillas.

El milagro del Gran Premio de Bahréin

La primera cita en el Circuito de Sakhir pudo saldarse en una auténtica tragedia de no ser por el halo. Cuestionado en su llegada allá por el 2018, se mostró imprescindible para salvar la vida de Romain Grosjean. El piloto francés perdió el control de su monoplaza cuando trataba de superar a Kvyat y chocó con la barrera, se fracturó en dos y quedó envuelto en llamas. Aquellas imágenes recorrieron todos los informativos deportivos.

Afortunadamente, tras 27 segundos entre las llamas, Grosjean pudo abandonar el monoplaza y se puso a cargo de los servicios médicos del circuito y la FIA. Todos los agradecimientos que recibieron son más que merecidos, tras poner en juego sus vidas y salvar la del francés. Una vez superado el terrible accidente, la carrera retomó su curso normal, con la victoria de Lewis Hamilton, ya coronado como heptacampeón del mundo.

La pesadilla de Mercedes en el Gran Premio de Sakhir

Esta comenzó temprano con el positivo por COVID-19 de Hamilton y su ausencia para Sakhir. Entonces Mercedes recurrió a George Russell, piloto de Williams, para ocupar su lugar durante el fin de semana. El piloto británico no desaprovechó una oportunidad de oro para situarse como el más rápido durante los libres del viernes, ejerciendo presión sobre un errático Bottas. En cambio, el sábado fue una historia completamente distinta, con otra cara del finlandés, que acabaría en la pole por milésimas frente a Russell.

La apuesta de futuro de Mercedes puso contra las cuerdas al presente del equipo nada más comenzar la carrera, liderándola casi en su totalidad, mereciéndose una victoria. Sin embargo, el cuento hadas de Russell acabaría por convertirse en una pesadilla. Un error en la parada de Mercedes arruinó la carrera de ambos. Para Russell supuso el final de todas sus opciones de victoria, obligándole a parar de nuevo por llevar una mezcla de ruedas. Para Bottas supuso tener que terminar la carrera con un neumático usado con el que no terminó de encontrar el ritmo.

La situación fue aprovechada a la perfección por Racing Point que acabó en 1º y 3º lugar, otorgando la primera victoria en Fórmula 1 al mexicano Sergio Pérez. Su carrera comenzó siendo, precisamente, una pesadilla, terminando la primera vuelta en último lugar. Sin embargo, su constancia y buen pilotaje sobre la pista, le sirvieron para alzarse con el triunfo.

En el horizonte de ambos fines de semana quedará para el recuerdo el milagro de Grosjean y como pudo salir de su monoplaza prácticamente ileso, con leves quemaduras, así como el fin de semana de Russell en Mercedes, un cuento de hadas que terminó en pesadilla para él. Y por último, el camino inverso del británico sería el del mexicano Pérez, imponiéndose en el desierto de Bahréin por primera vez y dando un golpe sobre la mesa, reclamando un asiento en Fórmula 1 para 2021.

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