Bien es sabido que el fútbol masculino en nuestro país es un deporte de masas siendo todo un espectáculo y un gran factor económico. En nuestra liga juegan los mejores jugadores en los mejores equipos, la selección absoluta es campeona del Mundo y tres veces de Europa, disponemos de impresionantes estadios como el Camp Nou o el Wanda Metropolitano, somos uno de mayores importadores de jugadores al resto de los países de todo el mundo, tenemos un estilo de juego propio, etc. Todo esto nos sitúa entre los mejores dentro del fútbol masculino, pero además en nuestro país estamos presenciando un gran golpe de efecto por parte del fútbol femenino, personificado actualmente en el F.C. Barcelona y sus posibilidades reales de alcanzar la final de la Champions League por primera vez para un equipo español.

Para contextualizar al lector, primero he de remontarme a los años setenta con la fundación de equipos femeninos en clandestinidad debido a la poca aceptación que tenía el hecho de que las mujeres practicasen cualquier deporte. En los ochenta la RFEF reconocía al fútbol femenino siendo este el primero de muchos logros posteriores como la creación del campeonato liguero femenino ocho años más tarde. La inauguración se produjo hace escasamente treinta años, cincuenta y nueve años después de que lo hiciera el campeonato masculino. Aquí presenciamos uno de los primeros inconvenientes a los que se enfrentan las mujeres en este deporte, y es su tardía incorporación a este con respecto a los hombres. Posteriormente, el campeonato ha ido evolucionando y perfeccionando su formato para garantizar una mayor justicia en la liga.

Metas ante la adversidad

Desde ese momento el fútbol femenino ha ido evolucionando conforme pasaban las décadas de forma considerable luchando contra viento y marea ante los estereotipos y la mentalidad machista de parte de la sociedad y alcanzando cimas que ninguna mujer llegó a imaginar hace treinta o cuarenta años: en 2015 la selección absoluta femenina se clasificó por primera vez en su historia a un Mundial; actualmente la Primera División Femenina es considerada como una de las ligas más importantes a nivel europeo según la UEFA; en el año 2014, Vero Boquete, la mejor jugadora de la historia de España, se colocó en octava posición en el FIFA Balón de Oro; el año pasado, la selección sub-17 se proclamó campeona del Mundo tras vencer a Uruguay consagrando a una generación con un futuro brillante; este mismo año hemos albergado en nuestro país el partido con más público en un partido femenino a nivel de clubes con un total de 60.739 espectadores que presenciaron el Atlético de Madrid contra el F.C. Barcelona en el Wanda Metropolitano.

Estas son alguna de los éxitos y alegrías que nos han dado las chicas en el mundo del fútbol, pero todavía existe una brecha abismal entre los hombres y las mujeres en cuanto a condiciones de trabajo se refiere. La diferencia física entre el hombre y la mujer, así como el espectáculo que genera el fútbol masculino es notable pero este hecho no significa que muchas futbolistas, a día de hoy, siendo profesionales no puedan vivir de su trabajo o no puedan conciliar su vida familiar de la misma forma que lo hacen los hombres. Simplemente se pide igualdad en el fútbol porque así será la única forma de avanzar.

El gran objetivo

Esta revolución que se está produciendo, va actualmente de la mano del F.C. Barcelona. El pasado sábado, el conjunto dirigido por Lluís Cortés vencía al Bayern de Múnich por cero goles a uno, en un partido dominado por las catalanas con numerosas ocasiones de gol en el feudo alemán. El gol de Kheira Hamraoui en la segunda parte pone por delante al Barcelona en la eliminatoria y tendrán que hacer bueno ese resultado en su estadio, aún por decidir (se ha especulado con el Camp Nou), para lograr lo que ningún equipo español ha hecho nunca: llegar a la final de la Champions League femenina.

La guinda a la gran temporada que están realizando las blaugrana sería alzar el próximo 18 de mayo en el Ferencváros Stadium de Budapest el trofeo que las acreditaría como las mejores de Europa. Sin duda, un sueño que poco a poco va cobrando forma gracias al trabajo y la calidad de estas grandes jugadoras. Pasen la eliminatoria o no, ganan o pierdan la final, se han ganado el respeto y la admiración de todo el fútbol español.

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2 comentarios en «El fútbol femenino español: de logro en logro»

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