El pasado fin de semana tuvo lugar el Campeonato mundial de Sprint y Paracanoe en la ciudad húngara de Szeged. Esta era la única cita marcada en el calendario, como consecuencia de la Covid-19, para los aficionados a las competiciones en aguas tranquilas.

A pesar de contar con alguna baja, aproximadamente 400 deportistas, procedentes de 26 países, han acudido a la cita. Lo han hecho bajo las medidas de seguridad y salud pertinentes, que incluían una prueba PCR obligatoria para todos los participantes. En el caso de la selección española fueron 27 los deportistas desplazados. Sin embargo, la baja más importante ha sido la de los 30.000 espectadores que acudieron el año pasado a esta cita. Mismo escenario, diferentes circunstancias.

El año pasado la selección alcanzó 7 veces el pódium y consiguió la clasificación de 4 embarcaciones en los Juegos Olímpicos de Tokio, que debería haber tenido lugar este año. Así pues, era mucha la confianza depositada en los deportistas españoles, que sin duda estuvieron a la altura, superándose, esta vez con un total de 10 medallas.

En K2 500 Albert Marti- Roi Rodríguez se hacían con el oro. Primer puesto también para Antía Jácome y Antía Otero en la categoría C2 200. Cabe destacar la temprana edad de Antía Otero, tan solo 17 años, la joven declaraba: “No me lo imaginaba. Sabía que podíamos quedar bien. Pero no ganar en el 200”.

Con la plata se hacían Juan Valle (KL3), Pelayo Roza- Pedro Vázquez (K2 500), Isabel Contreras (K1 500),  María Corbera (C1 5000) y María Corbera- Patricia Coco (C2 200). La propia María Corbera se hacía con su tercera medalla, esta vez un bronce, en la categoría C1 500. Bronce también para Sete Benavides ( C1 200 ) y Paco Cubelos- Iñigo Peña (C2 1000).

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