En la tarde de ayer, Arabia Saudí fue testigo de una gran final entre dos titanes de nuestra liga. El Athletic de Bilbao, tras remontar al Atlético de Madrid en la semifinal, llegaba con ganas de revalidar un título que hizo suyo en la pasada temporada. El Real Madrid, tras doblegar al FC Barcelona, lo hacía con la ilusión de lograr el primer título del año.

Ancelotti presentaba un once con tres cambios respecto al Clásico: Lucas Vázquez por Carvajal (baja por Covid), Rodrygo en el extremo (por lesión de Asensio), y el regreso de Alaba en el centro de la defensa. Por su parte, en el equipo de Marcelino sorprendía la ausencia de Nico Williams en el once tras su brillante actuación en semifinales.

Alineación Athletic Club. Fuente: @AthleticClub / Alineación Real Madrid. Fuente: @realmadrid

Primera parte: el Athletic puso la presión, el Madrid el control

Desde los primeros compases del partido, ambos equipos dejaron claras sus posturas. El Athletic se mostró muy férreo en defensa, presionando al rival muy arriba. Una línea defensiva muy organizada que no puso nerviosos a los blancos, capaces de disuadir la presión de los leones. El Real Madrid estaba cómodo con el balón en los pies. Se hizo desde el inicio con el control de la pelota, aunque quizá le faltaba agilizar el ataque para encontrar huecos y llegar con más peligro.

En el minuto 11 llegó la primera jugada discutible. El Athletic pedía penalti tras un disparo de Iñaki Williams que golpeó en la mano de Alaba que estaba en el suelo. El árbitro entendió que el austríaco tenía el brazo apoyado sobre el césped y no señaló pena máxima. La polémica estaba servida.

Jugada polémica en el minuto 11, en la que el balón golpea en la mano de Alaba. Fuente: EFE

Pero el juego seguía y la idea de los de Bilbao era clara: no dejar espacios y evitar un Madrid al contragolpe. Un planteamiento que les funcionó hasta el minuto 38, cuando Rodrygo se metió hasta el área y dio un pase atrás a Modrić que con un disparo perfecto con el interior la puso en la red (0-1). Anotaba así el croata el que es su primer gol de la temporada.

Tras el tanto, los de Marcelino intentaron dar un susto antes del descanso, pero no lo consiguieron. De hecho, se marcharon al vestuario sin lograr ningún disparo entre los tres palos. En la primera parte, sobre el verde, dos equipos muy serios en labores defensivas, con dominio blanco y con un Athletic al que le faltaba picante en la ofensiva.

Luka Modrić celebra el gol. Fuente: @realmadrid

Segunda parte: dos penaltis y una expulsión

La segunda mitad siguió con el guion establecido. Los de Ancelotti, con una circulación perfecta de balón. Los de Marcelino, con una presión intensa, pero con poco peligro arriba. Habría que esperar para ver si la entrada de Nico Williams por Berenguer en el inicio de la segunda parte surtía efecto.

Pero el partido se le iba a poner cuesta arriba al Bilbao. Minuto 50, penalti señalado a Yeray. Impactó el balón en su mano tras un disparo de Benzema. El francés no perdonó y convirtió la pena máxima (0-2) con un misil imparable cuya dirección adivinó el portero.

Benzema lanzando el penalti. Fuente: @realmadrid

Era el momento de asumir riesgos por parte del Athletic. Para ello, Marcelino hizo un triple cambio en sus filas: entraron Vesga, Raúl García y Yuri por Sancet, Balenziaga y Zarraga. Por su parte, a los blancos les tocaba defender bien y esperar a que los huecos aparecieran. Para ello, Ancelotti dio entrada a Fede Valverde por Rodrygo. El brasileño se marchó tras un partido intachable en el que aportó una verticalidad de la que el Madrid sacó provecho.

Los espacios arriba empezaban a aparecer, pero le faltaba precisión al conjunto blanco para sentenciar la final. Además, armaron una defensa muy poblada que los leones no conseguían superar. De hecho, Courtois fue un mero espectador hasta el minuto 80 de partido.

Nico Williams durante la segunda mitad. Fuente: @AthleticClub

Los últimos diez minutos del encuentro fueron otra cosa. El Athletic fue capaz de recuperar antes la pelota y rondar más el área rival. Con gente de refresco (entró Nico Serrano por Muniain) y un punto más de agresividad, el Bilbao empezaba a dar sensación de mayor peligro.

Los de Ancelotti perdían el balón con mayor facilidad, y se empezaba a ver un Madrid más relajado sobre el terreno de juego. Algo que les podía haber costado caro a tres minutos del final del tiempo reglamentario, tras un penalti y roja a Militão por una mano en el área que evitaba una situación clara de gol. Pero entonces apareció Thibaut Courtois para atajar con el pie el disparo de Raúl García. El belga salvó de una buena a su equipo, al que con uno menos se le podía haber complicado el tramo final partido.

Courtois para el penalti lanzado por Raúl García. Fuente: @realmadrid

El Real Madrid logra su duodécima Supercopa de España

Punto y final a un duelo que los blancos dominaron de principio a fin. Muy finos con la pelota, con un muy alto nivel técnico para salir de la presión y sobresalientes con la posesión, además de tremendamente solidarios a la hora defender. Un cóctel que junto a la pegada en momentos clave del ataque les permitió levantar su duodécima Supercopa de España. Además, el título le sirvió a Marcelo para igualar a Gento como el jugador con más títulos (23) de la historia del club.

Luka Modrić fue elegido MVP. Fuente: @realmadrid

Primer título del año para el Real Madrid, y primer título de esta nueva etapa de Ancelotti en el banquillo, que vuelve a demostrar que son el equipo más en forma de LaLiga. El entrenador italiano avisó al final del encuentro: «este partido es un impulso para seguir, ahora no tenemos mucho tiempo para pensar y tenemos que competir». Van a por más.

 

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