El Sevilla FC ha vuelto a conquistar el cielo europeo. El equipo hispalense, un veterano en la competición, lo ha hecho de nuevo. Esta vez frente a uno de los gigantes europeos, el Inter de Milán,en un desértico Rhein Energi Stadium.

Los de Lopetegui, en el punto de mira por ser los únicos supervivientes españoles de la competición europea, no decepcionaron a nadie y culminaron una temporada más que exitosa. Lo cierto es que el equipo español llegaba como favorito tras haber vencido a la Roma, al Manchester United o a los Wolves. A pesar de ello la rivalidad e intensidad marcaron un encuentro en el que todo parecía posible.

Lukaku adelantaba desde los 11 metros a los italianos en el minuto 5. Lejos de bajar el ritmo la reacción llegó tan solo 7 minutos después con un cabezazo de De Jong, este no sería el único. En el minuto 33, De Jong lo volvía a hacer, de nuevo un cabezazo adelantaba al Sevilla en el marcador, pero no por mucho tiempo. Godín haría el segundo para el Inter dejando una primera parte llena de tantos. La final, sin embargo, no se decidiría hasta el minuto 76, Diego Carlos llenaría de ilusión las calles de Sevilla gracias a una chilena de infarto.

6 finales disputadas, 6 victorias. Final que pisa, final que gana, el Sevilla es ya el equipo que más veces ha conquistado la Europa League. Lo hizo por primera vez en 2006 en la entonces “UEFA Cup ” poniendo fin a 58 años de sequía. Un año después volvía a demostrar merecer el título, esta vez en una final nacional, frente al Espanyol. En 2014, 7 años después, reconquisto Europa un estatus que mantendría en 2015 y 2016.

La conquista de este campeonato viene de la mano de una filosofía de equipo en la que prevalece la unión, el trabajo colectivo, el compromiso y la profesionalidad. Los jugadores han creado un ambiente familiar que se refleja dentro y fuera del vestuario. Juntos han querido dedicar esta victoria a aquellos que se fueron antes de tiempo, los exjugadores Antonio Puerta y José Antonio Reyes fueron protagonistas durante la entrega del trofeo. El cuadro sevillista vistió para entonces una camiseta con el retrato de ambos en la que se podía, metafóricamente, leer: “La puerta del cielo se abrió para los reyes”.

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