Dicen que jugar al fútbol transmite valores de trabajo en equipo y de respeto al rival. Todo lo que envuelve al fútbol también puede hacernos ver no solo estos si no muchos más. Llegó el año del mundial. 

Barajas. 10:00 de la mañana. Luis Rubiales, el presidente de la Federación Española de Futbol, del que tanto se ha hablado últimamente, entra al aeropuerto. Que si ha hecho bien destituyendo a Lopetegui, que si no tenía que haberlo hecho… Inmediatamente los periodistas le rodean, pero él, antes de contestar a sus preguntas, saluda a la Selección Femenina. Han sido invitadas al partido de España contra Irán. Parecen ilusionadas. Es la primera vez que se les invita a un partido de Mundial. Esta vez han sido noticia, estaría bien que empezara a normalizarse ver también a las deportistas de elite en los telediarios. Durante todo el viaje se les da un trato especial porque son especiales, son las mejores jugadoras españolas de fútbol. Van a visitar a los jugadores a su hotel y graban algún reportaje junto a ellos.

Mientras tanto, el ambiente en Kazan se siente por las calles más céntricas. También en los hoteles. Miles de iraníes tiñen la ciudad de rojo, verde y blanco. Españoles, muchos menos. El vuelo son seis horas desde Madrid, pilla un poco lejos. Una ciudad preciosa que cuenta con más de un millón de habitantes rusos y tártaros. Es curioso todo lo que moviliza este evento. Había gente de todos los lugares imaginables. Alguien me dice: “¿No crees que es muy bonito el mundial? Un fenómeno donde tantas culturas diferentes, provenientes de tantas partes del mundo, se reúnen y juegan a un mismo deporte que se rige por las mismas normas”. Ya lo creo. Me hace pensar.

Estos días han circulado videos por las redes sociales de algunos hombres menospreciando a mujeres tanto rusas como turistas que han ido a disfrutar del mundial en estos días de celebración. Manchan la visión del fútbol y de los aficionados de verdad. En el viaje tengo el placer de conocer a una activista social y cultural brasileña, Tatiana, residente en Baleares. Contándome a qué se dedica, me hace ver que el mejor canal de transmisión de valores a día de hoy y sobre todo, aprovechando el mundial estas semanas, es precisamente el fútbol. Estos hechos que he comentado pues, no creo que hayan pasado solo esta vez. Probablemente ha pasado siempre y en muchos lugares. Concluyo que el mensaje sinónimo a transmitir es el de que estos actos no son correctos y su denuncia, si se vuelve generalizada, probablemente viral, cambie al menos un poco las cosas. El fútbol, ademas del partido en sí, es mucho más. Es todo lo que le rodea.

La selección femenina absoluta de España en todas las televisiones y la denuncia a las actitudes machistas y vejatorias demuestran que todo está cambiando. Sigamos esforzándonos. Hoy es noticia, hagamos entre todos que mañana no sea necesario destacarlo.

Suena: El himno titular – Carolina Durante.

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