Eso comiendo un buen plato de lentejas, se te quita; y menuda falta de respeto que tires comida y te niegues a comer, cuando hay personas pasando hambre ahí fuera. Tienen que ser cosas de la edad, cuando madures, se te pasará. Además, ¡con lo inteligente que eres! ¿Cómo has podido caer en eso? ¿Trastornos de la Conducta Alimentaria? ¡Todo el mundo se salta comidas algún día, o se pega un atracón de vez en cuando! Eso no es un problema, si quisieras, muy rápidamente se te pasaría: cualquiera tiene alguna parte de su cuerpo que no le gusta. Contrólate, que no es tan difícil. 

Ahora que he llamado tu atención, me gustaría que dedicases un momento a plantearte si alguna vez has escuchado cualquiera de esas frases, si las has pensado o las has sufrido.

Todas ellas son consecuencia de la desinformación, de los prejuicios y estigmas que rodean a los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). Habrás oído hablar sobre la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, pero, ¿sabías que no son los únicos tipos de TCA que existen? Probablemente no, casi nadie habla más allá: solo se mencionan los más conocidos, y rodeados de estereotipos que, en muchos casos, ni se cumplen.

Probablemente tampoco sepas que son las enfermedades mentales con mayor tasa de mortalidad, que numerosos estudios apuntan a que existe una prevalencia de TCA de un 6% en las personas adolescentes o que entre 2007 y 2015 el número de menores atendidos y atendidas por TCA aumentó un 31%. Sin embargo, esta enfermedad mental afecta a personas de todas las edades, no únicamente a adolescentes.

Sí, he dicho enfermedad mental. Delante de «mental» va «enfermedad», y sin embargo, no los tratamos como tal. Además, decidimos hacer juicios sobre qué es y qué no es un TCA sin ni siquiera haber leído qué opinan las personas profesionales de salud mental al respecto.

Hoy, 30 de noviembre, es el Día Internacional de la Lucha contra los TCA y hay algunas cosas que deberías saber:

  • Son enfermedades que se manifiestan en la conducta alimentaria, pero eso no quiere decir que el problema se encuentre ahí únicamente: tienen un trasfondo mucho más profundo.
  • No todos los TCA están relacionados con el peso y la imagen corporal (como serían el caso del trastorno por atracón y pica, entre otros).
  • Se puede tener un TCA independientemente del tipo de cuerpo y peso que presente la persona, al igual que el hecho de no presentar bajo peso no implica que la salud de la persona afectada no esté en peligro.
  • Es una enfermedad multifactorial, es decir, no existe un único factor que la cause, sino que son un cúmulo de factores los que la provocan.

Aunque, realmente, esto no son cosas que debas saber el 30 de noviembre, sino todos los días. No sirve de nada que hoy todas las personas nos concienciemos, si mañana vamos a atosigar a las personas que padecen algún TCA con nuestros prejuicios y estigmas. No sirve de nada que hoy todas las personas llenemos las redes sociales con mensajes de apoyo, si mañana vamos a utilizar los TCA como insulto. No sirve de nada que hoy nos coloquemos un lazo como muestra de apoyo, si mañana vamos a juzgar a alguien por admitir que sufre un TCA.

A día de hoy, nunca he escuchado que una persona diga que tiene diabetes, asma, cáncer, u otra enfermedad de origen fisiológico y las personas respondan que es «para llamar la atención», que es «información innecesaria de compartir», que «si lo tuviera de verdad, no lo diría». Sin embargo, con los TCA (y cualquier enfermedad mental) sí que ocurre esto.

¿No nos planteamos que esa persona está compartiendo con nosotros y nosotras esa información porque necesita apoyo? ¿O porque tiene unas necesidades derivadas de esa enfermedad? ¿O porque simplemente no quiere tener que ocultarlo?

Abrir nuestras mentes es un proceso que no nos requerirá apenas esfuerzo, comparado con el daño que la ignorancia puede llegar a hacer, y hace.

Si es una enfermedad multifactorial, ¿qué más da que yo me conciencie? Seguirán existiendo los TCA. Sí, seguirán existiendo, por mucha conciencia que tú tengas al respecto. Pero, ¿sabes qué?

Cada vez que los estigmas rodean ese discurso que promueves sobre los TCA, si alguien que esté sufriendo un TCA y no se atreve a pedir ayuda lo lee, esa persona va a tener miedo de pedirla. Los TCA son enfermedades que pueden dar lugar a una cronificación si no se tratan a tiempo. Y ahí sí que influye todo lo que decimos y hacemos. Al igual que, ese mismo comentario, puede afectar a una persona que esté en el proceso de recuperación de un TCA, la cual probablemente necesite tu apoyo: no tus estigmas, eso sobra.

Si una persona que está luchando contra un cáncer avanza en su tratamiento y va mejorando, le diremos tantas veces como haga falta lo bien que lo está haciendo, que es una persona luchadora y que puede con ello. En cambio, cuando, por ejemplo, una persona con un TCA consigue realizar 5 comidas un día, simplemente es su obligación. En ese discurso de «es lo que tienes que hacer», parece ser inexistente (o casi) el «has hecho un gran trabajo», «ánimo, tú puedes», «es difícil, pero podrás con ello».

Así que, la próxima vez que vayas a realizar algún comentario como algunos de los que hayas podido ver en el primer párrafo de esta entrada, como «contrólate, que no es tan difícil»: quizás deberías replantearte la situación, reflexionar sobre esos comentarios fruto de estigmas y prejuicios, y buscar una forma de ayudar (en la medida de tus posibilidades) de verdad.

Así que, contrólate tú, que no es tan difícil. Que tú te conciencies, ayuda a cambiarlo todo.

 

Para finalizar, quería dedicar dos mensajes distintos: uno para personas que están sufriendo un TCA, y otro para personas que no.

A las personas que no están sufriendo un TCA y lean esto: podríais tener personas allegadas a vosotros y vosotras sufriendo, si tenéis sospecha de que alguien que conocéis podría padecer un TCA, tendedle vuestra mano, pero con tacto, con comprensión. Ofrecedle recursos, ofreceos a acompañarles a pedir ayuda, mostradles que estáis ahí y que esa persona os importa. Podéis convertiros en una persona muy importante en su recuperación, pero para ello debéis evitar los estigmas y tener en cuenta sus necesidades. Podéis marcar la diferencia, os animo a hacerlo.

A las personas que sí están sufriendo un TCA y lean esto: ese infierno por el que estás pasando no es un callejón sin salida, sí que la hay. Pedir ayuda no es de débiles, ni de cobardes, ni es algo malo. No existe el «estar suficientemente mal para merecer ayuda», mereces ayuda sea cual sea tu situación; y cuanto antes la recibas, mejor. Quien sale ganando de eso, aunque pienses que no, eres tú. Mucho ánimo, que tú puedes con esto.

En este enlace encontraréis una lista de asociaciones a nivel de España que tratan TCA: http://www.acab.org/es/que-son-los-trastornos-de-la-conducta-alimentaria/recursos-sanitarios/asociaciones-espana

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