Prevención

Como ocurre en la mayoría de enfermedades e infecciones de transmisión sexual, el método más eficaz es el preservativo. El virus del VIH se transmite exclusivamente a través de la sangre y los fluidos sexuales, así que utilizar preservativo reduce enormemente las posibilidades de infección en los encuentros sexuales. En cuanto a la transmisión por sangre, la forma más común suele ser a través de agujas.

Es importante señalar algo para acabar con el estigma: el VIH es un virus infeccioso, no contagioso. Esto significa que no se puede transmitir por el aire, y tampoco a través de besos, abrazos, compartir comida, bebida, ropa, cama, vivienda, lugar de trabajo, etc. Convivir con una persona portadora del virus es algo completamente seguro.

 

¿Qué es la PrEP? 

PrEP son las siglas en inglés de profilaxis pre-exposición. Se trata de un medicamento (principalmente, Truvada) compuesto por antirretrovirales. Tomado con regularidad, evitan en un 99% la transmisión del VIH en personas que mantengan relaciones sexuales de riesgo, aunque hay que tener en cuenta de que no se trata de una vacuna. La toma de PrEP debe estar siempre controlada por profesionales sanitarios, y va acompañada de análisis frecuentes para comprobar la eficacia del tratamiento, los efectos secundarios y prevenir otro tipo de infecciones. El seguimiento sanitario siempre es esencial.

En España, Sanidad ha anunciado que la PrEP está cerca de su aprobación, aunque todavía hay pocas noticias al respecto. No obstante, es importante recalcar que la profilaxis pre-exposición solo protege del VIH, pero no de otras ITS como la sífilis, la gonorrea, etc. Por tanto, no debería utilizarse como único método de prevención, sino como complemento para grupos de riesgo (por ejemplo, personas con gran cantidad de parejas sexuales).

La PrEP solo protege del VIH, pero no de otras ITS.

¿Qué es la PEP?

La PEP, por otro lado, es la profilaxis post-exposición. Se trata de un tratamiento a base de antirretrovirales que se toma después de situaciones de riesgo (por ejemplo, cuando se rompe el preservativo). Debería iniciarse una o dos horas después de la práctica de riesgo al VIH, pero nunca después de 72 horas. Cuanto antes se inicie el tratamiento, mayor es la probabilidad de éxito. Una vez iniciado el tratamiento, es preciso completar el ciclo completo de 28 días de tratamiento con los antirretrovirales para que la intervención sea efectiva.

Para solicitarlo, se debe acudir al servicio de Urgencias de un hospital y contar lo que ha pasado para que el equipo médico valore la situación. Por ejemplo, si la práctica sexual consiste en sexo oral, es poco probable que se proporcione la profilaxis, al no existir un riesgo real en la mayoría de los casos. De cualquier modo, hay que señalar que no debe utilizarse como método de prevención habitual, sino como casos extremos como rotura del preservativo, agresiones sexuales o contacto con sangre que pueda estar infectada. No olvidemos que los antirretrovirales pueden tener efectos secundarios desagradables en el cuerpo.

 

Las pruebas

Por desgracia, las pruebas del VIH no se realizan en análisis de sangre rutinarios como recomiendan muchos expertos, sino solo en casos específicos o si los médicos sospechan algo. No obstante, existen muchos lugares disponibles donde hacerlas de forma gratuita y anónima. Actualmente, algunos centros de salud ofrecen la posibilidad de realizar la prueba rápida, como estos en Madrid. En otras comunidades, lo mejor es preguntar en el centro de salud o al médico de cabecera.

También es común que colectivos o asociaciones LGBT+ ofrezcan la prueba rápida, como es el caso de COGAM en Madrid: simplemente hay que pedir cita, asistir en el momento indicado y hacerse la prueba de forma confidencial. Pueden consultarse otros lugares en infosida.es

La prueba rápida es sencilla: el profesional pasa un bastoncillo por el interior de la boca de la persona para obtener una muestra de saliva, que después se analiza en busca de anticuerpos. Los resultados están disponibles en unos 15-30 minutos, de forma mucho más rápida que los análisis de sangre. No obstante, en ambos tipos de pruebas es importante que hayan pasado al menos 30 días desde el contacto de riesgo para asegurar la veracidad del resultado.

Está previsto que se comience a comercializar un kit de pruebas del VIH en farmacias para que cualquier persona pueda hacerse la prueba de forma totalmente anónima en su casa.

Las pruebas rápidas son anónimas y se obtiene el resultado en media hora.

 

Soy seropositivo. ¿Qué pasa ahora?

En España, el tratamiento del VIH está cubierto por la Seguridad Social. Esto significa que, una vez una persona recibe su diagnóstico, puede comenzar con el tratamiento sin coste alguno. Antes, cuando los medicamentos estaban menos avanzados y también tenían más efectos secundarios perjudiciales, los médicos solían recomendar esperar a que la carga viral superara cierta cifra, o que los CD4 de una persona bajaran de cierto número. Actualmente, se suele empezar con el tratamiento casi de inmediato.

El procedimiento varía según el lugar donde la persona seropositiva se haga la prueba, pero siempre se le dará allí toda la información sobre qué hacer a continuación para que sepa cómo proceder. Normalmente, si se hace la prueba rápida y esta da positivo, se hace un análisis que confirme el diagnóstico. Podrá comenzar a tomar su medicación casi de inmediato, y por lo general solo tendrá que recogerla mensualmente en el hospital designado.

Si bien los medicamentos suelen tener efectos secundarios desagradables, sobre todo al principio por el proceso de adaptación del cuerpo, actualmente la medicina ha avanzado mucho y no son tan molestos como antes. El más utilizado ahora mismo es Triumeq, combinación de tres antirretrovirales en dosis fijas. Tan solo se necesita una pastilla diaria a la misma hora para seguir el tratamiento. Además, cada 3-6 meses se harán análisis de sangre y revisiones para comprobar que el tratamiento funcione correctamente y la carga viral (copias del virus por mililitro de sangre) disminuya.

Indetectable = intransmisible

Cuando una persona sigue su tratamiento con éxito, su carga viral se va reduciendo al tiempo que las defensas van aumentando, y llega un punto en que la carga viral no se puede detectar, aunque el virus sigue latente en el organismo. Está demostrado por estudios realizados en miles de parejas serodiscordantes que mantuvieron miles de relaciones sexuales que cuando la carga viral es indetectable, el virus es intransmisible.

Una persona en tratamiento con carga viral indetectable no puede transmitir el VIH en ninguna circunstancia.

90-90-90

Cuando se habla de la situación del VIH, a menudo se menciona el 90-90-90. Se trata de una meta impulsada por la ONU en la Declaración de París: conseguir que para el año 2030 haya cero nuevas transmisiones del virus, que el 90% de las personas seropositivas estén diagnosticadas, que el 90% de estas estén en tratamiento y que el 90% de los que sigan el tratamiento sean indetectables e intransmisibles. El objetivo es frenar así la expansión de la pandemia.

En España estamos cerca de ese punto: los dos últimos 90 están cubiertos, pero todavía falta que la mayoría de personas seropositivas sepan que lo son. Se estima que en España viven entre 130.000 y 160.000 personas con VIH, de las cuales un 18% no saben que son portadoras del virus. El siguiente paso es que las pruebas se normalicen para que el mayor número de personas seropositivas sepan que lo son.

 

¿Habrá cura?

Actualmente, el VIH y el SIDA no tienen cura ni vacuna. Sin embargo, los avances médicos son cada vez mayores, y recientemente se ha estudiado la posibilidad de que el virus haya desaparecido del cuerpo de personas que han recibido transplantes de células madre. No obstante, se trata de una investigación todavía en pañales en la que hay que estudiar numerosas variables, así que aún es demasiado pronto para hablar siquiera de la posibilidad de una cura o de una vacuna (recordemos que la PrEP no es realmente una vacuna aunque prevenga la infección).

Por lo tanto, no podemos olvidar que la clave es la prevención y la realización de pruebas para que cada persona conozca su estado serológico. Solo así se podrá frenar la pandemia del VIH, pero está en nuestra mano conseguirlo.

 

El estigma

Uno de los mayores problemas del VIH no es el virus en sí, sino el estigma asociado a él. Los prejuicios, la falta de información y la creencia por parte de muchas personas de que la situación actual es la misma que hace 30 años ha provocado que las personas seropositivas sean un colectivo discriminado y muy estigmatizado por parte de la sociedad. Actualmente, muchos no tienen acceso a los mismos recursos ni a las mismas oportunidades laborales, a pesar de estar demostrado que una persona seropositiva en tratamiento ni supone ningún peligro ni tiene por qué tener peores condiciones físicas que una que no lo sea.

Por suerte, las cosas están cambiando. Recientemente, el Ministerio de Sanidad ha presentado el Pacto Social por la no Discriminación y la Igualdad de trato asociada al VIH, que si bien llega tarde, se espera que contribuye a cambiar la situación actual y garantice la igualdad de trato y de oportunidades, la no discriminación, el respeto de los derechos fundamentales y la diversidad de las personas afectadas.

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Un comentario en «Realidad del VIH en España: Pruebas, antirretrovirales y PrEP»

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