“Los Monólogos de la Vagina”, la comedia que ha marcado la historia del feminismo, sube el telón cada semana en el Teatro Nuevo Alcalá de Madrid con Albanta San Román, Olga Hueso y Rocío Madrid dándoles voz y piel.

Más de 25 años después de su aparición en escena, “Los Monólogos de la Vagina” se mantienen en cartel. Gracias a las típicas conversaciones eternas entre amigas a Eve Ensler se le encendió la bombilla. 200 entrevistas después tenía una de las obras más emblemáticas del S.XXI.

Ensler estrenó los “monólogos” por primera vez el 3 de octubre de 1996 en el Centro de Arte HERE de Nueva York. Cada uno de ellos girando en torno a la palabra que tanto evitamos mencionar, la vagina, y todo lo que se relaciona con ella: la sexualidad, menstruación, violación, mutilación genital, masturbación, parto, orgasmo, amor, nacimiento… En el 2000 llegaban a España, concretamente al Teatro Alfil con Maite Merino. Tras un premio Obie, más de 45 traducciones a distintos idiomas y pisar los escenarios de 120 países, Madrid vuelve a hablar de la vagina. Sus tres actrices llenan la pequeña sala del Nuevo Alcalá haciendo que su voz llegue mucho más lejos de esas cuatro paredes.

Albanta San Román es una arista fundamental del triángulo que forman las tres artistas. Su actuación parte de la frescura y la inocencia para atravesar las fases del descubrimiento de la vagina. Hoy nos acompaña para dejarnos la miel en los labios y empujarnos definitivamente a las viejas butacas del Alcalá.

¿Conocías la obra cuando te llegó la propuesta?

Pues sí que había oído hablar sobre todo del movimiento que genera la obra y todo lo que ha supuesto para el feminismo; de ella y del V-Day, el movimiento que ha desencadenado. Pero no la había leído, entonces cuando me llegó el casting me leí la obra y me encantó. Fui con mucha, mucha ilusión porque me siento muy representada.

¿Y qué fue lo primero que se te pasó por la cabeza?

Hice el casting y había convocada muchísima gente entonces fui con la idea de poder darlo todo, lo mejor de mi trabajo, pero al final cuando haces uno no te puedes encariñar mucho con el proyecto porque muchas veces es un no lo que toca. Fui dispuesta a darlo todo porque me hacía mucha ilusión, además siendo teatro que a mí me encanta actuar en él. Cuando me dijeron que estaba dentro te puedes imaginar, estuve brincando y saltando un mes entero.

Por el título de la obra… ¿intentabas evitar la palabra vagina al hablar de ella?

No me pasa con gente de mi generación pero cuando le tuve que contar a mi abuela que estaba en una obra de teatro lo dije con la “boquita” pequeña. Al final es otra generación, no están tan acostumbrados a ello. No siento que tenga ese tabú con mis amigas pero sí que hay un tabú social sobre ello, absolutamente. Yo a mi abuela nunca en la vida le he escuchado referirse ni con ninguna palabra. Ella dice “lo de abajo” y cómo es de fuerte que una parte de nuestro cuerpo sea “lo de abajo” cuando el pene es lo más normal.

En tu casa, ¿qué palabra se ha utilizado para referirse a la vagina?

Voy a pensar pero creo que sí que hemos dicho vagina, vulva… Con mis amigas a lo mejor digo “chichi”.

¿Crees que hemos avanzado desde que Eve Ensler comenzó con los monólogos o seguimos prácticamente igual?

Creo que hemos avanzado pero queda muchísimo camino por hacer, no podemos mirar solo nuestro ombligo y a los derechos sociales bastante avanzados de España cuando todavía, por desgracia, hay muchísimos países en los que no solamente es un tabú la vagina sino que se mutila y se castiga. Hay niñas que pierden la vida porque se complican las mutilaciones y las ablaciones. El tabú sigue latente y hay mucho por hacer.

El otro día en el programa de Jimmy Kimmel en Estados Unidos estuvieron entrevistando a gente anónima por la calle, especialmente hombres, y casi ninguno sabía ni cuántos ovarios teníamos… ¿Hay alguna solución?

Qué fuerte, alucino. Creo que la solución es la información, muchos problemas radican en la ignorancia. Hay que hablar de ello, por eso también es importante que esta obra esté en cartel. Tiene que haber un cambio sustancial en la educación que recibimos.

En la sala solo pude ver tres o cuatro hombres y muchos creen que es una obra para mujeres, ¿qué les dirías para que se animasen?

Nada más lejos de la realidad. Por supuesto las mujeres se lo pasan fenomenal pero tienen que venir hombres, muchos salen maravillados por todo lo que han aprendido. Es una obra casi más importante para ellos que para nosotras. Muchas veces no se pregunta ni se habla de ello y hay que crear un poquito de conciencia.

Para terminar… ¿Qué son los “Monólogos de la Vagina” para ti?

Un proyecto maravilloso, del que estoy muy orgullosa, con unas compañeras de las que aprendo muchísimo cada día y que me hace sentir absolutamente afortunada.

Pocas palabras más son necesarias para ir sacando las entradas y empaparse de la magia de los “monólogos”. Las tardes de jueves a domingo de la Sala 2 del Teatro Nuevo Alcalá son suyas, del feminismo y de, por supuesto, la vagina.

Albanta San Román
 

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Un comentario en «Albanta San Román: «Cómo es de fuerte que una parte de nuestro cuerpo sea “lo de abajo”»»

  1. Si me gustó mucho tu primer artículo éste me ha gustado mucho más. Se te nota el talento, tienes buena cabeza, la prosa es ágil, amena, fresca… El tema remueve mentes. Una crack. Primus ínter pares. Un abrazo. People like you… CAN CHANGE THE WORLD

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