Eurovisión tiene este año un total de 43 países participantes, y una nube de valoraciones diversas rodea la propuesta de cada uno. Como buen eurofan he decidido unirme a la fiesta dando mi opinión sobre 18 de ellas.

Ucrania, Chipre, Moldavia, Irlanda, Israel, Estonia, Grecia, Bulgaria y República Checa ya han tenido la suerte (o la desgracia) de someterse a mis valoraciones. He aquí la lista con las siguientes víctimas:

 

10. Dinamarca: Rasmussen – «Higher Ground» 

 

 

Las candidaturas de los daneses han tenido siempre una buena acogida por parte de los eurofans. Les hacía falta sin embargo renovar su estilo, y lo han conseguido con creces.

La epicidad hace la balada interesante y atractiva, y logra transportarte al momento en el que se ambienta la canción. Rasmussen ha demostrado que sabe cómo pisar un escenario y cómo hacerse notar, no necesitando nada más para triunfar.

Directo a la final. Y allí veremos qué pasa, porque esta edición es de las más competidas de los últimos años.

 

11. Rusia: Julia Samoylova – » I Won’t Break»

 

 

La canción no es mala, pero no está a la altura de las pasadas candidaturas rusas. ¿Dónde quedó «Believe» de Dima Bilan en 2008? ¿Y «A Million Voices» de Polina Gagarina en 2015? Casi que de Sergey Lazarev (2016) ni hablamos.

Echo en falta un momento de clímax más intenso, y posiblemente sea la sobreactuación de Julia la que lo impida. La puesta en escena merece una mención aparte, especialmente el vestido sobre el que se proyectan imágenes dignamente plagiado de Estonia.

Deseo con todas mis fuerzas que no pase. De todas formas no tengo por qué temer: si pasa, no se llevará un buen puesto.

 

12. Suecia: Benjamin Ingrosso – «Dance You Off»

 

 

Fijaos si serán buenos los suecos eligiendo la canción que van a llevar. Aun siendo muy similar a las de pasadas ediciones, la mayoría de los fans estamos encantados con ella.

No me importa que Benjamin no haya innovado en la temática. Una canción pegadiza que sigue las tendencias actuales y su carisma y soltura actuando lo compensan de sobra.

Los esfuerzos de los suecos año tras año solo pueden tener una buena recompensa: un pase a la final y un buen puesto más que merecidos. España debería aprender de ellos, pero eso ya es otra historia.

 

13. Hungría: AWS – «Viszlát Nyár»

 

 

Odio el Heavy Metal, pero tengo que reconocer que los húngaros han conseguido que me aficione temporalmente.

«Viszlát Nyár» es un tema que a pesar de estar en Húngaro se te pega fácilmente. Es un derroche de energía y originalidad que ha logrado además lo que en Eurovisión es esencial: llamar la atención y destacar.

Sin duda una de las sorpresas de la edición. La veremos en la final, y se llevará un puesto que no será ni de los peores ni de los mejores (tal vez entre el undécimo y el decimosexto).

 

14. Alemania: Michael Schulte – «You Let Me Walk Alone»

 

 

Las canciones a familiares fallecidos son toda una tradición eurovisiva. Alemania ha querido mantenerla, y este ha sido el resultado.

Schulte regala una interpretación perfecta en cada actuación. Su balada es sencilla, pero llena de sentimiento y personalidad.

Alemania está preclasificada para la final. Mucho me temo sin embargo que no le va a ir muy bien: su canción va a ser aplastada por las que son diferentes y rompedoras en las votaciones.

 

15. Rumanía: The Humans – «Goodbye»

 

 

Otros que se unen al club de los rusos. ¿Dónde están el fuego de Paula Seling y Ovi y el Yodel de Ilinca y Alex Florea?

Si me pidiesen describir la balada con una palabra no me lo pensaría dos veces: plana. Si fuese con dos, añadiría estaticidad (presente hasta en los momentos más álgidos).

Verlos en la final va ser imposible a no ser que Paula y Ovi hagan un milagro. Y como no lo hicieron en su día, mejor que se queden como están.

 

16.  Francia: Madame Monsieur – «Mercy»

 

 

Me duele pensar que Eurovisión podría saltar de Portugal a Francia olvidándose de nosotros, pero lo cierto es que tienen unas posibilidades muy altas de ganar o quedar entre los 3 primeros.

Sencillamente perfecta. Fiel al estilo de las baladas que tanto gustan a los franceses, pero a la vez con una temática y una base musical electrónica como elementos diferenciadores.

Ya hacía falta una canción que hablase de la dura realidad que viven los inmigrantes cuando  cruzan los océanos en pateras en busca de una vida mejor. Lo suyo y lo de este dúo es valentía y lo demás son tonterías.

 

17. Eslovenia: Lea Sirk – «Hvala, Ne!»

 

 

Premio a la propuesta más innovadora e original del Festival de Eurovisión de 2018.

Puesta en escena sencilla, pero que viene como un guante a la canción. Una realización perfecta, al igual que la energía y la actitud positiva que Lea desprende en el escenario. Su único inconveniente son los cambios bruscos en la melodía.

Inicialmente no me llamó mucho la atención, pero la melodía hizo que se me pegase el tema y ya no hubo vuelta atrás. Sorpresa en la semifinal,  aunque en la final se hundirá como en muchas otras ocasiones.

 

18. Portugal: Cláudia Pascoal – «O Jardim» 

 

 

No podía cerrar la serie de valoraciones sin hablar del país anfitrión, que mantiene la línea de Salvador Sobral con un tema que la intérprete dedica a su fallecida abuela.

Cláudia derrocha ternura, romanticismo y elegancia en la interpretación, pero hay muchas cosas que me chirrían de la candidatura. Por ejemplo, no entiendo la presencia de Isaura (su compositora) en el escenario para hacer los coros de un solo estribillo.

Los portugueses (al igual que muchos otros países) han caído en el error de repetir la tendencia de 2017 este año, y lo van a pagar caro. Más aún si su canción pasa desapercibida y no tiene ningún elemento diferenciador.

 

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