El verano llega a su fin. Es septiembre. Comienzan los distintos cursos: el escolar, político, el televisivo, etc. En este artículo, vamos a hablar precisamente del curso televisivo y, concretamente de la renovación que necesita TVE y del papel que cada canal del ente está llamado a jugar.

El 1 de junio de 2018, el gobierno de Mariano Rajoy cayó a favor de Pedro Sánchez. Uno de los primeros objetivos del ejecutivo era reformar TVE. Como hemos ido viendo, la renovación no está siendo fácil. Las filtraciones y los desacuerdos han dilatado el proceso. Como resultado, Rosa María Mateo resultó elegida como administradora única y provisional. Entre sus objetivos, se encuentra recuperar la credibilidad y volver a ser la referencia informativa. Para ello, ha iniciado una serie de medidas drásticas pero necesarias. La credibilidad de periodistas y cabezas visibles del ente del Rajoy como Pedro Carreño, Sergio Martín, Víctor Arribas o Jenaro Castro era mínima. De paso, personajes siniestros como Javier Cárdenas ya no aparecerán. Asimismo, se han cancelado programas como «Amigas y conocidas» o «Saber vivir» con el objetivo de dar otro enfoque a la programación diaria de TVE.

La necesidad de esos cambios radica, precisamente, en la falta de credibilidad de nuestra televisión pública. No confundir con la línea editorial: se puede seguir una línea de izquierdas o de derechas sin renunciar a la objetividad y al rigor. Los informativos de TVE eran líderes de audiencia indiscutibles en 2011. También contaban con una gran reputación tanto a nivel nacional como internacionalmente. Seis años después, la situación es bien distintas. Medio país no se creía el contenido de los informativos. Sufrían por ser líderes de audiencia. Desde el punto de vista empresarial, que tanto gusta a la derecha española, tanto los responsables como los principales ejecutores de los mismos hace tiempo que estarían en la calle en una empresa.

ENTRETENIMIENTO

No solo de informativos vive una televisión pública. Junto con la buena práxis periodística, el entrenamiento ha de ser el otro pilar de la programación de La 1, principal canal de TVE. Faltan horas en directo y programas más pegados a la actualidad y a la realidad de las ciudades y pueblos de España. En mi opinión, hay que volver a apostar porque España Directo sea el programa principal de la tarde. La mañana ha de seguir el módelo del resto de privadas y combinar el magazine con la tertulia política. También se echa de menos más producción propia y más arriesgada como fueron, en su día, series como Águila Roja, Los Misterios de Laura o La República. En la actualidad, tras numerosos fracasos, solo Cuéntame es la única serie que aguanta el tipo.

También faltan programas de entretenimiento. Si hace dos décadas nos encontrábamos con concursos familiares como el Grand Prix o ¿Qué apostamos?; ahora no hay nada. El único programa potente de TVE en el último curso han sido Operación Triunfo y Masterchef. No obstante, se ha apostado con relativo éxito por programas como Pura Magia o Bailando con las Estrellas. A pesar de los pequeños fracasos iniciales, si se retocan ligeramente, podemos estar ante formatos que pueden triunfar en el futuro.

Por otro lado, se echa de menos concursos en prime time. Crush ha sido un buen intento pero no ha cuajado. Pero ello no debe servir como impedimento. Si se trabaja en esta cuestión, se ofrece un concurso cuidado y se mantiene en el tiempo, podemos estar ante el nuevo pelotazo. Y si no, que le preguntan a Antena 3 y como, tras un par de años, ha conseguido que su concurso Boom supere al todopoderoso Pasapalabra.

Finalizando este punto, TVE necesita fortalecer su posición en lo que respecta al entretenimiento. A diferencia de las televisiones privadas, su financiación no depende del mercado publicitario. En consecuencia, puede probar formatos más transgresores que la reconcilien con el gran público. Por otro lado, La 2, más allá de un canal de divulgación, tiene que ampliar su oferta y convertirse en un rincón para los gustos más independientes: desde series que, por su temática, no encajen con las grandes masas hasta coloquios culturales de multitud de temas (pintura, historia, música etc.) sin olvidar una amplia y diversa oferta de cine que abarque desde los clásicos del cine español hasta los dramas existencialistas del cine iraní. Es decir, ha de convertirse en un canal hipster como lo es su hermana radiofónica, Radio 3.

LA OFERTA TDT

Si hay un canal necesitado de una profunda reforma, ese es el «24 horas». En primer lugar, necesita una depuración de todo ese personal manipulador y que resulta indigno para una televisión público. Junto a ello, en segundo lugar, necesita crear unos informativos dinámicos y que continuamente estén pegados en la actualidad. Y, en tercer lugar, fuera los refritos informátivos y la reposición de los telediarios de La 1 una hora más tarde. Eso es de televisión cutre. El «24 horas» ha de aspirar a ser el primer canal en el que entersarse una noticia de última hora.

También necesita expandirse internacionalmente. Su objetivo: convertirse en el canal referencia de informativos a nivel mundial en castellano. Dado que el español es la tercera lengua más hablada a nivel mundial, el «24 horas» tiene que aspirar a llegar a cada una de los 407 millones de hispanohablantes. Por último, a semejanza de lo que han hecho otras televisiones como France 24, RT, o Al Jazeera, la apertura de un canal internacional de noticias en inglés se ha de concebir para dar a conocer la visión de España de la actualidad política a nivel internacional y, de paso, que sirva al gobierno como una manera de promocionar la Marca España, esa que tanto llena la boca a determinadas personas y, luego, son los primeros que la mancillan.

La función de Teledeporte se recoge en el articulo 43.3 CE: los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte. En otra palabras, ha de ser la plataforma para promocionar deportes que hoy son minoritarios. Fuera el fútbol y los programas relativos al mismo: bastante tenemos con Movistar +, El Chiringuito y Deportes Cuatro.  Se ha de aportar por competiciones como el bádminton, el waterpolo, el atletismo, la natación, el taekwondo, el tiro con arco etc. Asimismo, ha de servir como un altavoz del deporte femenino. De nada sirve indignarse por las condiciones de las deportistas si no les damos un altavoz en el que promocionarse y en el que demostrar que nada tienen que envidiar a los hombres. Y qué mejor escaparate que nuestra televisión pública.

Finalmente, el canal que mejor funciona y que menos es necesario retocar es Clan. Es el líder incontestable entre la franja de edad de 4 a 13 años. Posiblemente, puede expandirse entre los adolescentes que se puede conseguir mediante la emisión de series juveniles en prime time aunque, actualmente, otros canales como Neox alcanzan una posición más sólida entre los teens.

EUROVISIÓN

¿De verdad pensabais que escribiendo sobre TVE no iba a hablar sobre este asunto? ¿Pero bueno, qué se ha tomado este verano? Esos gin tonics con Puerto de Indias, super fresquitos, super suavecitos y rosas, le han sentado fatal a tu cerebro. No superamos la décima posición desde 2003, nuestro último TOP 5 data de 1995 – año en el que, por cierto, más de la mitad del equipo de Código Público ni había nacido – y nuestra última victoria está temporalmente tan cerca como el año 2067. Es decir, somos uno de los países con peores resultados de todos. Somos a Eurovisión, lo mismo que el Osasuna al fútbol.

Se necesita un golpe de timón en este sentido. El principal escollo, del cual podremos hablar en futuros artículos, es que el panorama musical español comercial es un auténtico bodrio. Basta echarle una oída al Teléfono de Aitana, para darte cuenta de lo floja que es esa canción. Al mismo tiempo, la productora es incapaz de crearle un tema con el que Amaia, con un estilo más intimo que Aitana, se sienta comoda. Por todo ello, necesitamos una dirección en Eurovisión que vea más allá de las grandes discográficas que tan apenas innovan y apuesten por propuestas rompedoras como pudo ser La Casa Azul y su Revolución Sexual en el Belgrado de 2008.

IN SHORT

En definitiva, como hemos ido exponiendo a lo largo de este largo artículo, el nuevo equipo del ente tiene un duro trabajo para la consecución de una televisión pública que sea el orgullo de toda una nación que nos haga olvidar la oscuridad de estos seis últimos años.

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