Se habla mucho de series, últimamente. También de cine. Todos podemos nombrar como mínimo, cinco series o películas que podemos encontrar en HBO o Netflix. Incluso de las que emiten las televisiones generalistas. Sabemos que Juego de tronos está en HBO, La que se avecina en Mediaset y que Narcos o Fariña están en Netflix. Sin embargo, hoy en este artículo, vamos a hablar de un género que pasa más desapercibido: los documentales.

Hasta no hace muy poco, los documentales en España eran asociados a los reportajes de la fauna y flora que podemos encontrar en La 2. Fuera de esto, había poca vida. Sobresalía también el papel de Canal +. A día de hoy, algunos de sus documentales son míticos como el de la Ruta del Bakalao. Rodado en 1993, acumula a día de hoy más de un millón de visualizaciones en Youtube. Por lo demás, el resto de la oferta era de pago: tenías que abonarte a alguna plataforma para acceder a los contenidos de National Geographic, Discovery Channel, Odisea.

Sin embargo, la llegada de nuevos canales como Cuatro y laSexta y todos los nuevos de TDT con muchas para rellenar por delante cambiaron el panorama. El primer programa, en este sentido, fue Callejeros. Si bien es cierto que no es un documenta en el sentido más estricto de la palabra, abrió la puerta a otro tipo contenidos en televisión como drogas, prostitución, vecinas enfrentadas, controles de alcoholemia, etc. También destacar el éxito de Crímenes Imperfectos por las mañanas de la Sexta en la que se analizaba un asesinato ocurrido, generalmente, en Estados Unidos.

El interés de estos programas evidenció que existía una parte de la población española que demandaba este tipo de contenidos. Heredero del primitivo Callejeros, encontramos Equipo de Investigación. En este programa se tratan temas como investigaciones de crímenes o biografía de personajes que podríamos calificar curiosos como el “el pequeño Nicolás”. Ahora bien, España es uno de los países con menor tasa de homicidio. Como consecuencia, el programa necesita expandir sus contenidos. Como resultado, el programa ha de abordar otro tema. El programa que tratar igual, el análisis de un asesinato o investigación que la fluctuación del precio del aceite o el pan low cost, puede restar credibilidad al programa.

Sin embargo, este tipo de formato se adapta muy bien a las plataformas porque permite un lanzamiento individual. Esto es, se puede hacer un reportaje/documental sobre un tema y dejarlo a disposición del usuario para que lo visualice como desee como ha pasado en el caso de Muerte en León. La serie documental se puede ver actualmente en HBO y analiza la investigación y juicio de la muerte de Isabel Carrasco, dirigente del PP leonés. Con un ritmo ágil y enganchante, se analiza la versión oficial, si es coherente o no lo que cuentan las acusadas y posteriormente condenadas, y se analiza si hubo o no errores policiales en la investigación. Si deseas saber qué fallo en la investigación, te recomendamos su visualización.

La otra gran plataforma Netflix también ha hecho lo propio con Examen de conciencia, donde se aborda los abusos cometidos contra niños y niñas en el seno de la Iglesia Católica española. También destacan otros documentales como el del Caso Madeleine, la niña desaparecida hace más de 10 años. Otro que destaca es el llamado Dos Cataluñas, donde se aborda el conflicto catalán desde una posición totalmente neutral.

A diferencia del tratamiento morboso de los sucesos que realizan las televisiones generalistas, este tipo de formato sabe aunar entretenimiento, divulgación y rigurosidad. De hecho, Netflix sacará a lo largo de 2019 una serie documental sobre el crimen de Alcasser, uno de los casos más fascinantes y enigmáticos de la historia negra de España. HBO va a hacer lo propio con la figura de Jesús Gil, máximo exponente de españolidad en los años 90. En definitiva, los documentos son un caramelito dentro del amplio catálogo de las plataformas de pago.

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