Tras dos semanas oficiales de campaña, y varios meses de precampaña, los españoles nos encontramos en la jornada de reflexión. Día en el que los ciudadanos tenemos un receso para reflexionar sobre la papeleta que vamos a introducir mañana en la urna.

Una de las campañas más sorprendentes ha sido, sin duda, la del PP. Tras un congreso en el que se eligió a Pablo Casado como líder, el PP ha virado a la derecha, en parte a la amenaza de Vox.

El discurso de Pablo Casado y los suyos se ha visto renovado por atacar a todo aquello que se sale de su idea de España. Además, el partido a jugado a dos bandas durante toda la campaña. Intentando alzarse con el «voto útil», que ha utilizado hasta en su eslogan de campaña «valor seguro», ha tratado de recabar votos a su izquierda, Ciudadanos, y a su derecha, Vox.

Una vez asumido el discurso de que Sánchez es peor que Dakota pidiendo que le bajen el helicóptero, la estrategia del PP ha sido destacarse entre los votantes de la derecha. Algo que ha aprovechado, con el apoyo de Mariano Rajoy, más moderado, y Jose María Aznar, más conservador. Lo mejor de cada tipo de PP han sido, junto a Casado los que han tratado de unir el voto en unas elecciones que auguran un paupérrimo resultado.

Sin embargo, esta semana hemos vividos los dos debates en los que han participado los cuatro principales candidatos. En esta ocasión, pudimos ver dos Casados. En el debate ofrecido en RTVE vimos a un Casado mucho más contenido y moderado, mucho más cercano a Rivera del que trató de diferenciarse.

En el segundo debate vimos el Casado más extremo. Tanto, que incluso llegó a insinuar que Sánchez no solo indultaría a políticos presos del procés, sino que lo haría con los de la Manada. Tela.

Estos debates se han tomado entre las filas populares como un aire de oxígeno. Pero, se han visto ahogados con el transfuguismo de Garrido a Ciudadanos y la implicación de Esperanza Aguirre en la trama Púnica. Algo que han intentado suplir con el tema estrella cuando las cosas van mal, Venezuela. Y es que Leopoldo López irá en las listas de las europeas.

Pero, ¿por qué un votante de la derecha optaría por votar al PP si la imagen que se pretende dar es que es una mezcla entre Ciudadanos y Vox? ¿No sería mejor votar al partido que representa mejor tus ideas y no uno que mezcla ambas?

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