Haciendo honor a su refrán, abril termina pasado por agua. Y, con el cielo encapotado, decimos adiós al mes de la libertad. Un mes en el que han vuelto las fiestas, y en el que la mascarilla ha quedado relegada a un segundo plano.

Si echamos la vista atrás, recordaremos que, hace 2 abriles, la lluvia no mojaba como hoy, pues tan solo podíamos verla a través de la ventana. Vivíamos encerrados entre cuatro paredes, mientras perdíamos la cuenta de los días que llevábamos sin rozar las aceras. Eran tiempos en los que el miedo se hizo hueco en nuestras vidas, alejándonos de los demás y acercándonos, quizás, a nosotros mismos.

Dos años más tarde, celebramos el tiempo que nos arrebataron, y volvemos a abrazar a quiénes tan solo veíamos tras la pantalla. Hoy, las sonrisas desfilan descubiertas en esas calles abarrotadas de felicidad, que se mueren de ganas de gritar que nunca más volverán a estar vacías.

Este abril hemos dejado de lado esa “nueva normalidad”, y volvemos a la de siempre, a la de los bares abiertos y reuniones familiares. A esa donde los relojes no marcan toques de queda y donde ya no se escucha “Resistiré” en los balcones.  Ahora toca readaptarnos, resetear nuestros esquemas para volver a empezar. No sé si como sociedad habremos salido mejores, tampoco sé si habremos aprendido algo. Pero de lo que sí estoy segura es que casi hemos salido. Y bueno, eso sí que es un logro.

Mayo se acerca, y con él, volvemos a poner el contador a cero. Un nuevo mes para llenar de propósitos que, quizás, sí cumpliremos. Nunca sabemos lo que nos va a deparar esa nueva hoja del calendario, pero, seguro que nos llenará la galería de fotos y la mente de recuerdos. Hoy he leído que no somos conscientes de los momentos más felices hasta que pasan, y yo me he propuesto aprender a vivirlos hasta que a mi mente no le quede más remedio que guardarlos.

Abril termina pasado por agua, pero dicen que, tras la tormenta, siempre llega la calma.

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3 comentarios en «Abril, el mes de la libertad»

  1. Rocío, como siempre, tu columna me llega dentro y conecto con tus comentarios. De ellos saco partido e intento reforzar mis actitudes. A veces no es fácil aprovechar todo lo bueno del momento pero intento practicar el aquí y el ahora. Gracias por todo lo que he recogido de lo que tu siembras ! Que Dios te guarde como eres.

    1. Millones de gracias, de verdad, por tus palabras. Me ha hecho muchísima ilusión que sigas mis columnas y que te reflejes en ellas. Es un impulso a seguir escribiendo. Un abrazo muy fuerte.

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