Es la película del año y no nos extraña a nadie el éxito cosechado hasta ahora. Ni el que vendrá. Hablo de “La Llamada”, película dirigida por los archiconocidos Javis (Javier Calvo y Javier Ambrossi), profesores de OT. Está protagonizada por 4 actrices femeninas: Macarena García, Anna Castillo, Belén Cuesta y Gracia Olayo. Tras haberla visto puedo decir que no sería lo mismo sin esos 2 jóvenes a la dirección ni sin sus 4 protagonistas femeninas, que son todos ellos inimitables. Estaríamos hablando de “El Mensaje” pero no de “La Llamada”, con todas las diferencias entre ambos medios.

No se puede obviar que antes de la película hubo un origen underground en el Teatro Lara de Madrid. Tuvo muchísima notoriedad desde su estreno en 2013, antesala de todo lo que ha ocurrido.

Voy a intentar comentar el argumento sin mucho spoiler, es la historia de 4 mujeres que están solas y van descubriendo qué pasa en sus vidas. Especialmente sus carencias y los cambios que van apareciendo. Esas 4 mujeres tienen nombre: Susana, María, Bernarda y Milagros. Susana y María, 2 adolescentes, se escapan del Campamento “La Brújula” para ver a Henry Méndez en directo. Ellas, aficionadas a este sonido latino, tienen su propia banda Suma Latina con su tema “Lo hacemos y ya vemos”.

Bernarda, es una monja mayor que intenta esforzarse por reflotar los ánimos en el campamento a ritmo del casette “Viviremos firmes en la fe”. En la vida de Milagros, monja joven, también hay música, pop de los años 90 como Presuntos Implicados. En medio de esta vorágine María empieza a ver a Dios, que se manifiesta emulando a la desaparecida Whitney Houston. Junto a la llamada divina aparece la del amor.

La película es una alegoría al pasado y al presente de jóvenes y no tan jóvenes. Aparece música de la época de nuestros padres, “Todas las flores” de Presuntos Implicados cobra una gran importancia. En nuestra adolescencia, Henry Méndez y Juan Magán, entre otros, rompían la pista con sus temas. Si fuisteis adictos al electro latino, no podréis evitar bailar y cantar “Mi reina” o “Agáchate” en la butaca. Yo así lo hice, a pesar de que no era lo mío. Sale el presente de la mano de Soy Una Pringada, youtuber que con su particular sentido de la vida se ha convertido en icono de masas. De esas masas que ven sus sueños caer, que ven que la vida no es lo que esperaban.

Me es inevitable recordar todos esos veranos en los que tenía que ir de campamento, daño igual mi opinión. Más o menos como Susi y Meri. Hay momentos en los que reflexionaba sobre la vida y conocía mejor a los demás, situación que no siempre es positiva. Ojalá haber sabido escapar como ellas, ojalá haber roto alguna regla. En fin, el Campamento “ La Brújula” no es el único campamento en mitad dela nada ni el único que se acaba convirtiendo en un largo túnel.

En la vida nada es inmutable, hay cambios que nos encuentran y otros que salimos a buscarlos. Dan señales o no, debes saber de su existencia. Todos recibimos algunas en nuestra vida, tenemos que saber aprovecharlas. Necesitamos un tiempo para analizarlas y comprenderlas, al final se acaba consiguiendo. Incluso algunos inimaginables en el momento más inesperado como las visiones de María. Ese Dios, alejado de dogmas y ministros de culto, quería que dejara de rezar, que cumpliese sus sueños y siguiese adelante. Quizá es lo que quiere para todos.

Otras veces te pide que cambies, pero no un cambio con la boca pequeña ni un propósito de año nuevo que se reitera año tras año, sino un cambio de verdad. Algo que siempre ha estado dentro, que no se le ha hecho el suficiente caso. Un día se ve clarísimo, los árboles indican el bosque.

Por si no fuese suficiente, puede provocar que se retomen actividades o aficiones que dejamos apartadas. Nos llenaban y las dejamos, devenires caprichosos de la vida. Casi las hemos olvidado pero no. Cada uno tiene los suyos, yo invito a la reflexión ya que volví a escribir tras años sin hacerlo. Algo así como el plan divino para Milagros, volver a actuar como antes de entrar en el convento.

Eso sí, no os olvidéis de “lo hacemos y ya vemos” echarle ganas al máximo ante todo. Y puede salir mal, pero no es motivo para rendirse. Mientras haya luz sigue el espectáculo. Hay que hacerlo para luego saber si está bien o mal.

No es una crítica cinematográfica al uso, la razón es que no soy una espectadora al uso. Intento que todo lo que me gusta tenga algo trascendental, que me aporte algo de valor y me ayude ante los desafíos. Esto me ocurrió el diciembre pasado viendo “La Llamada” en el cine, que cumplió mis expectativas con creces. Fui muy feliz viéndola, llegué a casa con otra sensación. Salí nueva.

Lo anterior es lo que he sacado de la película, no he sabido expresarlo mejor. Os recomiendo verla, es imprescindible. La banda sonora, es una obra maestra de mano de Leiva, a la altura de las circunstancias.

Tengo que dejar de escribir, estoy esperando una llamada, la que sea. Gracias por dedicar tiempo a leer estas líneas. Y tú, ¿sientes/esperas La Llamada?

Con las luces apagadas/ y las piernas abiertas

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