Con normalidad escuchamos alusiones al mercado laboral español por la precariedad salarial, la falta de conciliación familiar, exceso de horas de trabajo; pero nadie se le ha ocurrido pensar que es lo que hay detrás de todo ello y por qué ningún gobierno, sea del color que sea, no ha conseguido acabar con los desequilibrios existentes. Los economistas si que pensamos en ello, analizamos los datos y nos damos cuenta que el problema fundamental del mercado laboral no es por el que pelean los sindicatos – los salarios – sino por la falta de productividad.

En España, quizás como resultado de la guerra civil y el Franquismo, muchos ciudadanos se vieron obligados a privarse de educación e introducirse cuanto antes en el mercado laboral. Con el paso de los años, la llegada del conocido ‘Estado del Bienestar’ instauró como distintivo entre clases el que una persona estudie o no una carrera universitaria. La realidad de todo esto, es que estas convenciones instaladas en las mentes de los españoles nos ha llevado a ser uno de los países menos productivos de la OCDE.

Si nos comparamos con los líderes de la OCDE podemos comprobar que tenemos el paro juvenil más elevado, que somos lideres europeos en abandono escolar y que solo uno de cada tres personas estudian Formación Profesional. A pesar, de que sea la clave para solucionar los problemas de nuestro mercado.

En países como Suiza u Holanda los ciudadanos llegan a los 30 años con más de 8 años de experiencia laboral, en España solo 4 años y medio (0,7 compatibilizando estudios y trabajo). Esto nos hace ratificar la educación como el problema del empleo, por que estos datos suponen que a los 30 años, cuando la carrera laboral de un profesional ya está encaminada, los españoles contamos sólo con 4 años de experiencia en promedio. Esto además, imposibilita que si nos incorporamos a los 28-30 años al mercado laboral los salarios serán bajos al principio y por tanto, cada vez sea más difícil formar una familia, o independizarse.

Sin duda alguna, y con los datos en la mano, la solución para el mercado laboral pasa por la implantación de un modelo educativo que compatibilice la experiencia laboral y la formación técnica adecuada y necesaria: FP Dual.

La FP Dual, es un modelo en el que, llegado a los 16 años, un estudiante que ha decidido dedicarse a cierta rama técnica acude a una empresa que le ofrece la oportunidad formativa, donde desarrolla su actividad laboral 3 o 4 días a la semana y 1 o 2 días acude al instituto para recibir la formación teórica necesaria para desarrollar dicha actividad. En este sentido, la empresa y el centro educativo se ponen de acuerdo para desarrollar un plan educativo que sea efectivo, y que le proporcione al estudiante la formación necesaria.

Esta medida fue introducida de alguna manera por el Ministro de Educación Wert hace unos años, pero parece que no ha acabado de cuajar en nuestro país.

Este modelo educativo permitiría adaptar la oferta y la demanda técnica del mercado laboral ya que la educación de los estudiantes es mucho más valiosa y aplicable a futuro, y para la empresa es un activo que durante el tiempo que dura la formación permite ser más productiva.

Además, conseguimos acabar con la lacra de la descompensación formativa del mercado. Y es que las empresas reclaman mínimo una formación de grado superior, pero un 35% de la población activa solo tiene formación básica u obligatoria, o incluso inferior.

Sin dudarlo, el mercado laboral español necesita una remodelación completa, que sin duda no será para nada popular, pero que de no aplicase seguiremos siendo víctimas de efectos de las crisis mucho superiores a nuestros países vecinos, y de una economía atrasada y atascada en un modelo muy poco productivo. Y esta remodelación, pasa por una transformación educativa como la que planteo, la cual permita acabar con. Los principales problemas de la economía española y su mercado laboral: la productividad y, por tanto, la precariedad del mercado laboral.

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