El 6 de diciembre de 2017 la Constitución española ha cumplido 39 años desde su proclamación, años que, sin duda, han dado mucho que hablar.

En el día de hoy, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha querido sacar a la luz los logros que España ha ido alcanzando gracias a la Carta Magna. Un documento en el que, según sus propias declaraciones, “se ve reflejado un gran contexto”; y que seguirá ofreciendo la concordia y la estabilidad con la que se creó.

Muestra de estas palabras se recogen en el tweet que Rajoy ha plasmado en su cuenta personal de Twitter «Hoy, más que nunca, celebro con orgullo el #DíadelaConstitución. 39 años de logros compartidos, convivencia, libertad y prosperidad; un gran consenso que nos seguirá ofreciendo concordia, estabilidad y certezas a todos los españoles. MR»

Un cumpleaños un tanto especial, en un contexto político tanto inusual como histórico, ya que estamos a punto de ser testigos el próximo 21 de diciembre de las elecciones catalanas. Una cita atípica debido a la aplicación del 155 y la posibilidad de una reforma de su contenido en un futuro.

Tanto el Gobierno, como diputados y senadores, presidentes autonómicos y altos cargos de instituciones del Estado se reunieron a lo largo de todo el día y desde las 10 de la mañana para conmemorar las casi cuatro décadas de la Carta Magna, que fue proclamada mediante referéndum el 6 de diciembre de 1978. Un día histórico en la democracia española.

Este año, como otros atrás, los partidos nacionalistas – ERC, PNV, PDeCAT y Bildu- han asistido a los actos, ni tampoco los diputados de izquierda unida.

Sí se ha contado con la presencia de Podemos, encabezada por su líder, Pablo Iglesias, que recordemos que se ausentó el año pasado. Aunque su principal fin ha sido recordar que los partidos gobernantes estos años atrás son los responsables de haber destrozado los consensos construidos por los españoles y haber roto el pacto de convivencia expuesto en el 78.

Intención de reforma de la Constitución

Con la histórica aplicación del artículo 155 de la Constitución el pasado mes de octubre tras la declaración de independencia de Cataluña, el debate en torno a la reforma constitucional se ha reactivado. Si bien Mariano Rajoy logró el apoyo del PSOE para la activación del artículo a cambio de abrir la reforma constitucional «en seis meses», el proceso se antoja difícil.

Por un lado, el Ejecutivo sostiene que «no hay urgencia» en hacerlo, mientras defiende que «no puede ser un premio para quienes han pretendido liquidarla». Por otro, Sánchez, defensor de un modelo federal territorial, presiona con empezar a negociar los detalles de dicha reforma. A iniciativa del PSOE, el Congreso constituyó en noviembre la comisión para la evaluación y modernización del modelo territorial con la participación de Ciudadanos y parte del Grupo Mixto y ante la precaución del Gobierno. Podemos, que siempre ha defendido la necesidad de renovarla, no participó en la comisión, al no considerar que se crease un «espacio de diálogo» para resolver la crisis política en Cataluña.

Este martes, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, proponía cambios como la conversión a un Estado laico, el reconocimiento del derecho a la salud y a la vivienda como derechos fundamentales y la introducción de nuevos derechos como el «derecho a la muerte digna» o el derecho del colectivo LGTBI.

Trabajemos por preservar el espíritu de la Constitución

Día para recordar que, el 6 de diciembre, hace 39 años, surgió el pilar que, con sus más y con sus menos, ha logrado construir una sociedad democrática, cada vez más libre y respetuosa. Aunque todavía quedan muchas lacras por las que luchar.

Momento también en el que no podemos olvidarnos de Cataluña. De la crisis independentista que está sufriendo el conjunto de la nación y cuyos efectos definitivos todavía no están claros. Lo que sí podemos decir es que ha originado que se inicie un debate sobre la necesidad de la reforma de la Carta Magna. Un símbolo claro de avance económico, social y político de la sociedad que hoy nos representa como españoles.

Todo se puede mejorar y, si hablamos de la Constitución, es evidente que pueda necesitar algunos cambios que se adapten a los nuevos tiempos. Nacionalistas y partidos que quieren acabar con eso que llaman con cierta ironía “régimen del 78” pero sin violar un derecho inalienable para todo ser humano: todos los hombres y mujeres españoles somos iguales en derechos y obligaciones, independientemente del lugar donde hayamos nacido o vivamos.

Detrás de la careta de “reforma constitucional” otros desean un giro en el modelo territorial que establezca la desigualdad entre las distintas zonas de España y, con esto, entre la población. Como país dividido en comunidades autónomas, la Carta Magna puntualiza ciertas peculiaridades muy concretas aplicables a determinadas regiones. Sin embargo, esto no puede dar paso a que cada uno de estos territorios se desvinculen por completo del conjunto de la nación española.

Hay que dar gracias a la Constitución por ayudar a construir la nación en la que vivimos hoy y que nos impulsa cada día a crecer como ciudadanos españoles dentro del mundo. Por todo esto, no permitamos que se traicione la esencia de la Constitución.

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