La libertad ha sido la palabra clave de los últimos meses en el panorama político. Pero, ¿qué separa a la libertad del libertinaje en esta situación que vivimos?
Libertad: Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.
Libertinaje: Libertad excesiva y abusiva en lo que se dice o hacer.
Breve pero intenso
La palabra libertad ha sido la protagonista de una campaña electoral llena de crispación política y social. El lema de Isabel Díaz Ayuso, que se ha convertido de nuevo en presidenta de la Comunidad de Madrid, y que ha revalidado su mandato, ha servido de altavoz a todos los que tachan al Gobierno de España de censor y coartador. El gobierno social-comunista, como ha sido recalificado por un amplio sector social, ha visto rebatida su propuesta política por la campaña “Comunismo o Libertad”.
Esta carrera por la presidencia de la comunidad comenzó el pasado 10 de marzo, y en tan solo un mes y medio ha saturado tanto a la ciudadanía, como a los medios de comunicación. El odio y el ataque mutuo han sido los protagonistas de casi dos meses de mítines y debates diarios. 55 días en los que hemos visto tambalearse a la democracia con actos condenables cómo las amenazas de muerte a Pablo Iglesias, o los misiles y armas enviados a otros cargos del actual gobierno.
Dicha campaña electoral ha acabado con 2, o incluso 3 noticias clave. La revalidación de Ayuso como presidenta indiscutible de Madrid, doblando los resultados de sus anteriores elecciones. La retirada de la política del líder de Unidas Podemos, y porque no, la extinción de Ciudadanos y sus 26 escaños. Aunque también el sorpasso de Más Madrid al PSOE sea destacable. Bueno, y de Vox ni vamos a hablar, que bastante ego tienen ellos solos.
¿Ahora qué?
Este breve pero intenso repaso de los últimos meses en cuanto a política nos sirve para traer a la palestra el tema que voy a abordar hoy en estas líneas. ¿A qué precio pagamos la libertad, o, mejor dicho, el libertinaje que se ha venido vendiendo durante todo el proceso? Porque siendo Madrid una de las comunidades con más incidencia en casos de Covid en todo el país, superando los 300 contagiados por cada 100.000 habitantes, no veo que lo mas lógico sea celebrar la fiesta del triunfo en la calle Génova. Independientemente de quien lo haga, es algo irracional, y sobre todo irrespetuoso.
Pero viendo la celebración que allí montaron no es de extrañar algunos de los comportamientos que vimos antes de ayer en ciudades como Madrid, Barcelona o Salamanca cuando a las 00:00 se puso fin al Estado de Alarma. Comportamientos que traen hasta este escrito la palabra Libertinaje. Porque sí, salir a festejar esto de la forma en la que se hizo es de no tener ni empatía, ni responsabilidad social, e incluso capacidad de raciocinio.
Vida queremos todos, no sólo tú
Porque no, me niego a que exclusivamente se culpe a los jóvenes de esto, cuando ayer en los videos que “rularon” por todos nuestros teléfonos se veía a más de uno que ya solo peinaba canas. A mi ya no me vale el argumento de “Es que tenemos ganas de salir”. Porque ganas de vida normal tenemos todos. Ganas de ir a casa de mis abuelos sin miedo. Ganas de salir a tomarme una cerveza con mis amigas sin necesidad de separarnos en mesas, ganas de vida. Pero hay gente que no entiende que estamos en una situación en la que no dependemos tan solo de la acción individual, sino del conjunto social.
Pero por mucha «Libertad» que nos hayan vendido, esa libertad no se refiere a este tipo de actos. Esa libertad se refiere a poder hacer vida, pero teniendo en cuenta la situación que vivimos. Pero esto es caso aparte. Lo vivido en las calles de nuestro país la madrugada del sábado a domingo es simplemente vergonzoso. No tengo nada mas que añadir.