Las pasadas elecciones europeas dejaron más del 54% de abstención en España. Cada vez más europeos desconfían de la UE, no dudan en representarlo con su voto. Parece que las tesis rupturistas cobran fuerza, a pesar del devenir incierto del Brexit. Los populismos avanzan, forman gobiernos que sólo miran por los intereses de sus respectivos países. Nadie parece seguir con ganas de Europa, ningún partido parece encarnar los postulados europeos.  Ante este tablero, es hora de hablar de Volt.

Tímidamente, se va hablando de la organización Volt en medios de comunicación. Todos coinciden en que vienen a detener el auge de la extrema derecha. Hasta allí, atendiendo a su programa político, estamos de acuerdo. Sin embargo, a mis lectores se les escapará algún detalle.

El Brexit no sólo ha hecho estallar la sociedad británica sino también al continente entero. Un montón de gente desconoce qué va a ser de su futuro, en qué va a quedar la cosa. Ahora que se sabe que todo lo prometido es mentira, es posible que no haya una vuelta atrás. El resto del mundo anda sumergido en sus propios populismos, teniendo el ejemplo más avergonzante en Estados Unidos. Además, no duda en expandirse por el mundo, y no lo tenemos tan lejos.

Ante este panorama, aparece Volt a finales de marzo de 2017 siendo su cabeza visible Andrea Venzon. No estuvo solo, le acompañaron Damian Boeselager y Colombe Cahen-Salvador. De allí, nació una plataforma paneuropea que se ha expandido por toda la UE. Actualmente se presenta en estas elecciones en bastantes países de la Unión.

Esta plataforma paneuropeísta busca mejorar la calidad democrática de la Unión, ya que se siente muy lejana. Los ciudadanos pueden ser parte de la solución, debe repercutir la permanencia en la Unión en el bienestar de los individuos. Algo que parece que se nos olvida son las facilidades con las que contamos a día de hoy, sin ir más lejos, el programa Erasmus o la moneda única.

No sólo lo bueno es global, sino que cualquier problema afecta al mundo entero. Es difícil encontrar un problema que quede en el interior de las fronteras de un estado. Actualmente el terrorismo, la gestión de la migración, la desigualdad y los retos climáticos y tecnológicos son considerados mundiales. Es decir, un parlamento nacional es una isla desierta en medio del mar, por tanto, unirse es casi un deber.

Todo esto se cimenta en una base en favor de los derechos humanos, en los que se incluye la defensa a los derechos LGTB+ y del feminismo. A esto se le une la necesidad de que toda propuesta sea sostenible. Defienden la viabilidad ecológica y económica de sus propuestas. Es más, todas las organizaciones Volt cuentan con el mismo programa que aspira a extenderse más allá de las europeas. No descartan entrar en gobiernos nacionales y locales con el fin de influir en políticas europeístas.

Su programa electoral, viendo los acontecimientos, puede resultar utópico. Se puede encontrar en él la instauración de un gobierno europeo junto a la mayor facilidad para crear partidos europeos, ajenos a intereses nacionales. Todo esto va a revertir también en la economía, con un único Ministro de Economía y un Banco Central con mucho más papel en materia de empleo. Los europeos verán más facilidades a la hora de moverse por la UE por trabajo/estudios si se decantan por Volt.

Al apoyarse el desarrollo tecnológico se dan propuestas para introducirlas en el mundo empresarial. Se puede encontrar una apuesta clara en sistemas como blockchain o “la mano de obra descentralizada” que es probable que se conviertan en una realidad en poco tiempo. Todo esto se enlaza con la innovación, ya que sin ella es imposible, destinando un 4% del PIB europeo. Además, la innovación enlaza con la defensa del medio ambiente debido a que hay que buscar sistemas más sostenibles.

La libertad va aparejada de la responsabilidad y de la seguridad, por tanto, se van a ver mejorados los mecanismos como EUROPOL o en seguridad informática. Algo que actualmente es una gran preocupación.

Destaco que a nivel social no se han dejado nada, ya que no olvidan a las minorías ni a los solicitantes de asilo. Es hora de mejorar los cauces, no se puede dejar todo para el último momento. Sobre esto incide mucho de su campaña en redes sociales, es casi su tarjeta de presentación.

Os invito a que miréis la declaración de Ámsterdam para más detalles, es un documento de 13 hojas muy sencillo de leer. Estaréis de acuerdo en que son reformas necesarias, aunque suena casi imposible.

En España, desembarcaron en diciembre de 2017, siendo su siguiente parada Portugal. Chema Larrea, actual presidente de la formación en España, destaca que fue en La Latina con muy poquita audiencia. De esas primeras 5 personas se han llegado a cerca de 1000 en toda España. La junta directiva está formada por César Vera, Miguel Arroyo, Margarita y Lisa Brodbeck, con cargos en vocalía, vicepresidencia y tesorería respectivamente.

Finalmente, antes de las elecciones, recomiendo pensar en lo qué vais a hacer de cara a estos comicios. Leed muchos programas electorales, actuad en conciencia. Evitemos el arrepentimiento de no poder sentirnos europeos porque ya no quede nada.

Enlaces de interés: https://www.voltespana.org/

 

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