El pasado 17 de junio llegó a los cines la nueva película de Disney y Pixar: Lightyear. Siguiendo así la trama de la exitosa saga de películas Toy Story. Esta vez, el foco se dirige al personaje de Buzz Lightyear, muy querido por los más pequeños.

La película en sí no está mal, ha recibido diversas puntuaciones en las principales plataformas de contenido audiovisual. Nada demasiado destacable. Sin embargo, esta nueva producción ha despertado una polémica que parece sacada del siglo pasado. La película ha sido prohibida en 14 países. El motivo: un par de escenas que muestran un matrimonio entre mujeres, que hasta llegan a compartir un beso. 

 

Escena de Lightyear

Los prejuicios y la homofobia se han apoderado del estreno de esta nueva película, dejando en un segundo plano su propia trama, para sólo resaltar estas escenas tan “polémicas”. ¿Polémicas? Se representa una realidad tan válida y respetable como cualquier otra. La importancia de dar visibilidad a estos colectivos, que desde siempre han sido más silenciados en las grandes obras audiovisuales, especialmente para los más pequeños, se hace notar. Algunos padres y madres alegan que este tipo de escenas no son adecuadas para niños de menor edad. Que presenta “ideologías de género”, tal y como se puede leer en un cartel a la entrada de unos cines en Perú.

Sin embargo, las películas de Disney están plagadas de escenas que en cierto modo también pueden llegar a ser desconcertantes para los niños. Desde un romance entre una humana y una abeja en Bee Movie, hasta escenas violentas como la trágica muerte de la madre de Bambi, en Bambi. Escenas que desde luego, pueden causar más estragos en las mentes de los más pequeños que un simple beso entre dos personas adultas. 

Algunos países en los que Lightyear ha sido censurada han sido Arabia Saudita o Emiratos Árabes. No es de extrañar, pues ambos países castigan la homosexualidad. Censura y vulnerabilidad de derechos humanos en su máximo esplendor.

En países occidentales como España, donde existe mayor libertad de expresión, la polémica surge por el miedo de los padres a educar a sus hijos lejos de las formas tradicionales. Cuando algo se sale de las normas y moldes del amor heteronormativo, parece asustar. Pero si se quiere avanzar como sociedad y educar a los niños en respeto y libertad, se debe normalizar la aparición de este tipo de escenas en la gran pantalla.  Sin embargo, el matrimonio entre personas del mismo sexo lleva siendo legal en España desde 2005. Y la reciente Ley Trans deja en evidencia los avances que se están llevando a cabo en el país. No retrocedamos lo avanzado por una escena en una película para niños. 

Y la realidad es que los besos lésbicos en el cine se remontan a hace más de un siglo. Fue en 1914, en la película muda A Florida Enchantment, producida por el famoso estudio Vitagraph. En esta, aparecía un beso entre dos mujeres. La trama gira en torno a una joven que se siente atraída hacia otras mujeres. Y a pesar de la fecha de este estreno, la película no recibió críticas por ello. Fue algo revolucionario en la gran pantalla. Teniendo en cuenta que por ese año la homofobia campaba a sus anchas, es de extrañar.

 

Escena de «A Florida Enchantment»

Y así, la industria del cine ha ido abriendo puertas a escenas que presentan la nueva realidad que se aleja de la impuesta por el heteropatriarcado. 

En 1930, por ejemplo, la aclamada película Morocco, también incluyó en sus secuencias un beso lésbico. Protagonizado por Marlene Dietrich. Más tarde esta película fuera nominada hasta 4 veces a los Premios Óscar. Sin embargo, este segundo estreno tuvo más repercusión. Se generó un gran revuelo y polémica. Tanto que tiempo después se impuso en el cine el Código Hays, que recogía restricciones sobre lo que se podía y no podía ver en el cine. Un código restrictivo que iba de la mano con la intolerancia y la falta de libertad de expresión, desde luego. 

 

Escena de «Morocco»

Y volviendo a día de hoy, podemos ver como escenas y personajes LGTBIQ+ se van añadiendo a las películas o series. Tenemos el ejemplo de Stranger Things, que en sus últimas temporadas ha incorporado al personaje de Robin, quien se siente atraída hacia las mujeres. Y en la última entrega de la serie podemos ver que incluso se llega a enamorar de una chica de su instituto. Nada alarmante, a pesar de que la serie también tiene un público relativamente joven. También cabe destacar que Stranger Things está ambientada en los años 80, cuando aún existían muchos prejuicios a la hora de salir del armario.

Así pues, podemos resaltar la nueva serie que ha triunfado en Netflix: Heartstopper. Aunque la trama principal gira en torno a la relación de dos chicos, se puede apreciar cómo otros personajes femeninos, como Tara y Darcy, comparten una relación amorosa. Una serie que se desarrolla en un instituto, con un reparto de todas las edades. De hecho, Heartstopper ha puesto sobre la mesa la necesidad de presentar a los personajes del colectivo como personajes que se enamoran, que sienten, y que pueden desarrollar su personalidad de una manera libre. De manera contraria a lo que han hecho series tan aclamadas como Élite, que presentaba sus personajes LGTBIQ+ de una manera demasiado sexualizada y sin trasfondo real.

 

Escena de «Heartstopper»

Volviendo a los besos lésbicos más famosos de la pantalla, no podemos acabar el artículo sin mencionar los siguientes. En la película de Woody Allen, Vicky Cristina Barcelona, podemos encontrar un beso entre Penélope Cruz y Scarlett Johanson. Más tarde, Penélope ganó un Óscar por la interpretación de este papel. Así pues, también en la aclamada Mulholland Drive de Davyd Lynch, Naomi Watts y Laura Elena Harring comparten un beso. Y el mejor beso lésbico del cine, según algunos críticos, fue protagonizado por Helen Shaver y Patricia Charbonneau en Media Hora Más Contigo.

Escena de «Vicky Cristina Barcelona»

 

Y entonces, ¿por qué dan tanto miedo los besos entre mujeres, cuando la historia del cine está repleta de ellos? Podríamos preguntar a los padres ofendidos con el estreno de Lightyear, aunque su respuesta estaría basada en la homofobia y la ignorancia. 

Por un cine que muestre lo que de verdad es el amor, en todas sus formas. Y que lo muestre a todos los públicos, más pequeños y más mayores, porque es una gran oportunidad para educar a ciertos sectores de la sociedad. Por un cine en el que un beso entre dos mujeres en una película Disney no cause un escándalo.

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