Hablamos de personas trans, y una bombilla en muchas personas ilumina un cartel que dice: «personas que han nacido en el cuerpo equivocado». Pero, ¿es eso cierto? ¿O nos han «vendido la moto»? 

El discurso no cambia, y se acepta como legítimo definir a las personas trans como aquellas nacidas en un cuerpo equivocado. ¡Claro! Si se operan y se hormonan para cambiar su aspecto físico, será el problema su cuerpo, ¿no?

¡ERROR!

Vamos a darle una vuelta al asunto, con un supuesto. Una persona que escoge operarse la nariz porque le desagrada y le causa malestar, ¿ha nacido en el cuerpo equivocado? Nos llevaríamos las manos a la cabeza ante dicho argumento, pero no nos las llevamos cuando se dice lo mismo de personas trans.

No obstante, no es el único problema con esta definición.

Por otro lado, no todas las personas trans escogen modificar su cuerpo: las hay que sí, las hay que no. Hay quienes se hormonan, pero no se operan. Hay quienes se operan, pero no se hormonan. Por otro lado, hay quienes se hormonan y se operan. Además, hay quienes ni se hormonan ni se operan. Cada cual escoge qué decide hacer con su cuerpo, si quiere modificarlo o no. Esto no ocurre solo con personas trans: a diario vemos a personas cis (que se identifican con el género asignado al nacer) que cambian aspectos sobre su cuerpo.

La connotación que lleva implícita la definición en base a un supuesto «cuerpo equivocado» es que el problema es el cuerpo en sí de las personas trans. Al llevar ese discurso, se está obviando una presión social que provoca que muchas personas trans sientan rechazo hacia ciertas partes de su cuerpo. Existe un discurso social hegemónico en el que «los hombres tienen pene» y «las mujeres tienen vagina». Así, es comprensible que muchas personas terminen por pensar que el problema es su cuerpo. Cuando, no lo es. Además, es importante recordar que no todas las personas trans rechazan su cuerpo.

Finalmente, para concluir, debemos señalar que, cada vez más, se usan eslóganes como «tu cuerpo no te define». Por lo tanto, esto debería aplicarse a todas las personas, y no definir en base a un tipo de cuerpo. Sobretodo, no hablar de cuerpos equivocados, pues, no existen los cuerpos equivocados. Existen cuerpos, y ya está. Luego, los discursos, sí que pueden equivocarse.

Definir «trans» es tan fácil como decir: «persona que no se identifica con el género asignado al nacer». No nos compliquemos la vida.

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