Entre el atentado del 11-S y la huida de Estados Unidos de Afganistán distan casi 20 años. Un tiempo que parece perdido tras la toma del país afgano por parte de los talibán. Ambos acontecimientos han dejado la misma imagen que ya queda impregnada en nuestras retinas: Desesperación que acaba culminando en personas cayendo a la nada.