Se supone que, cuando conocemos a un ultra, lo que queremos es mostrarle que su ideario no es la solución. ¿Estamos haciendo lo que deberíamos para llevarlo a cabo, o preferimos vivir en la confrontación y sacar rédito?
Se supone que, cuando conocemos a un ultra, lo que queremos es mostrarle que su ideario no es la solución. ¿Estamos haciendo lo que deberíamos para llevarlo a cabo, o preferimos vivir en la confrontación y sacar rédito?