Él, Ella, son producto de un sistema donde sentir es el pecado de perder el tiempo. Sentir no es rentable salvo para la compensación del dolor. Ella está ahí. De pie. En el reloj no corren más de las doce de la noche y él siente un nudo en […]
Él, Ella, son producto de un sistema donde sentir es el pecado de perder el tiempo. Sentir no es rentable salvo para la compensación del dolor. Ella está ahí. De pie. En el reloj no corren más de las doce de la noche y él siente un nudo en […]