La apología de la ignorancia es jaleada, valorada y refrendada por muchos, pisoteando la cultura con una sonrisa en la cara. El saber no ocupa lugar, pero el aprender ocupa dos cosas: tiempo e interés.
La apología de la ignorancia es jaleada, valorada y refrendada por muchos, pisoteando la cultura con una sonrisa en la cara. El saber no ocupa lugar, pero el aprender ocupa dos cosas: tiempo e interés.