Podría decirse que los españoles vivimos desde hace cuatro años en el día de la marmota, dormimos y despertamos escuchando los mismos temas, las mismas quejas, los mismos reproches que conducen siempre a las urnas.
Podría decirse que los españoles vivimos desde hace cuatro años en el día de la marmota, dormimos y despertamos escuchando los mismos temas, las mismas quejas, los mismos reproches que conducen siempre a las urnas.