Desde hace 14 años, un edificio imponente a la par que enigmático recibe a los viandantes en la calle principal de una ciudad al sur de Madrid, Móstoles. Si preguntas por ella, las respuestas oscilarán entre Iker Casillas, Christian Gálvez o el accidente en helicóptero de Rajoy y compañía. Sin embargo, escondido entre sus edificios de antigua ciudad dormitorio, encontramos el único museo dedicado exclusivamente al arte contemporáneo en la Comunidad de Madrid: el Centro de Arte Dos de Mayo.

Su localización no fue elegida al azar, como tampoco lo es el arte expuesto. Su oferta cultural es inmediata para unos cinco millones de habitantes, según indica el propio museo. El objetivo no es el beneficio económico o el prestigio, imperan la innovación y estimulación. La entrada es completamente gratuita y el horario se extiende mañana y tarde, cerrando sus puertas únicamente los lunes. Además, la página web se actualiza constantemente, mostrando todas las novedades.

Una vez atraviesas su fachada teñida de un azul aguamarina, el “caos” está servido. El arte contemporáneo reúne las expresiones artísticas del S.XX a la actualidad y se caracteriza por ser innovador, tanto en técnicas como en modo de expresión, experimental con tintes abstractos y crítico. Además, abandera el arte como un fin, no como una mercancía de consumo. El museo se impregna de estos valores, compartidos a su vez con la Fundación ARCO, con la que mantiene un comodato desde el año 2014. Gracias a este contrato, parte de sus obras se encuentran depositadas en el CA2M. La Colección Fundación ARCO forma parte de la misma familia artística, con la intención de contar la historia del arte, desde la década de los 70 hasta la actualidad, a partir del coleccionismo.

Recibidor del museo

ARCO tiene como epicentro la feria. Aparece en España en 1987, coincidiendo con los primeros años de esta. IFEMA impulsa la Colección y por tanto los artistas emergentes, las creaciones más recientes, las nuevas visiones. Edy de Wilde fue una de las figuras centrales en el ámbito museístico contemporáneo de nuestro continente y como tal habló de ARCO. Le adjudicó valores de transmisión y visibilización del arte moderno, así como la oportunidad para compartir nuevos discursos.

«Mi idea es que los museos españoles de arte contemporáneo puedan solicitar obras en préstamo a la Fundación ARCO y eso sí que tiene sentido. Una colección significa que las obras muestran cierta coherencia conceptual». Como solo hacen los maestros, De Wilde dejó las migas por el camino que el mundo del arte supo recoger. El primer hogar de la Colección ARCO fue el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC), de 1996 al 2014, en Santiago de Compostela. Ese último año viajaría hasta el centro de la península.

El Museo Centro de Arte Dos de Mayo sigue el legado y conforma la historia del arte moderno acompañando obras de la Colección con exposiciones temporales. Táctica sintáctica de Diego Bianchi, definida como ejercicio de desarme, o Espejo y Reino / Ornamento y Estado de Álvaro Perdices habitan ahora en el museo esperando hacernos sentir algo cuando recorramos sus pasillos.

Exposición temporal

Una amplia terraza en la azotea y una biblioteca especializada en arte contemporáneo nos reciben en la última planta, como secreto final de este rincón de Madrid. El arte se mueve por cada una de sus calles, más allá del Museo del Prado o el Reina Sofía. El único requisito es tener la inquietud, prestar atención y dejarse llevar.

Terraza en la azotea

About The Author

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.