Un año más, la performance del halftime de la Super Bowl se convierte en trending topic en todo el mundo. Si bien se trata del partido final del campeonato de la National Football League (NFL), hasta los no amantes del deporte esperamos con ansias este día porque el espectáculo del descanso nunca defrauda.

Hace dos años, Shakira, Jennifer López, Bad Bunny y J Balvin se subieron al escenario del Hard Rock Stadium en Florida para reivindicar la importancia de la música y la cultura latina en Estados Unidos. Durante la pandemia, sin embargo, el show del artista canadiense The Weeknd no superó las expectativas, ya que un estadio al 30% de aforo no aportó la magia que se esperaba de un evento de dimensión mundial.

Este año, tras una temporada difícil para el sector de la industria musical y el espectáculo, los artistas han vuelto con las pilas cargadas para apostar por un halftime lleno de baile, historia, símbolos y, por supuesto, manifestación. El hip hop, que es el tercer género musical más escuchado en todo el mundo, ha protagonizado la Super Bowl 2022.

Un barrido por la historia del hip hop

Este género nació en Estados Unidos alrededor de los años 70. Con una Nueva York en pleno crecimiento debido a las migraciones desde América Latina, barrios como El Bronx o Harlem acapararon la escena del nacimiento de un género que mezclaba sonidos muy del funk de James Brown con influencias de sonidos cubanos, como podemos escuchar en Incredible Bongo Band – Apache (Grandmaster Flash). Una década más tarde, Rapper’s Delight ya figuraba en las listas de éxitos de todo el mundo. En España, de hecho, el que hoy se considera uno de los himnos del Hip Hop fue disco de oro. Tal fue la popularidad de este tema, que el «I said-a hip, hop, the hippie, the hippie» sirvió de inspiración para que Las Ketchup grabasen su hit más famoso, el «Aserejé».

Desde los años 80, el hip hop ha ido evolucionando hasta convertirse en, como se ha mencionado anteriormente, el tercer género musical más escuchado en todo el mundo. Y esto ha sido gracias a artistas que lo han llevado hacia otras esferas donde los sonidos negros no recibían ninguna consideración. Tupac, The Notorious B.I.G o Ice Cube fueron los principales referentes de una cultura que forma parte de la historia de Estados Unidos.

El halftime de la Super Bowl

La Super Bowl, que se celebra desde el año 1967, empezó a incorporar artistas de gran renombre a partir de los 90. Sin embargo, a pesar de que el hip hop representa una gran parte de la escena musical estadounidense, tan solo se ha visto encarnado en 5 ediciones de este evento deportivo, de la mano de Queen Latifah (1998), Diddy, Nelly (2004) y Nicki Minaj (2012), entre otros.

Por este motivo, este febrero de 2022, las leyendas que marcaron la Edad de Oro de este género – como Dr Dre, Snoop Dogg, 50 Cent, Eminem, Mary J. Blige y Kendrick Lamar – han aprovechado la oportunidad que la NFL les ha brindado para mostrar al mundo la historia de su género y de su cultura. Todo esto a través de una performance pensada al detalle para apelar a todo lo que el hip hop representa: igualdad, justicia y respeto. «Mucha gente no quiere al hip hop en el escenario, pero estamos aquí ahora y no hay nada que se pueda hacer al respecto», dijo Snoop Dogg días antes de subirse al escenario junto a su partner in crime desde Still DRE (1999).

Compton y un guiño a Tupac

Un escenario poco habitual ocupa parte del campo de juego del SoFi. Casas blancas sobre un suelo que se convierte en el mapa de Compton, la ciudad californiana que vio nacer a Kendrick Lamar, Dr Dre, y otros artistas como Yella o Eazy-E. En 2012, Lamar lanzó su disco Good Kid, m.A.A.d City en el que menciona a Compton y, más tarde, el rapero – y su ciudad natal – se convirtió en uno de los símbolos del movimiento Black Lives Matter.

André (Dr Dre) en una punta de la calle y Dogg en la otra, para interpretar una canción que fue tema del momento en 2011: «La-da-da-da-dah, it’s the motherfuckin’ D-O-double-G…». Luego, se unen para hacer alusión al rapero más importante de todos los tiempos, Tupac Shakur, al cantar California Love.

De repente, aparece 50 Cent del techo de uno de los sets, boca abajo, y nos traslada inmediatamente a ese videoclip de In Da Club (2003) que marcó el hip hop del nuevo siglo. Y todo este despliegue de bailarinas, de beats y de lowriders no acaba ahí porque, a lo alto del tejado, nos sorprende Mary J. Blige con un mix de sus canciones más populares: Family Affair y No More Drama.

La nueva cara del género

La emotividad de Blige rompe con la agresividad que define el estilo de Kendrick Lamar, uno de los artistas más nuevos de la escena musical urbana. Aunque ya llevaba tiempo haciendo carrera en la industria, el oriundo de California se popularizó gracias a su álbum DAMN., en el que podemos encontrar temas como HUMBLE, tal vez uno de los himnos de la nueva era del hip hop. Símbolo del movimiento BLM, ha apostado por una puesta en escena salvaje a la par que elegante – algo que solo un artista de esa calidad puede hacer posible – para interpretar Alright: «I recognize you’re lookin’ at me for the pay cut, but homicide be looking at you from the face down», canta recordando a todos los afroamericanos asesinados a manos de la policía en Estados Unidos.

Una rodilla simbólica

Para continuar con la tónica destructora, Eminem hace explotar una de las casas blancas cuando aparece en el estadio para interpretar Forget About Dre (1999) y Lose Yourself (2002), considerada la canción de rap más exitosa de todos los tiempos. La importancia del artista de Detroit reside, además de en su indudable talento para rapear y producir música, en haber sido el primer cantante de hip hop no afroamericano. Hace unos años, se posicionó públicamente en contra de la política de Donald Trump, al dedicarle un freestyle de cinco minutos donde especificaba: «racismo es la única cosa en la que es fantástico».

En esta edición de la Super Bowl, ha vuelto a hacer uso de su influencia y ha finalizado su actuación clavando su rodilla izquierda en el suelo. Un gesto que utilizó el quarterback Colin Kaepernick hace unos años para manifestarse en contra de la desigualdad racial en la NFL.

El show termina con Still DRE, un tema que se reconoce con tan solo escuchar los primeros cinco segundos. Son seis los artistas que han dado vida al hip hop en esta edición de la Super Bowl: Dr Dre, Snoop Dogg, 50 Cent, Mary J. Blige, Kendrick Lamar y Eminem. Sin embargo, otros de los grandes, como Anderson .Paak, estaban presentes en la escena. Además, es la primera vez en la historia de la Super Bowl en que participan músicos sordos.

La música como instrumento político

Sin duda, este espectáculo, al igual que el de la Super Bowl 2020, es una prueba de que la música es un instrumento de lucha política y social. Aunque, por diversos motivos, la edición de este año es especial: coincide que canta un elenco entero de artistas del género hip hop – históricamente asociado con la cultura afroamericana – con el Mes de la Historia Negra (febrero).

Ahora solo nos queda reproducir el video de este halftime y emocionarnos hasta que sepamos qué va a pasar en la próxima edición. Dre y compañía han dejado el listón muy alto: ¿va a ser posible superarlo?

Hope you’re ready for the next episode.

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