El nuevo documental de Marta del Castillo ha empujado al Juzgado de Instrucción de Sevilla a entrar una serie de pruebas a analizar como el teléfono del principal implicado, Miguel Carcaño, para indagar en sus localizaciones del 24 de enero de 2009, día de la desaparición de Marta. Esto es solo una prueba de lo que puede conseguir el Periodismo.

Son muchos los buenos documentales de diversas plataformas acerca de crímenes reales que han gozado de muchísima audiencia. Desde Código Público te mostramos los más interesantes:

En primer lugar, el caso Alcàsser, en el cual 3 adolescentes de unos catorce años desaparecieron en noviembre de 1992. Miriam, Toñi y Desirée fueron secuestradas y asesinadas cuando iban de camino a una discoteca, y no fue hasta dos meses después cuando encontraron sus cadáveres. Este caso es considerado el más mediático de España por el papel que jugaron los medios de comunicación.

El caso Asunta: Operación nenúfar. En septiembre de 2013 la niña de 12 años Asunta Basterra desapareció en Galicia, y su cadáver fue encontrado al día siguiente por dos transeúntes. Sus padres fueron los principales acusados desde un primer momento, aunque todavía no se sabe con certeza qué pasó ni por qué lo hicieron.

Las cintas de Ted Bundy, uno de los asesinos en serie más conocidos del mundo. Este aparentemente “chico perfecto” mató a más de treinta personas entre 1974 y 1977. Finalmente fue acusado y ejecutado en la silla eléctrica en 1989.

Por último, el documental que está viendo toda España: ¿Dónde está Marta? Marta desapareció el 24 de enero de 2009, día en el que quedó con su exnovio y amigo Miguel Carcaño. Una serie de sucesos sucedieron esa tarde, y Marta no volvió a aparecer. El único de los múltiples implicados que está cumpliendo condena en la actualidad es Carcaño, asesino confeso de Marta. Todavía no se sabe dónde está Marta ni lo que pasó exactamente aquella tarde de enero. La policía cometió muchos errores en la investigación de este crimen, que si se hubiesen evitado, posiblemente a día de hoy sabríamos dónde está Marta.

 

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