Como el karma, la moda es cíclica. Todo lo que se va, vuelve, y el mejor ejemplo de ello es el auge de la moda vintage o de segunda mano. Originalidad, personalidad, exclusividad… son características que nos puede aportar este estilo de vestir retro que resurge tendencias pasadas. Ligado al éxito vintage encontramos la apertura de establecimientos específicos donde encontrar este tipo de prendas únicas. 

La llegada a Zaragoza

El concepto de tienda de moda vintage o de segunda mano es muy común en países del norte de Europa como Reino Unido, Suecia u Holanda, e incluso en las ciudades más cosmopolitas de España, como Barcelona o Madrid. Zaragoza no quería quedarse atrás y, aunque ha tardado más, actualmente la moda vintage vive un boom en la capital aragonesa y ha venido para quedarse. 

La mayoría de las tiendas vintage zaragozanas las encontramos en el barrio de la Magdalena, situado en el Casco Antiguo. Algunas de ellas son Kashmir, Grey Gardens, Plastik, Sommes Demodè y dos de las más destacadas y con mayor éxito, Blue Velvet Vintage Shop y Flamingos Vintage Kilo. 

Para Patricia, dueña de Blue Velvet, la moda vintage significa “marcar la diferencia e individualizarnos los unos a los otros”. Consumía este tipo de ropa desde hace mucho tiempo, comprando en tiendas de Madrid y Barcelona. En mayo de 2013 decidió hacer de su hobby su trabajo y abrió una de las paradas obligatorias en la ruta vintage zaragozana para todo amante de la moda: Blue Velvet Vintage Shop. La tienda es una de las pioneras de la ciudad en vender ropa de segunda mano y desde su apertura ha sido todo un éxito. “Cada año hemos ido a mejor”, asegura Patricia.

Toda la ropa que encontramos en la tienda tiene un origen diferente y una historia propia. “Nunca colgaría algo que no me gusta”, afirma Patricia, que elige qué ropa poner en venta. Para ella, el éxito está en saber rebuscar y encontrar cosas que valen la pena.

A partir del éxito de Blue Velvet, la oferta vintage en la ciudad ha aumentado exponencialmente. Cristina, junto a sus dos hermanas, decidió en 2014 abrir su propio negocio vintage: Flamingos Vintage Kilo. Asegura que en Zaragoza “no hay nada como Flamingos: ropa americana y venta al peso”. La razón que llevó a estas tres hermanas apasionadas por la moda y por el estilo propio a abrir la tienda fue traer a la capital aragonesa un estilo de ropa que antes sólo se podía encontrar en Madrid y Barcelona. “Aquí es una lucha, Zaragoza es complicada, pero apostamos por ella”, dice Cristina.

Para Cristina, la ropa vintage significa “exclusividad, calidad y ecología”. La ropa, que es vendida a peso, proviene exclusivamente de Estados Unidos, algo que para las dueñas de la tienda supone una seña de identidad. Esto, sin embargo, no supone una menor variedad de ropa. “Conseguimos un abanico muy amplio de productos y cosas diferentes”, asegura Cristina.

Mercadillo vintage

En pleno auge de las tiendas de ropa vintage en Zaragoza, se inaugura el mercadillo de Las Armas, el cual se celebra el segundo domingo de cada mes. El mercadillo, que tiene lugar en la plaza Mariano de Cavia, se compone de diferentes puestos en los que se venden productos de segunda mano como libros, vinilos, objetos de decoración, productos gastronómicos… y ropa vintage. 

La tienda Blue Velvet, abierta un año antes del inicio del mercadillo, ha sido un must-go en este evento. “El mercadillo empezó hace tres años, al principio éramos pocos puestos pero ha crecido un montón, ahora está muy chulo”, dice Patricia. La maternidad de la dueña junto con su pareja, también dueño de la tienda, le ha impedido seguir participando en el mercadillo. “El mercado nos iba bien y nos gustaba un montón, pero es por tiempo”, asegura.

Flamingos Vintage Kilo, sin embargo, prefiere no participar en el mercadillo. “Hemos participado alguna vez pero trasladar nuestro concepto de tienda a un mercadillo es muy difícil. Nos gusta que la gente nos identifique”, asegura Cristina. La fama que ha conseguido el mercadillo hace que sea más un lugar turístico que un lugar de compra. “La gente sabe que los domingos hay algo pero no saben muy bien qué hay”, dice Cristina.

Nuevas fronteras

La ropa vintage ha conseguido un hueco en el armario zaragozano. La gran aceptación de estas tiendas han obligado a estas a buscar nuevas fronteras con las que ampliar su negocio y satisfacer las necesidades de sus clientes. Para ello, las redes sociales son una herramienta esencial. Las páginas de Facebook y ahora sobre todo de Instagram sirven de escaparate para estas tiendas, en donde los usuarios pueden reservar las prendas que después pueden recoger en tienda o, si no son de Zaragoza, recibir en casa.

La demanda de compradores fuera de Zaragoza empujó a Patricia, dueña de Blue Velvet, a crear su página web (www.bluevelvetvintageshop.com). “Nos costó dar este paso porque la página web es un curro tremendo. Es como tener otra tienda”, asegura Patricia. Sin embargo, el esfuerzo ha merecido la pena: “Estamos super contentos, no nos imaginamos que fuese este boom”.

Competencia sana

Cada vez más personas se animan a crear su propia tienda de ropa vintage en la capital aragonesa. Aunque esto podría resultar en competitividad entre los negocios, Patricia y Cristina tienen muy claro que no es así. “La competencia es sana y buena y hace que no te duerma en los laureles. Para mí no es competencia, es ideal que la chica de al lado también sea una tienda vintage”, dice Cristina. Se refiere a la tienda Grey Gardens, que también ofrece ropa vintage en la misma plaza, Ignacio Jordán Asso.

En cuanto a las ganancias, las dos propietarias aseguran que la mayor variedad de tiendas no les ha afectado. Patricia asegura que incluso le ha beneficiado, al haber creado una zona de tiendas similares. “Cada una tiene su esencia, representa cosas diferentes”, afirma Cristina.

Best-sellers

En cuanto a qué venden más estas tiendas, Patricia asegura que depende de la temporada. “Desde siempre lo que más he vendido y por lo que nos hemos caracterizado es por los shorts, pero la verdad es que ahora es un poco de todo”, dice. Cristina, de Flamingos Vintage Kilo también triunfa con los shorts y añade a su lista de best-sellers las camisas hawaiianas, con un toque muy americano. El secreto del éxito es, según Patricia, “adaptarse a lo que se lleva en cada momento”.

La moda vintage se ha convertido en un auténtico reclamo en la ciudad de Zaragoza y debido a su flagrante éxito, podemos corroborar que no se trata de una tendencia pasajera sino que ha llegado para dejar huella.

About The Author

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.