Raschimura curaba la diabetes y el cáncer, además de esto, era un bailador de flamenco, el inicio de la secta de Pedro Vivancos

Francesc Bellart, nacido en Barcelona en 1984, es un licenciado en filosofía que ha ejercido como editor y actualmente despliega su destreza como profesor de secundaria, nos ha traído su último trabajo de mano de Penguin Books, un libro sobre la primera secta española.

El libro rebosa de anécdotas acerca de la vida de este personaje tan peculiar. Tal vez la chispa más intrigante sea su reputación como un seductor incorregible o un narcisista espiritual. Desde su primera conquista conocida, Pastora Marcos, una bailaora ahora relegada al olvido, este individuo mantuvo siete grandes amores. Según Bellart, este personaje mesiánico era un polinizador excepcional, llegando incluso a involucrarse con la hija mayor de una de sus amantes.

Una vez de vuelta en Barcelona, desde Melilla, comenzó a impartir clases, pero Vivancos no adoptaba el papel típico de profesor. Más bien se desempeñaba como consejero para alumnos con pocas esperanzas de futuro. Tras su separación de Pastora, varios de estos jóvenes decidieron mudarse con él, convirtiéndose así en sus primeros discípulos.

La escuela de danza de Pedro Vivancos.

En el libro se explica de manera clara lo que el «profesor» pedía a sus alumnos. Vivancos imponía a sus alumnos un estilo de vida monástico, basado en una dieta vegetariana y largas sesiones de meditación y entrenamiento diario. Residían en el lugar, durmiendo en el suelo y tomando duchas con agua fría. Bajo el nombre de Raschimura, se presentaba como un siervo de Dios y les instruía sobre el amor y la espiritualidad.

Aquí, en este punto es donde podemos ver esto que pregunta el autor en la portada del libro, ¿secta o familia?. La verdad es que es muy complejo de resolver, llegó a tener siete mujeres a quienes él denominaba «madres», incluyendo entre ellas dos hermanas, una madre e hija. Bellart detalla en su libro las ceremonias que tenían lugar durante los encuentros íntimos, siempre llevados a cabo en una sala de rituales. En total, engendraron más de 40 hijos. 

Seis de esos hijos, todos bautizados con nombres bíblicos, eventualmente formarían un grupo de baile cuyas actuaciones se han convertido en un fenómeno global: Los Vivancos.

El caso es que para que esto fuera contado al mundo alguien tuvo que tirar de la manta, esto fueron José y Rosa, convivían un total de 24 adultos y cerca de veinte niños, la mayoría de ellos hijos de los residentes. A pesar de tener una hija propia, a la que no se le permitía seguir el estilo de vida de sus padres, los hijos eran considerados como parte de una gran familia. Cuando la niña de José y Rosa enfermó gravemente, la familia se vio obligada a huir para llevarla al hospital. Antes de partir, el padre recopiló documentos que posteriormente revelarían lo que ocurría dentro de la finca.

Portada d el artículo sobre Raschimura

Estos documentos fueron entregados a las autoridades, incluyendo la Guardia Civil y el juzgado de guardia, además de compartir una parte de ellos con el periódico ‘El Periódico de Catalunya’. La publicación del reportaje, redactado por Joaquim Roglan el domingo 24 de abril de 1983, con el titular «Raschimura, una peligrosa secta que opera en Catalunya», causó un gran impacto.

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