Sí, irse de Erasmus es sinónimo de fiesta; pero también lo es de crecimiento personal, enriquecimiento cultural y amistades que hacen que una vida sin ellas sea difícil de imaginar
Junio, el mes de las llamas
Como los deseos que se queman en la hoguera, saltamos junio, un mes que se queda apagado entre las brasas.
Mayo, el mes de los finales
Ponemos fin al último día de mayo. Un mes en el que estoy a punto de convertirme en lo que siempre he soñado ser: periodista.
Abril, el mes de la libertad
Despedimos abril y las mascarillas, en un mes en el que hemos dejado de lado la «nueva normalidad», por la de siempre.
Marzo, el mes del dios de la guerra
Termina un marzo marcado por el belicismo. Casualmente, es el único mes que recibe su nombre por el dios romano de la guerra, Marte.
Febrero, los trenes y el silencio
Febrero ha sido un mes ligero y de relativo descanso ante la intensidad del primero. Sin embargo, siempre me ha parecido un mes de transición, un puente entre el helado enero y la ansiada primavera.
Enero, el mes más largo del año
Enero es el mes al que recibimos con nuestras mejores galas, el de los propósitos y de las promesas de hacer de este nuevo año uno mejor.
«Víctimas» de su propio privilegio: la libertad de expresión y lo políticamente incorrecto
“Con toda acción, tiene siempre lugar una reacción igual y contraria”. El progreso conlleva una reacción implícita y los períodos históricos en los que el sistema parece tambalearse, se caracterizan también por la aparición de fuerzas rancias y fachosas cuyo cometido es mantenerlo. Hola, imbécil. Sí, te hablo […]
Diciembre, la última página del año
Las luces de Navidad titilan en un diciembre que se acaba, poniendo punto y final a un calendario al que se le han terminado los días para tachar.
Grandilocuente razón para tontos
Sí hay una capacidad de asumir la negativa, sólo que es una negativa sin trabajo, dogmática y tribal, en la que más allá del YO no hay Dios, salvo esa entidad, abstracta y gaseosa, que es la posibilidad de ver resueltos favorablemente NUESTROS instintos. Habría de preguntársele a los […]