El acuerdo en los Presupuestos Generales del Estado entre el Gobierno de Sánchez y Podemos incluye restricciones al juego y las casas de apuestas, así como limitaciones a la publicidad de esta al igual que ocurre con el tabaco. Esta medida es muy importante ya que según datos de El Confidencial desde 2014 las casas de apuestas han aumentado hasta un 140% en los barrios más pobres de Madrid.

Este incremento comenzó en 2012 con la aprobación de la Ley de Juegos con el incremento exponencial de las apuestas online donde se puede apostar desde el dato de audiencias de un programa al minuto en el que Messi mete un gol al equipo rival. Esta expansión, normal ante el poco tiempo que lleva este sector desarrollándose, conlleva riesgos ante el fomento de la ludopatía al afectar a gente susceptible de caer en esta enfermedad o perjudica a la rehabilitación de estas personas.

“No hay casi ningún control sobre los menores, yo de hecho iba porque me dejaban entrar siendo menor y me atraía el hacer algo que no era legal, cuando cumplí 18 dejé de ir. Mientras no parezca que tienes doce años a ellos les da igual, incluso recogía premios siendo menor”

Es tal el auge que resulta raro en barrios como Vallecas dar un paseo sin encontrarte con una. Tal y como publicaba El País, en un radio de 250 metros en Puente de Vallecas podemos encontrar 11 salones de juego, uno de ellos incluso con parking. Una problemática que preocupa a los vecinos ya que estos establecimientos se asientan en barrios más pobres ante la vulnerabilidad de los clientes que las frecuentan, que van desde parados hasta jóvenes que cuentan con varias casas de apuestas a la salida del instituto.

Vallecas no es el único barrio que ha notado un fuerte incremento en este tipo de locales, distritos como Vicálvaro con un incremento del 200% o Villaverde con el 100% han visto como sus calles se llenan de estos negocios que lidera el distrito Centro con 29 establecimientos.

Pablo, un joven de 18 años que ha sido asiduo a estos establecimientos cuenta que “no hay casi ningún control sobre los menores, yo de hecho iba porque me dejaban entrar siendo menor y me atraía el hacer algo que no era legal, cuando cumplí 18 dejé de ir. Mientras no parezca que tienes doce años a ellos les da igual, incluso recogía premios siendo menor”, declaraciones que no discrepan de los 33 procedimientos sancionadores que la Comunidad de Madrid abrió en 2017 en diversas inspecciones a los salones por la presencia de menores. Este hecho es especialmente preocupante debido al problema de adicción que se puede crear en los jóvenes.

Jugar no te aporta nada más que euforia en el momento, da intriga porque al principio sueles ganar, pero realmente no aporta nada” continúa Pablo. “Los chavales perciben las casas de apuestas como un lugar de ocio”, dice Esther Rubio, psicóloga de Proyecto Hombre Madrid. “¡Les dan bonos iniciales y les premian! Una vez que se entra es muy difícil salir”.

Los expertos insisten en que la ludopatía es una alerta que no se debe reducir solo a barrios pobres ya que se manda un mensaje a las familias con dinero de que los suyos no tienen un problema.

El sector no lo ve igual. Aseguran que se está demonizando el sector y que la ludopatía es un problema residual ya que “la mayoría de los clientes apuestan sin problemas” tal y como relata un trabajador de una casa de apuestas de la Puerta del Sol que prefiere mantenerse en el anonimato.

ANESAR, la patronal de los salones de juego, indica que actualmente hay 3.100 salones abiertos, además niegan que se establezcan en barrios más pobres con el objetivo de conseguir más clientela sino porque el metro cuadrado es más barato. Además, indican que centrarlo todo en los salones supone dejar de lado «otros establecimientos autorizados como bares, bingos, casinos» donde también afirman que la publicidad del sector está “muy restringida” al contrario que ocurre con el juego online o la ONCE.

Además, Alejandro Landaluce, el director general de la patronal del consejo empresarial del juego (CeJuego), insiste tal y como declaró para eldiario.es en que la ludopatía es una “pequeña realidad” a la que “hay que cuidar para que vaya a menos”. “Una casa de apuestas no es un sitio donde te atraigan ni te atrapen. La gente va porque se lo pasa bien. Lo que hay que mirar es que se cumpla con la legislación”.

El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) explica que la ludopatía se encuentra dentro de los trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos que “pueden conllevar problemas de salud mental y déficits en los autocuidados de las personas que la sufren” tal y como indica Rubén Chacón, enfermero de salud mental en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada. “Se trata desde la prevención primaria con educación para la salud y desde la educación secundaria y terciaria con tratamiento psicológico que a nivel grupal sería más eficaz” prosigue Chacón.

Un sector que maneja 600 millones de euros al año y que se patrocina en 19 de 20 equipos de fútbol de la primera división.

Los expertos insisten en que la ludopatía es una alerta que no se debe reducir solo a barrios pobres ya que se manda un mensaje a las familias con dinero de que los suyos no tienen un problema pese a ser un problema social en los barrios pobres.

También insisten en la importancia de la concienciación ya que es un trastorno adictivo, que cumple con los criterios de cualquier droga y síndrome de abstinencia que se puede ver agravado cuando existe más crecimiento en la oferta de un sector que maneja 600 millones de euros al año y que se patrocina en 19 de 20 equipos de fútbol de la primera división.

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Un comentario en «El peligroso negocio que hay detrás de las casas de apuestas»

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