Bush declaró la guerra contra Iraq cambiando el curso de la historia de ambos países en cuestión de pocos años

El presidente Bush declaró la guerra contra Iraq esta noche, ordenando a las 200,000 fuerzas estadounidenses reunidas en la frontera sur del país que inicien una invasión largamente esperada para desarmar al país y derrocar a Saddam Hussein.

Hablando a la nación desde la Oficina Oval a las 10:15 p.m., hora del este, aproximadamente 45 minutos después de que se reportaran los primeros ataques contra instalaciones militares en Bagdad, el Sr. Bush dijo: «Estas son las etapas iniciales de lo que será una campaña amplia y concertada».

Pero, ¿por qué Bush declaró la guerra contra Iraq?

Si retrocedemos en el tiempo, después de la primera Guerra del Golfo en 1991, la ONU quería asegurarse de que Iraq no desarrollara armas peligrosas como armas químicas, biológicas o nucleares, ni misiles que pudieran alcanzar objetivos lejanos. Para lograr esto, emitieron la Resolución 687. Esta resolución ordenaba que Iraq detuviera todos sus programas de armas peligrosas y que destruyera todo lo que ya hubiera fabricado.

Hubo un grupo de inspectores de la ONU en Iraq que tenían la tarea de asegurarse de que Iraq cumpliera con esta resolución. Durante su trabajo, encontraron y destruyeron una gran cantidad de armas peligrosas. Sin embargo, no pudieron resolver completamente todas las preocupaciones sobre el tema.

En 1998, debido a tensiones entre Estados Unidos, el Reino Unido e Iraq, los inspectores tuvieron que abandonar su trabajo. Poco después, Estados Unidos y el Reino Unido llevaron a cabo una operación militar llamada Operación Zorro del Desierto. Fue una serie de bombardeos sobre Iraq, dirigidos a dañar su capacidad militar y destruir arsenales y otras instalaciones estratégicas.

El comienzo del nuevo siglo

En el año 2001, el gobierno del presidente George W. Bush en Estados Unidos estaba considerando la posibilidad de usar la fuerza militar en Iraq. Una de las razones que se mencionaron fue que creían que Iraq estaba causando problemas que podrían afectar la cantidad y el precio del petróleo en el mundo.

Antes de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, algunos políticos en Estados Unidos querían un cambio de gobierno en Iraq. Querían que un nuevo gobierno iraquí usara el petróleo del país para producir más petróleo del que la OPEP, un grupo de países que controla gran parte del mercado petrolero, había acordado. Esto habría hecho que el precio del petróleo bajara y reduciría el poder de la OPEP.

Después de la invasión de Iraq, estos planes cambiaron. Esto se debió en parte a que algunas personas importantes, como un exdirector de una gran compañía petrolera, se negaron a participar en la industria petrolera de Iraq bajo esas condiciones. Estaban preocupados de que las empresas estadounidenses no pudieran competir justamente con otras empresas extranjeras si Iraq privatizaba su industria petrolera. En cambio, Iraq mantuvo el control estatal sobre su petróleo en lugar de privatizarlo, lo que permitió que el gobierno iraquí tuviera más control sobre la producción y venta de petróleo.

¿La invasión fue inmediata?

En marzo de 2003, las fuerzas militares de Estados Unidos y del Reino Unido comenzaron una invasión de Iraq. Este conflicto comenzó con ataques aéreos sobre objetivos iraquíes utilizando misiles tomahawk lanzados desde barcos y submarinos. Al mismo tiempo, las fuerzas estadounidenses y británicas avanzaron desde Kuwait hacia Iraq, mientras que los aliados kurdos lo hacían desde el norte del país.

La invasión avanzó rápidamente y el 9 de abril de 2003, los primeros tanques estadounidenses entraron en Bagdad, la capital de Iraq, con poca resistencia por parte de las fuerzas iraquíes. El presidente de Estados Unidos en ese momento, George W. Bush, anunció el 1 de mayo de 2003 que los principales combates habían terminado.

Bush y su administración defendieron la invasión de Iraq como una acción de «liberación», argumentando que estaban derrocando un régimen opresivo liderado por Saddam Hussein. Prometieron establecer un gobierno democrático en Iraq lo antes posible, incluida la redacción de una nueva constitución y la transferencia rápida del poder a un gobierno iraquí elegido democráticamente.

Sin embargo, la invasión y la ocupación de Iraq enfrentaron críticas y desafíos significativos. La falta de armas de destrucción masiva, que fue uno de los principales argumentos utilizados para justificar la invasión, socavó la credibilidad de la administración Bush. Además, la ocupación de Iraq resultó en un prolongado conflicto con insurgentes y una guerra civil sectaria, lo que llevó a una situación de inestabilidad y violencia prolongada en el país.

La división de los sectores

Por un lado, sectores chiíes, que se esperaba apoyaran y acogieran a los invasores, se levantaron liderados por el clérigo Muqtada al-Sadr. Este líder religioso se opuso a la presencia de las tropas extranjeras y llamó a la unidad entre sunníes y chiíes para defender la soberanía de Irak.

En la ciudad de Nayaf, de gran importancia religiosa para los chiíes, al-Sadr y sus seguidores se fortalecieron, desafiando la ocupación extranjera. Al-Sadr experimentó persecución por parte de las tropas invasoras y vio cómo su periódico era prohibido, lo que aumentó su resistencia y la de sus seguidores contra los ocupantes.

Por otro lado, la ciudad de Faluya también se levantó contra los invasores y resistió el asedio al que fue sometida. La defensa de Faluya fue tan intensa que el ejército de Estados Unidos tuvo que buscar la mediación de autoridades religiosas para negociar su retirada. Esto llevó a un giro irónico en la estrategia inicial de Estados Unidos, ya que designaron a antiguos militares del régimen de Saddam Hussein para encargarse de la seguridad de la ciudad.

A finales del mismo año, el presidente estadounidense George W. Bush firmó un acuerdo de seguridad con el gobierno iraquí. Este acuerdo estipulaba un calendario para la retirada gradual de las fuerzas estadounidenses del país. Según este acuerdo, para junio de 2009, las fuerzas estadounidenses se retirarían de las ciudades iraquíes. Para agosto de 2010, las unidades de combate abandonarían el país, marcando el fin de las misiones de combate. Finalmente, para diciembre de 2011, solo quedarían 50,000 efectivos estadounidenses para entrenar a las fuerzas iraquíes antes de su retirada definitiva.

La retirada en 2011

El 18 de diciembre de 2011 marcó un hito importante en la historia reciente de Iraq. Ese día, Estados Unidos completó su retiro militar del país después de casi nueve años de presencia allí. A las 7:38 de la mañana, hora local de Iraq, los últimos 500 soldados estadounidenses cruzaron la frontera con Kuwait a bordo de 110 vehículos blindados. Estos soldados estaban estacionados en la base de Camp Adder, que se encuentra aproximadamente a 300 kilómetros al sur de Bagdad, la capital de Iraq.

Lo notable de este evento es que los últimos 4,000 soldados estadounidenses abandonaron el país en tan solo 72 horas, lo que representó una retirada rápida y efectiva. Además, esta retirada se adelantó en 13 días con respecto a lo estipulado en el tratado de seguridad entre Estados Unidos e Iraq. Según este tratado, la retirada estaba programada para el 31 de diciembre de 2011.

La retirada de las fuerzas estadounidenses de Iraq marcó el fin de una larga y controvertida intervención militar en el país. Durante su presencia en Iraq, Estados Unidos se vio envuelto en conflictos y tensiones internas, y la retirada fue un momento de importancia tanto para Estados Unidos como para Iraq.

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