Galicia votó por el futuro y aquí vamos a explicar los factores de la mayoría absoluta del PP, el auge de BNG o Democracia Ourensana
Para comenzar a hablar sobre las elecciones de Galicia del pasado 18 de febrero primero tenemos que entender lo siguiente, ¿por qué es tan importante la participación en las urnas para un resultado algo más ajustado? Esta pregunta la hemos escuchado en docenas de programas refiriéndoselo a que, cuanta más gente vote, más fácil tendrán otros partidos para arrebatarle la Xunta a Alfonso Rueda.
La participación, un aspecto clave
La participación iba a ser muy alta (acabó en un sorpresivo 67,30%). Esto nos indicaba que BNG y PSOE podían optar a arrebatarle la Xunta a Rueda, pues históricamente una mayor participación favoreció a la mayoría de izquierdas. Estos datos los podemos respaldar con el siguiente gráfico 
Aquí podemos observar como cuanta mas participación, más posibilidad tienen los partidos de izquierdas, o alejados del PP, de llegar a gobernar la Xunta de Galicia.
Repartición de los votos en España, ¿un problema?
Finalmente Podemos, Sumar y Vox se quedaron sin representación en la Xunta. Los de Abascal siguen sin entrar en el parlamento gallego: es el único (autonómico) en el que no tienen asiento. Pero, ¿por qué Democracia Ourensana ha conseguido un escaño a pesar de contar con 15.312, al lado de los 32.493 votos de Vox y los 28.171 votos de Sumar?
El sistema electoral español funciona a partir de la Ley D’Hondt, un método de cálculo proporcional que divide el número de votos emitidos para cada partido entre el número de cargos electos con los que cuenta cada circunscripción. Para entrar al reparto hace falta sacar un número determinado de votos en cada circunscripción.
El número de votos requerido es del 3% para las elecciones nacionales y del 5% para las elecciones regionales. Esto quiere decir que, aunque cada región tiene sus propias reglas sobre el mínimo de votos en sus leyes electorales, cualquier candidatura que no alcance el 5% de los votos queda excluida del recuento. En Galicia, hay una particularidad a tener en cuenta. Para asegurarse al menos un escaño en el parlamento, un partido necesita obtener más del 5% de los votos en cada área de votación. Esto significa que si un partido recibe un 5% de los votos pero estos están dispersos entre varias provincias, el partido no conseguirá representación. Este mismo caso se da en Cantabria, Islas Baleares, La Rioja, Comunidad Valenciana, Extremadura y la Comunidad de Madrid.
Mínimo histórico del PSOE en Galicia
En cuanto al PSOE, han obtenido su mínimo histórico en la Comunidad: 9 escaños. Besteiro no ha sabido encontrar a ese perfil de votante entre el BNG y el PP, dejando al partido muy lejos de lo que logró en 2005. Desde el partido repiten que la situación ha sido extremadamente compleja, y aluden al desgaste y daño que la amnistía y la convivencia con los nacionalistas suponen para ellos.
También hacen bastante hincapié en la autocrítica por la falta de nicho que han encontrado entre el PP y BNG, que no era pequeño, pero Besteiro y su equipo no han sido capaces de entender que necesitaba la población gallega para poder votarles.
Ana Pontón, el nacionalismo gallego y outra vaca no millo
Cada vez es más común ver que partidos de la zona, regionalistas, comienzan a tener peso dentro de la política española. ¿Por qué está sucediendo eso?
España es un país con una notable diversidad cultural y política, reflejada en sus comunidades autónomas. Los partidos regionalistas a menudo surgen como expresión de las identidades regionales y buscan defender los intereses particulares de esas regiones.
Algunos sostienen que la presencia de partidos regionalistas en el gobierno de las comunidades autónomas puede generar desafíos para la unidad nacional de España. Esto puede ser resultado de demandas de mayor autonomía o incluso aspiraciones independentistas en determinadas situaciones, lo que podría tensar las relaciones entre el gobierno central y las regiones.
En cualquier caso, Ana Pontón ha conseguido ser la segunda fuerza de la Xunta con 25 escaños, sobrepasado por seis los escaños conseguidos en las últimas elecciones, esto se pude deber, en grandes rasgos, a la caída del PSOE, que de catorce escaños, han pasado a nueve.
¿Quiénes han ganado en cada municipio?¿Y quiénes son los segundos más votados?
La realidad de este gráfico ofrecido por Electomanía, es que se puede ver de manera más evidente que el PSOE no ha conseguido calar de la misma manera que si lo hizo en el año 2020 a la ciudadanía gallega. En la actualidad la gran parte de municipios que votaron como mayoritariamente por el PSOE han cambiado de bando para pasarse a BNG o al PP, un cambio drástico si vemos que los segundos más votados también han descendido en gran cantidad, por parte de los socialistas.
About The Author
