El dúo de rap madrileño compuesto por Natos y Waor, Gonzalo y Fernando respectivamente, vuelve a reventar la calle y las plataformas con su disco Luna llena. Cuatro años han pasado desde que Cicatrices vio la luz y mientras ha tenido lugar hasta una pandemia, pero esa esencia que les llevó de casas okupa a la cima, se mantiene intacta.
13 temas, el 13 de septiembre, martes 13, como siempre. La luna llena teñida del color de la sangre domina la silueta de Madrid mientras que dos aves se hacen protagonistas de la noche acompañan títulos como Los 90 o Platos rotos. Este último tema acompañados por el niño bueno de los Hijos de la Ruina, Recycled J. (Jorge Escorial).
Es con Jorge con quien comparten tres volúmenes de Hijos de la Ruina, el último de ellos publicado hace un año. El primero, hace diez. La primera maqueta en la que escuchamos al trío data del 8 de noviembre del 2012. Y es que los trabajos de HDLR siempre aparecen entre las fases de Natos y Waor, como recuerdo de quiénes son y cómo han llegado a ello. Por la jeta, su primer trabajo, fue producido en 2011 y los nueve temas de Catarsis, solo unos meses después. Tras esa primera maqueta de HDLR, Fer y Gonzalo graban su primer álbum en un estudio: Caja Negra. Un año después, en 2015, todo cambiaría definitivamente: Martes 13 gana el premio de Música Independiente a mejor álbum de hip-hop. El nombre de Natos y Waor llega a todos aquellos alejados del underground.
Tras un segundo volumen con Recycled J, Cicatrices les consagra como leyendas del rap en nuestro país. Su concierto de presentación del disco en el Palacio Vistalegre hace historia con más de 11.000 entradas vendidas, algo insólito en su terreno. Y es un tercer volumen el que les sirve de antesala para repetir la historia: sold-out en el Wizink Center con más de un año de antelación y sin haber publicado todavía el disco protagonista, Luna llena. Cada vez volando más alto.
Los chavales que un día fueron, aquellos que se conocieron en batallas de rap en las aceras de la capital, están reflejados en cada una de sus letras, las de antes y las de ahora. Rumba sigue la estela de RocknRollas y Underground Kings. Septiembre se mira cara a cara con HDLR 2 y el “barco hundiéndose” de Waor. Hasta que salga el sol es el nuevo Más Alcohol, Los 90 y su “barrios olvidados fuera de la M-30”. Noches sin dormir recuerda con “perderme en los callejones bailando en la oscuridad” a un renovado A corazón abierto. Cura de humildad a la chulería y Tomo demasiado a la destrucción.
Por otra parte Natos sigue apuntando su nombre en Vale tudo. Siguen siendo bichos raros en Rebeldes sin causa, provocan como siempre en Dame calor y crecen artísticamente con otros como Kutxi Romero en Quiero volar. El disco se cierra con un Platos rotos al más puro estilo Hijos de la Ruina y en Tenías razón se despiden con una carta a ellos mismos.
A pesar de las críticas por “sonar distinto”, esto consiste en evolucionar al tiempo que eres fiel: a ti, a tu esencia, a lo tuyo y a los tuyos. Y son más de 10 años en el juego, sin abandonar su independencia, valores, rebeldía, carisma y honor.
Fernando y Gonzalo han conseguido dejar huella en una historia musical que en nuestro país se intenta ignorar por salirse del mainstream. Y seguirán haciéndolo, con el Wizink o el Palau a sus pies y todos nosotros como testigos.
Porque el trono es suyo, llevándose la corona Por la jeta, a pesar de la Catarsis. Siempre dejándose Cicatrices en la piel y grabando en ella Barras bravas como cualquier HDLR. Cuidando cada Martes 13 su Caja Negra… hasta que sale la Luna Llena.
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