El té es una de las bebidas más populares. A favor o en contra, no cabe duda de que ha marcado a la sociedad. Descubre cuál es su origen y los conflictos a su alrededor.

ORIGEN DEL TÉ

Las leyendas rondan el origen del té. Mientras que la más afianzada lo sitúa en el sur de China; la India o Japón siguen en el imaginario colectivo.

China

Hacia el año 2737 Antes de Nuestra Era (en adelante, ANE), el emperador Shen Nong era considerado el fundador tanto de la medicina como de la agricultura. Se le concedían características tales como el poder ver los órganos internos e incluso que su estómago era transparente. Fue al probar en sí mismo los venenos y remedios, como la Medicina Tradicional China estipula, que tomó más de 70 de los primeros y cayó enfermo a los pies de un árbol. Acostumbrado a tomar agua hervida por la falta de potabilización, la llevaba consigo, y se depositaron en ella unas hojas aromáticas desde el árbol que le cobijaba; curándolo de todo mal.

Otra versión cuenta cómo Shen Nong estaba tan fatigado que paró a descansar a los pies de este mismo árbol, y sus hojas, sobre el agua hervida, le revitalizaron. Después de ambas historias, al té se le atribuyeron propiedades medicinales, por lo que se popularizó en torno a ese fin. De hecho, el primer libro en el que se habla de dichas propiedades es Materia Médica de Shen Nong, aunque se cree que la autoría no le corresponde.

La India

Por el año 495 ANE, el príncipe Bodhi-Dharma llegó al norte de China desde la India para difundir el budismo, haciendo voto de no dormir por 9 años. No obstante, el sueño le hacía mella y por consejo de unos sabios (o el suyo propio, según la versión), tomó unas hojas silvestres y cumplió con su voto sin cansancio alguno.

Japón

Después de la India, el príncipe se dirigió a Japón. En el camino, cayó rendido en un sueño con todas las mujeres con las que había estado hasta el momento. Sintiéndose frustrado y débil, se cortó los párpados y los tiró. Años más tarde, pasó por el mismo lugar y encontró un arbusto color verde donde se quedaron sus párpados. Al probar las hojas, el cansancio acumulado se alivió, por lo que difundió el mensaje y comenzaron a cultivarlas allí mismo.

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el primer libro en el que se habla de dichas propiedades es Materia Médica de Shen Nong

LOS PAÍSES BAJOS Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA

El té finalmente salió de China y llegó a Europa de la mano de los Países Bajos y la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales por las previas sendas portuguesas. Sin embargo, la rivalidad entre los países por la importación del té llevó a esta compañía a su desaparición, manteniéndose el ahora Reino Unido como principal interesado.

Mientras tanto, el Imperio Británico y las colonias americanas tenían sus diferencias. Los patriotas americanos consumían té de contrabando como oposición al Imperio. Este eliminó los impuestos al té exportado desde las islas en El Acta del Té, haciéndolo más barato que el de contrabando. Dicha acción propició que en 1773 la asociación Hijos de la Libertad, vestidos como indios, lanzara por la borda 16000 kilos de té en el Puerto de Boston, considerado como El motín del té o «Tea Party». Todo ello desembocó en la guerra de la Independencia de los Estados Unidos (1775-1783).

LAS GUERRAS DEL OPIO Y EL TÉ

El Imperio chino no mostraba especial interés en negociar con el británico, por lo que la estrategia cambió. El Imperio británico inició un cultivo de opio en la India y lo introdujo en la comunidad china, a fin de convertirlo en un cambio equiparable al té. Esa iniciativa no gustó al emperador Lin Tse Hsu, que escribió a la reina Victoria avisándole de las consecuencias adictivas del opio en su población y de su eliminación inmediata.

Las guerras del Opio (1839-1842 y 1856-1860) marcaron la diferencia. En ellas, además del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda y el Imperio chino, participaron el Imperio ruso y el Segundo Imperio francés, este último en la segunda guerra. El Imperio chino perdió ambas guerras y Hong Kong hasta 1997. El té, entonces, se estableció como parte de la cultura británica, desde las clases altas a, finalmente, toda la sociedad.

En la actualidad, el té está presente en multitud de hogares. Podemos ir a comprarlo o tomarlo en cualquier bar. Sin embargo, no siempre nos acordamos de todo lo que ha pasado para que haya llegado al presente. Ni de las leyendas a su alrededor. Tal vez, la próxima taza sea diferente.

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